El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, compareció esta mañana (jueves), a petición propia, en el pleno del Parlamento Autónomo para exponer las últimas novedades del volcán de Cumbre Vieja y la respuesta de las distintas administraciones públicas ante las duras consecuencias de las coladas en los damnificados y la economía, en general, de La Palma, tras los 26 primeros días de la erupción. El presidente admitió que se trata de “la emergencia más grave, no solo de La Palma, sino de la historia de Canarias, porque, entre otras cosas, se trata ”del volcán más dañino de Europa de los últimos 100 años, que ha emitido ya más de 100 millones de metros cúbicos de lava, cuando, al principio, se había calculado unas 17, muchas menos que las 46 del Teneguía en 1971“.
Pese a esto, al final de su intervención y en réplica a los distintos grupos parlamentarios, lanzó un mensaje contundente y esperanzador: “Me podré equivocar y cometo errores porque soy humano. Sé que la reconstrucción de La Palma no será ni fácil ni rápida, pero voy a dar todo lo que tengo ante la mayor tragedia de esta isla y seguramente de Canarias, y no se podrá decir que no lo hemos intentado”.
Tanto en su primera intervención como en la de respuesta a los grupos, Torres insistió en que lo mejor hubiese sido siempre que esta erupción no se hubiera dado. “No va a ser ni rápido ni fácil, pero el Gobierno de Canarias va a dejarse el alma para paliar, siempre en lo posible, el dolor de los palmeros. Será imposible devolver lo que tenían y sufrimos la angustia de no saber cuándo va a terminar este monstruo de expulsar lava y material, pero nadie debería hacer política con esto. El único enemigo aquí es el volcán”, advirtió.
El presidente alabó la unidad de acción que han demostrado hasta ahora las distintas administraciones públicas, la colaboración clave con la ciencia y la respuesta rápida y contundente del Gobierno central, que ya ha aprobado 224 millones de euros en ayudas, entre los que destacan los 63 para un plan de empleo, los 62 para recuperar infraestructuras, los 22 para apoyar al sector primario y las distintas partidas para viviendas y enseres.
También aludió a los 40 millones destinados por el Gobierno de Canarias y dejó claro que, en tal caso, aún no se puede saber si será suficiente porque, a diferencia de otras emergencias, esta comparecencia se produce cuando el volcán está emitiendo lava, “cuando aún queda sufrimiento porque los indicios apuntan a que no remitirá a corto plazo” y porque se trata de una situación bien diferente de la gestión, por ejemplo, de un incendio forestal.
Ayudas europeas: solo podrán cuantificarse y llegar cuando concluya la emergencia
Torres recalcó que hará todo lo posible para que haya el dinero necesario y dejó claro que ya le ha solicitado en varias ocasiones ayuda a la Unión Europea (UE), mediante los fondos de solidaridad, entre otras cosas por tratarse del volcán que más daño ha causado en Europa en el último siglo. En esta línea, aclaró que la UE no puede aportar ayudas hasta que no termine la emergencia y se haya hecho un balance de los daños definitivos, pero se mostró convencido de que, tal y como ha ocurrido con las administraciones e instituciones españolas, canarias, insulares y locales, habrá también comprensión y se arropará desde Bruselas, tal y como comprobó este miércoles en su intervención ante el Comité de las Regiones de la UE, que trató justamente sobre las catástrofes naturales.
El presidente admitió que los afectados “están rotos, en shock”, y que ese impacto se extiende también a los docentes, si bien el Gobierno espera retomar las clases cuanto antes.
Torres recordó que hay 60.000 palmeros fuera de su Isla, que es una de las que más ha sufrido el despoblamiento, por lo que apoya que la reconstrucción tenga en cuenta también las medidas que se apliquen para las zonas que se incluyen en la llamada “España vaciada”.
A su juicio, este colosal desafío obliga a que todos pongan lo máximo y apliquen una total autoexigencia. Eso sí, resaltó que, en apenas 11 días, se ha puesto en funcionamiento “desde la nada” una Oficina Única de Atención al Afectado “porque resultaba un servicio imprescindible” y que ya cuenta con 15 trabajadores sociales y 15 psicólogos. Además, remarcó que 50 operarios tratan de que las dos desaladoras adquiridas por el Gobierno de Canarias y trasladadas a Puerto Naos funcionen cuanto antes, en cuestión de días, para garantizar la continuidad de la platanera en las zonas aisladas por las coladas, a lo que se suma desde hoy, con llegada esta tarde, el buque cisterna aportado por el Ministerio de Transición Ecológica.
En su opinión, y aunque haya podido haber errores y los siga habiendo, se trata de acciones logradas en tiempo récord y que, en otras circunstancias, “hubieran tardado meses”. Lo mismo respecto a la adquisición de 18 viviendas por parte de Visocan para entregar desde la próxima semana a las familias que lo han perdido todo, a las que se sumará en breve otro paquete de 44 casas provisionales más. El presidente subrayó también que se han hecho gestiones con el decano de los notarios en Canarias para que los propietarios afectados se vean compensados con precios justos.
Como ya hiciera en un pleno anterior a preguntas de la oposición, el presidente aludió de nuevo a un joven palmero llamado Ángel Luis que, en pleno dolor por las pérdidas materiales y sentimentales de su familia, le pidió, junto al presidente del Cabildo palmero, que dejaran a un lado las siglas de sus partidos y afrontaran este reto de la recuperación de La Palma desde la unidad. Fue entonces cuando recalcó que, “mientras sea presidente, me equivocaré y habrá errores, pues soy humano, pero haré todo lo que pueda ante la mayor tragedia de esta isla y, quizás de Canarias. No será ni rápido ni fácil, pero nadie nos podrá decir que no lo habremos intentado”.
Torres admite su impotencia ante un fenómeno como un volcán. “La sientes cuando, por ejemplo, un policía local te dice en Todoque que ha perdido su casa y allí lo ves, trabajando. Uno se acerca a La Palma y lo que respira es pena, tristeza, desolación, incertidumbre y miedo al futuro, pero también hay valentía, arrojo y esperanza porque los palmeros, que han sufrido tres volcanes en apenas 80 años, no se van a rendir”.
Como ha hecho hasta ahora, Torres remarcó que lo mejor es que no ha habido víctimas mortales y esto lo achacó al civismo de los palmeros, a la labor de la ciencia para adelantarse a los acontecimientos y a la unidad y coordinación de las administraciones. “Qué distinta sería esta comparecencia si ahora hubiera nombres y apellidos de fallecidos. Es verdad que la sensación de dolor es indescriptible, pues son trozos de vida los perdidos, pero lo irrecuperable siempre es la vida en sí y mi deseo es que esto acabe así, sin muertos”, indicó.
Torres repasó todo lo ocurrido y cómo se actuó en la emergencia desde que, el día 13 de septiembre, se activó el Pevolca. Resaltó la solidaridad de los palmeros para acoger a la mayoría de afectados y remarcó que ningún damnificado se ha quedado sin un techo donde dormir. Asimismo, cree ejemplar que Pedro Sánchez haya venido ya cuatro veces a La Palma y subrayó también el interés y la actuación del Rey Felipe VI.