Náyade Jorge: la nueva generación que cuida de nuestra salud
Cuando juntamos formación y vocación, automáticamente se crea una fórmula mágica que siempre dará buenos resultados, especialmente en el mundo de la salud. Esta nueva generación de profesionales de la medicina (según tengo entendido) es históricamente la mejor formada. Circunstancia que genera mucha tranquilidad en la ciudadanía y hace que nos sintamos más seguros y protegidos.
Náyade Jorge no bloqueó la opción de salir de su zona de confort isleña y decide cruzar el horizonte para ampliar conocimientos, conocer otras realidades y otras gentes. Aprender a pisar en otros suelos, ver la vida desde distintos ángulos para crecer como profesional y como persona.
Zaragoza y Málaga son las ciudades de referencia con sus virtudes y sus defectos. Las dejará atrás para retornar a su isla, repleta de vivencias y de información, (ya está en casa) dispuesta a caminar su propio sendero personal y profesional, en un entorno que conoce a la perfección y nada le es ajeno.
Se siente cómoda desarrollando su trabajo, disfruta de la cercanía y familiaridad de las personas, actitud muy valiosa en un trabajo que tiene que ver con el bienestar de los demás.
Practicar la medicina de proximidad es la ruta que se ha marcado, llevar de la mano la ciencia y el factor humano; son la esencia para hacer una medicina integral y efectiva.
En este interminable año de pandemia, hemos visto a todo el personal sanitario, agotado, exhausto, sin fuerzas, pero siempre ha estado ahí, al pie del cañón para salvarnos la vida, que no es poco.
Es fundamental tener unas condiciones laborales óptimas -comenta Náyade- para poder proyectar el potencial médico y humano que el paciente necesita; es muy importante que todo el mundo entienda esto. La salud empieza en la familia, una buena actitud preventiva, unos buenos hábitos alimenticios, inculcar el ejercicio físico en el núcleo familiar es fundamental para evitar futuras patologías. Nos estamos quedando solos. Comunicarnos de forma amable, saber escuchar y entender que unas palabras afectuosas o un gesto compasivo pueden ser también curativos.
Le agradezco a mi sobrina Náyade el compartir su forma de ver la medicina, la cual yo apoyo plenamente y me reconforta saber que hay jóvenes profesionales de la salud que trabajan con el corazón en la mano. Gracias.
Santiago Jorge (Dinámica Eventos, gestora cultural y deportiva)
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