Acusado de matar a un varón en Gran Canaria alega que sólo le dio 2 golpes y dice tener “la conciencia tranquila”

J.C.L.R. rechaza su “mala fama” pese a sus 26 detenciones y 3 condenas

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 5 (EUROPA PRESS)

Un hombre acusado de presuntamente matar a puñetazos y patadas a otro durante una discusión en una calle en el Polígono de Arinaga, en el municipio de Agüimes (Gran Canaria), alegó hoy que sólo le propinó “dos golpes” y afirmó tener “la conciencia tranquila”.

“El primer golpe fue un puñetazo en la cara, él cayó al suelo, se levantó y le di un bofetón. Tengo mi conciencia tranquila y no murió por mí. No soy responsable de su muerte, pero sí de lo que hice y me arrepiento, intento buscar un porqué, pero no lo encuentro”, aseguró J.C.L.R. durante el juicio con Tribunal de Jurado celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas.

La Fiscalía ha solicitado imponer 15 años de cárcel para J.C.L.R., acusado de un supuesto delito de homicidio, mientras que la acusación particular, que representa a la madre de la víctima pide 20 años de prisión por un delito de asesinato. Por su parte, la defensa solicita la libre absolución.

El procesado rechazó su “mala fama”, de ser “una persona violenta”, y considera que “la gente no tiene por qué” tenerle “miedo”, a pesar de haber sido detenido con anterioridad en 26 ocasiones y condenado como autor de un delito de atentado al agredir a un guardia civil, por otro delito de lesiones y otro de allanamiento de morada con amenazas, además de que está imputado por un supuesto delito de tráfico de drogas.

“METÍ MUCHO LA PATA, PERO NO SOY UN ASESINO”

J.C.L.R. justificó sus antecedentes en que pasó “por una época” en la que se “estaba drogando y bebía”. “Metí mucho la pata, pero eso no quiere decir que sea un asesino”, añadió.

Explicó que la madrugada del día 10 de noviembre de 2007 salió a cenar con su novia y dos amigos y luego estuvieron en un pub en Vecindario. Posteriormente, la pareja se dirigió a una zona de aparcamientos para mantener relaciones sexuales y, al término, tuvieron un accidente, pues su vehículo colisionó contra una farola y un muro.

De este modo, y debido a que el acusado no tenía carné de conducir, ambos se dirigieron a la Urbanización La Paz, en el Polígono de Arinaga, para buscar la ayuda de un amigo. Una vez allí, se encontraron con un hombre, a quien el acusado conocía por ser vecino de la zona.

“Yo estaba nervioso, como cualquier persona que tiene un accidente. No estaba muy bebido y me acuerdo perfectamente de todo”, agregó el acusado, que declaró que el hombre estaba “muy borracho” y le “exigió 20 euros”.

“YO ME DEFENDÍ”

“Le empujé para quitármelo de encima, vino hacia mí, le di un puñetazo, cayó al suelo, se levantó y le di un bofetón, fueron dos golpes lo que le di y eso fue lo que pasó. Yo me defendí”, continuó, al tiempo que negó que se tratara de un ajuste de cuentas relacionado con tráfico de drogas.

Así pues, negó haberle propinado al varón, de 41 años de edad, “diversos golpes y puñetazos en la cara hasta dejarlo semiinconsciente en el suelo”.

Después de ello, el acusado fue hasta la vivienda de un conocido para que éste le ayudara a ir en coche hasta su casa. J.C.L.R. rechazó también que cuando bajaron intentó acabar con la vida del hombre al que había golpeado, “y aprovechando que éste se hallaba tendido en el suelo y en estado de semiinconsciencia le propinó varios golpes y patadas”.

“A MÍ SE ME RESPETA”

En este sentido, J.C.L.R. negó haber vuelto a ver a la víctima, a la que “sólo le escuchaba” insultándole. Igualmente, aseguró que “es mentira” que llegara a “estampar su cabeza contra el pavimento al tiempo que le decía gritando: ”a mí se me respeta“”, tal como sostiene un testigo.

