PSOE y PP vuelven a rechazar la pretensión de las minorías de autorizar el uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja
MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
El presidente del Congreso, José Bono, permitió que los diputados Aitor Esteban, del PNV, y Joan Tardà, de ERC, intervinieran en euskera y catalán respectivamente ante el Pleno de la Cámara Baja. No les interrumpió para, según dijo, poner en evidencia que en el Parlamento no se cercena la libertad, pero sí avisó de que no lo admitirá otra vez porque, recalcó, la única lengua oficial en el Congreso es el castellano.
El debate de una proposición de ley suscrita por CiU, PNV, ERC, IU-ICV, BNG y Nafarroa Bai para reformar el Reglamento del Congreso con el fin de autorizar el uso de las lenguas cooficiales fue el marco propicio para que el PNV y ERC, y en menor medida CiU y BNG, utilizaran en el Pleno el catalán, el euskera y el gallego.
En concreto, con su propuesta proponían modificar el artículo 6 del Reglamento del Congreso para permitir el uso de cualquiera de las lenguas oficiales en la presentación de escritos e iniciativas parlamentarias, cuya publicación se reproducirá en las versiones en que hubieran sido presentados adjuntándose su traducción al castellano, y en las intervenciones ante el Pleno, la Diputación Permanente y las distintas comisiones parlamentarias.
El futuro de la iniciativa ya se conocía de antemano pues tanto el PSOE como el PP ya habían anunciado que no aceptarían que la reforma reglamentaria fuera tomada en consideración por el Congreso. A partir de ahí, quedaba la puesta en escena.
Tras una breve cita en catalán de la diputada de CiU Montserrat Surroca, fue el portavoz adjunto del PNV, Aitor Esteban, quien dio un paso más utilizando el euskera en el grueso de su intervención. Bono no hizo nada y, sólo cuando Esteban bajó de la tribuna, tomó la palabra para explicar que había renunciado a interrumpirle para demostrar que no le molesta escuchar hablar en euskera y para dejar claro que en el Parlamento no se limita la libertad de nadie.
Eso sí, insistió en que hablar en una de las lenguas cooficiales supone limitar la comprensión de ese discurso, pues no todo el Congreso entiende el euskera. Pero además quiso dejar claro que en España imperan las leyes, gusten o no, y que en el Congreso “se ha de hablar castellano mientras no se modifique la ley”.
ERC AVISA DE CONFLICTO
Joan Tardà, de ERC, tomó el testigo de Esteban y, tras advertir que el “portazo” al uso de las lenguas cooficiales conduce al “conflicto”, pasó a intervenir en catalán. Su tono fue algo más agresivo, emplazando a los 'populares' a no reírse, hablando del castellano como “la lengua de los fascistas cuando entraron en Barcelona” y abroncando tanto al PP como al PSOE por su rechazo a la reforma.
Bono tampoco le interrumpió, pero sí llamó la atención a un diputado del PP que protestaba, el andaluz Ricardo Tarno, a quien llamó dos veces al orden y amenazó con expulsar. “Le ruego que se calme”, dijo.
Cuando el diputado de ERC volvió a su escaño, el presidente del Congreso insistió en que su negativa a intervenir busca “impedir que quienes hacen demagogia con las lenguas de España, pudiesen titular que se prohíben las lenguas o se impide la libertad”.
Eso sí, reiteró que es la última vez que lo permite: “Aquí se va a cumplir estrictamente la ley y el único idioma oficial es el castellano --enfatizó--. No me vuelvan a poner en la tesitura de tener que adoptar medidas reglamentarias”.
La reforma también fue defendida por el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, quien también utilizó el gallego ante el Pleno del Congreso pero sólo para una cita de Castelao y para cerrar su discurso.
EL PP CUESTIONA LA ACTUACIÓN DE BONO
Desde el PP, su diputado Ignacio Astarloa descalificó la propuesta de las minorías y dijo no entender que, “con la que está cayendo”, en un contexto de crisis económica, los diputados se dediquen a “mirarse el ombligo” debatiendo la cuestión de las lenguas “por enésima vez”. “No creemos que el Congreso tenga que usar traductores ni pinganillos en sus sesiones para que podamos entendernos entre diputados que representamos al pueblo”, zanjó.
En cualquier caso, el ex secretario de Estado sostiene que la iniciativa de las minorías, aun siendo “extravagante”, no es del todo “inocente”, sino que es “una muestra más del desmontaje del Estado de las Autonomías”: “Ustedes defienden que lo mío es sólo mío y lo de todos también es mío o no es de nadie”, resumió.
Astarloa, que fue secretario general del Congreso, concluyó haciendo una censura velada de la actuación de Bono, recordando las “impertinencias” de ERC y el hecho de que “la legalidad no se haya hecho respetar como es debido”.
Por contra, el socialista Pedro Muñoz quiso empezar elogiando el comportamiento del presidente de la Cámara, el cual le reprendió públicamente, aunque luego le dio las gracias en privado. El PSOE insistió en rechazar las lenguas cooficiales en el Congreso y reiteró que lo apoyó en el Senado al ser la Cámara de representación territorial.
CUESTIÓN PENDIENTE
En la pasada legislatura, el presidente del Congreso, Manuel Marín, intentó que sus señorías pudieran al menos hacer uso de las lenguas cooficiales ante el Pleno, aunque fuera de forma limitada y facilitando la traducción a los servicios de la Cámara, pero el abuso de este mecanismo le acabó haciendo desistir.
En julio de 2009, los grupos minoritarios ya hicieron llegar una carta al presidente del Congreso, José Bono, en la que le pedían que, mientras no se reemprendiesen los trabajos en la Comisión de Reforma del Reglamento o se debatiese alguna iniciativa de reforma que alcanzara al debate lingüístico, facilitara el uso de las lenguas oficiales distintas del castellano en el Congreso.
A su petición, que rechazaron firmar el PSOE, el PP y UPyD, el presidente de la Cámara Baja respondió subrayando la necesidad de llevar a cabo una reforma del Reglamento del Congreso para resolver esta cuestión, una solución que se intentó sin éxito en la pasada legislatura.