La comisión de control de RTVC se desentiende del fraude en las audiencias de una productora local

Toni Ferrera

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A ninguna de las fuerzas políticas presentes en la comisión de control de Radio Televisión Canaria (RTVC) en el Parlamento regional parece haberle interesado el fraude en las audiencias de la televisión autonómica detectado antes de que terminara el verano. Ni el PSOE, ni Coalición Canaria, el PP, ASG, Nueva Canarias, Podemos o la diputada tránsfuga Vidina Espino han preguntado por la cuestión, a pesar de haber suscitado mucha polémica y haber provocado que la auditora nacional que se ocupa de la medición de audiencias se viera obligada a anular varios audímetros manipulados y a cambiar sus algoritmos para evitar en lo sucesivo y en todo el país un fraude similar al descubierto en Canarias.

En las dos últimas comisiones de control de RTVC no se mencionó el nombre de Kantar Media, la empresa encargada de la medición de audiencias de televisión en España. Tampoco el de la productora canaria Etiqueta Azul Producciones (Etiazul), la única beneficiada por el fraude, ni qué ha ocurrido con los audímetros “alterados” que fueron hallados en el Archipiélago este verano, tal y como aseguró el administrador único del ente público, Francisco Moreno.

En julio, Moreno ratificó ante el Parlamento autonómico la existencia de una investigación por parte de Kantar Media después de que la compañía iniciara la retirada de varios audímetros en el Archipiélago al localizar lo que denomina “comportamientos extraños” en sus usuarios a favor de los programas de la productora local Etiazul, tal y como adelantó este periódico.

Según expuso esa propia productora pocos días después de que se conocieran los hechos, los programas Confesiones y Aquí la Tele experimentaron incrementos de media de audiencia del 100 y 92,7%, respectivamente, tras sumar el factor “invitados”, una variable introducida en la medición de las televisiones españolas en 2018 y que ha generado polémica entre los grandes conglomerados mediáticos del país al ser un sistema “muy manipulable”, según expertos, ya que solo basta con que el panelista introduzca el número de invitados que le plazca, sean estos reales o no, para incrementar los datos de audiencia de una cadena.

A pesar del ruido generado y de que las principales productoras canarias de televisión emitieron un comunicado denunciando estas prácticas que, según dijeron, atacan “la honorabilidad, la capacidad de trabajo y la competencia del sector”, ningún miembro de la comisión de control a la RTVC preguntó al administrador único, Francisco Moreno, sobre ello. Ni siquiera los dos diputados que más interés mostraron en la noticia cuando estalló en verano: la diputada tránsfuga Vidina Espino y el diputado por Coalición Canaria (CC) José Alberto Díaz-Estébanez. Canarias Ahora ha preguntado a ambos por qué no lo hicieron, pero no ha habido respuesta.

El 20 de julio, en la antepenúltima comisión de control a la RTVC, tanto Espino como Estébanez se saltaron el orden del día (el fraude en las audiencias de la televisión canaria se acababa de conocer y no dio tiempo a cambiar el cronograma de la sesión) para cuestionar la decisión de Moreno de solicitar a Kantar Media una investigación sobre qué estaba ocurriendo con esos audímetros “alterados” detectados en las Islas.

Espino le dijo al administrador único del ente público que este debía ser “el único directivo de una televisión que encarga un informe porque hay algún programa que funciona muy bien” y Estébanez ironizó con que Moreno “parece que tiene un cañón fijado en determinadas empresas o determinados programas”, al mismo tiempo que no negó la “inflación”, según sus propias palabras, que se estaba produciendo en la medición de televidentes en Canarias.

Pocos meses más tarde, y ya con la posibilidad de entrar en el fondo de la cuestión, ninguno de los diputados mencionados ni otros miembros de la comisión de control a la RTVC han preguntado a Francisco Moreno por ello. Espino ha querido saber los “criterios que aplica para la contratación de programas en el ente público” y las “medidas tomadas para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de RTVC”, mientras que Estébanez ha preguntado por “los motivos del repentino cambio en la programación vespertina central de TVCA, suprimiendo Buenas Tardes Canarias y sustituyéndolo por Nunca es tarde, y qué otros cambios supone en cuanto a productora, responsables y o contenidos”.

El fraude en las audiencias de la televisión canaria que ha beneficiado en exclusiva a Etiazul no sorprendió a la mayoría de las productoras canarias, que desde los primeros meses de este año ya observaban diferencias desproporcionadas entre los datos sin invitados y con invitados de sus programas. El fraude consistía en incrementar la audiencia con el número de invitados posibles de los que permite cada audímetro (ocho), lo que disparaba las proporciones en aplicación de los algoritmos del sistema de medición. Aunque Kantar Media guarda también silencio, este periódico ha sabido que se vio obligada a retirar dos audímetros, uno en cada provincia canaria, y a variar su sistema de medición para rebajar el peso de la variable invitados en el cómputo total.

Expertos en medición consultados por este medio no se sorprendieron por la naturaleza del fraude. Esto dijo a Canarias Ahora Teresa Barceló Ugarte, profesora en el departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad en la Universidad CEU San Pablo. “Hay mucho secretismo e interés en que siga manteniéndose la forma de medición de audiencias. ¿Tenemos que creernos tan fielmente que a partir de 5.000 y pico audímetros [en España] estamos todos representados? Eso es algo que sigue funcionando porque a las grandes empresas les interesa”, expuso la experta.

Y esto también señaló José Cortés Quesada, doctor en Comunicación Audiovisual y autor de la tesis La medición de televisión en España: propuesta para el cálculo de la audiencia híbrida total. “Con el botón de invitados, muchos profesionales de las cadenas grandes, como Atresmedia y Mediaset, estaban un poco descontentos porque al final era muy manipulable. Si yo tengo un audímetro en casa y todos los días quiero poner que tengo 20 invitados, ¿a mí quién me controla? La respuesta es nadie. Puede haber tanta corrupción como estamos acostumbrados a ver en otros ámbitos”, destacó.

Este periódico ha preguntado en reiteradas ocasiones a Kantar Media qué novedades hay sobre este asunto y si ha decidido emprender acciones más allá de la retirada de los audímetros “alterados” acometida en verano. También se le ha remitido a la empresa un cuestionario con más de diez preguntas relacionadas, pero no ha habido respuesta en ninguno de los casos.