La víctima --quien, según la acusación particular, tenía dos billetes de 50 euros cuando fue hallado muerto-- permaneció en estado “agónico” varios minutos y falleció posteriormente fruto del traumatismo craneoencefálico agudo tras los golpes y heridas, según los informes forenses.

“No presté importancia al hombre porque no pensé que fuera grave”, apostilló el acusado, que, al enterarse de su fallecimiento al día siguiente, se personó ante la Guardia Civil para contarles “lo que pasó”.

El procesado --en prisión por esta causa desde el día 14 de noviembre de 2007-- apuntó que el hombre “estaba bien” cuando abandonó el lugar. “Estaba hablando e insultándome, no sé lo que pasó en el tiempo desde que me fui y fue encontrado muerto, puede que se encontrara con otra persona y tuviera otro problema”, sugirió.

A este respecto, reiteró que su “intención no fue matarlo”. Dijo que conocía a la víctima “desde que era un niño” y la relación entre ambos “era normal”. Si bien, en 1998 tuvieron un enfrentamiento porque su vecino intentó quitarle un dulce y J.C.L.R. le golpeó y le arrancó “un trozo de un dedo”, según otros testigos.

En el momento de los hechos el acusado llevaba un año practicando artes marciales, en concreto jiu jitsu brasileño. El fiscal quiso que constara en acta contradicciones en las que incurrió J.C.L.R..

“TIRADO COMO UN PERRO”

Por su parte, la madre de la víctima, visiblemente afectada, dijo que la última vez que vio a su hijo “no estaba bebido” y se enteró del óbito al día siguiente. “Me enteré a las diez de la mañana, yo estaba tranquila en casa sin saber nada y, mientras, mi niño muerto tirado como un perro”, señaló entre lágrimas.

Asimismo, planteó que el acusado “maltrataba mucho” a su hijo, que en varias ocasiones apareció en el domicilio familiar “con moretones” en la cara.

Igualmente, entre los testigos también compareció la hermana de la víctima, quien admitió que el acusado “era una persona temida” en la zona y reconoció que desde que se enteró de la muerte de su familiar sospechó de él.

“UNA PERSONA MARAVILLOSA”

En su declaración, la entonces novia de J.C.L.R. describió a su ex pareja como “una persona maravillosa”. “Tenía sus prontos, pero era una persona normal. Es lo mejor que me ha pasado en la vida. Desde que le conocí ha cambiado mucho”, agregó.

Sabía que J.C.L.R. había sido detenido “en muchas ocasiones”, pero subrayó: “Yo de su pasado no sé nada”.

El día de los hechos, explicó que su entonces novio “estaba nervioso por el accidente” que tuvieron con su coche. Además, señaló que ésa noche “fue la primera vez” que vio a la víctima, que se acercó a ellos “bastante borracho y eufórico”.

Admitió que J.C.L.R. “le dio un puñetazo” y el hombre cayó al suelo, para luego levantarse, momento en el que el acusado le abofeteó. “No vi que cayera sangre”, señaló la chica, que reconoció que, al irse del sitio, no se volvió a preocupar del hombre, a quien oía insultándoles.

Igualmente, dijo que “no es cierto” que el acusado le estampara la cara del hombre en el suelo. “Al enterarnos al día siguiente de la muerte nos quedamos de piedra. No pensamos que por los golpes le hubiese desencadenado la muerte, para nosotros era imposible. Desde que nos fuimos podía haber pasado gente por allí”, sentenció.

PIDEN HASTA 20 AÑOS DE CÁRCEL

La Fiscalía solicita imponer al acusado la pena de 15 años de prisión por un presunto delito de homicidio. Además, en concepto de responsabilidad civil reclama que el procesado indemnice a los legítimos herederos de la víctima con 90.000 euros.

Por su parte, la acusación particular reclama 20 años de cárcel para J.C.L.R. y una indemnización de 210.000 euros. La defensa solicita la libre absolución para su cliente, al estimar que los golpes que éste propinó a la víctima “no tienen nada que ver con su muerte”.

El juicio continuará mañana con la declaración de más testigos del suceso y de médicos forenses.