Silencio en el Valle de Aridane junto a un volcán dormido del que aún nadie se fía
La Palma ya suma más de 48 horas sin que el volcán dé muestras de actividad. Ni explosiones, ni temblores o expulsión de cenizas; nada de ello se siente ya en las zonas afectadas por la erupción. El silencio se ha apoderado del Valle de Aridane, donde la población aún no se fía de esa nueva montaña que ha ido creciendo en los últimos tres meses y que sienten que les acecha. “Al menos ya se puede dormir mejor”, han explicado a lo largo del día distintos vecinos y vecinas de la zona. “Pregúntame dentro de un mes”, insistía uno de los trabajadores de la gasolinera Shell de El Paso en la tarde de este miércoles después de la rueda de prensa del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca). Su casa asegura que se encuentra a pocos metros de la gasolinera, que tiene una vista perfecta del volcán. Desde que comenzara la erupción el pasado 19 de septiembre asegura que le ha costado mucho conciliar el sueño tanto a él como a su familia. “Por la noche, cuando no hay sonido ambiente se escuchan sus estruendos”, asegura. Sus compañeros y compañeras de trabajo señalan que las últimas noticias son esperanzadoras, pero “la gente lo que quiere es que acabe ya”. Todos recuerdan que hace unas semanas también parecía que estaba dormido y de pronto despertó.
La Ciencia se ha dado diez días para confirmar el fin de la erupción; un hecho que no querrá decir que haya terminado la emergencia. De hecho, la vuelta a casa de las personas evacuadas no se producirá de forma inmediata, recordaba en esta jornada la directora del IGN en Canarias, María José Blanco. En las calles la sensación aún es de incredulidad ya que este mismo lunes 30.000 personas residentes en los tres municipios afectados directamente por el proceso eruptivo eran confinadas por la mala calidad del aire, ante las emisiones de azufre del volcán. “El olor era muy fuerte y tuvimos que cerrar”, dice Andrea, la propietaria del restaurante La Cascada, que sí que abrió este miércoles (día de descanso del personal al igual que el jueves) para recuperar las pérdidas del lunes. El restaurante cumple el próximo 28 de diciembre 41 años abierto. Reside con su familia en El Paso y no está afectada directamente por la erupción pero asegura que han sido meses muy tristes viendo como conocidos y clientes han perdido todo. Por ello, es tajante “no me fío de él” (del volcán).
En el control policial situado en el Camino de Tacande esta misma tarde trataban de entrar a sus viviendas en zonas aún excluidas varias personas. “Necesitamos dos horas”, decía una pareja mientras enseñaba la autorización. De hecho, aunque el volcán se encuentre aparentemente dormido nadie olvida que ha provocado la evacuación de 6.000 personas y ha destruido miles de viviendas y fincas a su paso. El esfuerzo de toda una vida y los recuerdos de generaciones con los que la furia de la naturaleza no ha tenido contemplación.
En el Mirador de Tajuya, donde semanas atrás se han congregado miles de curiosos que quieren contemplar la erupción, se encontraban este miércoles José Miguel y Carmen. Llegaron a la isla el lunes desde Jaén para contemplar el volcán. Ese día aseguran que les cayó lluvia de cenizas y que sí que apreciaron el volcán activo durante un rato. Este miércoles volvieron a este mismo punto porque aseguran que el paisaje que se ha creado las impresiona. Se quedan un día más en el que tienen pensado realizar una excursión en barco desde Tazacorte para apreciar el delta lávico que ha generado el volcán y el proceso desde la costa. Una actividad que han concertado a través de una empresa que anteriormente se venía dedicando al avistamiento de cetáceos.
En el mismo punto, siguen concentrándose medios de comunicación donde entrevistan a profesionales de distintos ámbitos científicos con el fin de explicar el proceso eruptivo. La iglesia permanecía abierta y a sus puertas unos vecinos de Puerto Naos venden camisetas para recaudar dinero para las personas afectadas por el volcán. También están a la venta otras específicas del Club Deportivo Atlético Paso para ayudar a los niños afectados.
Este posible final de la erupción es el tema del día y de él se habla en los bares, restaurantes, tiendas y calles de Los Llanos de Aridane, donde se percibía más vida este miércoles que semanas atrás. En el local de la asociación Karmala Cultura, un grupo de jóvenes y niños asistía a un taller de pintura. “Necesitamos desconectar de la erupción”, decía una asistente, que relataba que el volcán le ha afectado directa e indirectamente a todo el municipio, porque todos conocen a alguien que lo ha perdido todo en estos casi tres meses. En la plaza del municipio se presentaba además la programación navideña de RTVC, que estará volcada en visibilizar La Palma.
Pese a la desconfianza que aún se percibe en las calles, la buena noticia del día es esa apariencia de ‘apagado’ del volcán, que ya no emite lava, cenizas ni dióxido de azufre. La señal de tremor que refleja que el movimiento del magma en el subsuelo cesó desde las 21.00 horas del pasado lunes y, por ello, un equipo científico ha subido este miércoles por primera vez al cono principal del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, para tomar datos sobre gases y ha filmado imágenes del interior del cráter. Ahora, empieza una cuenta atrás de diez días en la que la población palmera mantendrá los dedos cruzados a la vez que ansía que llegue toda la ayuda posible para reconstruir el presente y sentar las bases del futuro.
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