Una de las citas más mágicas del año ha sido de nuevo una realidad, y sin la obligatoria mascarilla de la fase crítica de la pandemia. Los Reyes Magos de Oriente han visitado los municipios de La Palma y, una vez más, han repartido regalos y, sobre todo, ilusión. Las cabalgatas de Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane, al igual que las celebradas en otras poblaciones de la Isla, han congregado a una multitud.
En la capital, el mayestático desfile, con Melchor, Gaspar y Baltasar presidiendo las carrozas principales, se inició en el Puerto y su itinerario es la calles O’Daly y Anselmo Pérez de Brito hasta la plaza de La Alameda y la avenida de Las Nieves, para finalizar con el tradicional Auto de Reyes en la Cueva de Carías.
La comitiva, en su 151 edición (una de las más antiguas de Canarias), está integrada por carrozas, grupos de animación, Banda de Música Municipal San Miguel, así como de cornetas y tambores.
Como novedad, este año, la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento reservó un espacio sin música en el recorrido, especialmente indicado para menores y personas con síndrome de Asperger y patologías asociadas al trastorno del espectro autista.
Este punto se habilitó frente a los Juzgados de Santa Cruz de La Palma, en la calle Anselmo Pérez de Brito.
La Cabalgata de Reyes Magos de Los Llanos de Aridane también contó por primera vez con una zona adaptada para personas con necesidades especiales.
El cortejo real aridanense partió desde la Avenida Enrique Mederos en dirección al centro del casco urbano. A la puerta del Consistorio, los Reyes Mago fueron recibidos por la alcaldesa del municipio, Noelia García Leal, que les hizo entrega de “la llave mágica que abre todas las puertas de los hogares de Los Llanos de Aridane”, señalan desde el Consistorio.