Comisión sobre reto demográfico

Comisión sobre el reto demográfico en Canarias: “Es más sencillo una moratoria turística que regular la vivienda vacacional”

Efe / Canarias Ahora

23 de enero de 2023 16:37 h

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La catedrática de Geografía Humana de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) Josefina Domínguez opina que en su día resultó más sencillo aprobar una moratoria turística que intentar ahora regular “nuevos agentes de atracción” de población a Canarias como los nómadas digitales o las viviendas vacacionales.

Domínguez ha comparecido este lunes en la comisión parlamentaria de estudio del reto demográfico y el equilibrio poblacional en Canarias, en la que ha recalcado que la moratoria tuvo un “impacto definitivo” en cuanto a la planta alojativa y los procesos migratorios, pues “empezaron a marcharse” los ciudadanos gallegos de Lanzarote y Fuerteventura, donde trabajaban eminentemente en la construcción.

Sucede que estas nuevas actividades del llamado capitalismo digital “se filtran de manera más tenue, invisible, pero afectan definitivamente” a la cuestión demográfica de Canarias, y por eso ha abogado por un análisis que tenga en cuenta “los matices” y huir de “visiones un tanto apocalípticas” que han sido publicadas en los medios de comunicación en los últimos tiempos.

Ha citado como ejemplo la compra de viviendas o tierras por parte de extranjeros y la idea que “pulula” de emular a Baleares poniendo algún tipo de restricción.

Al respecto, ha recalcado que un 20% de los residentes canarios tiene al menos una segunda residencia, porcentaje que se debe en gran medida a pequeños ahorradores que en su día compraron un apartamento para sacar unos ingresos extra.

Ahora bien, Josefina Domínguez ha reparado también en el papel que juegan los fondos de inversión extranjeros y el destino de estas viviendas para uso vacacional, o la preponderancia de portales como AIRBNB o Homeaway.

Ha citado como ejemplos paradigmáticos el barrio de Guanarteme, en Las Palmas, y su “relación estrecha con los desahucios”, y la “proliferación espectacular” que ha habido en Santa Cruz de La Palma y Los Llanos de Aridane.

Con todo, esta especialista ha desaconsejado la adopción de políticas demográficas directas, citando el caso de China, que ha pasado del dogma del hijo único a sufrir en estos momentos “un envejecimiento demográfico brutal”; y ha apostado por intervenir “a través de la economía, de la sociedad, de la política territorial”.

Domínguez ha subrayado la “capacidad de arrastre” en la población que tiene el turismo, una económica preponderante intensiva en cuanto al uso de mano de obra y poco productiva, y en el que los puestos con menor capacitación están ocupados en gran medida por población inmigrante, igual que sucede en la agricultura de exportación, la construcción o los cuidados a mayores.

Y ese impacto en cuanto a población no solo se nota en los municipios turísticos, sino también en los colindantes, como por ejemplo San Miguel de Abona, en Tenerife, o Santa Lucía de Tirajana, en Gran Canaria.

Canarias, ha indicado la catedrática de Geografía Humana por la ULPGC, vivió un momento de crecimiento poblacional intenso, coincidiendo con el cambio de siglo, ligado en buena medida a los flujos migratorios.

Luego el impacto de la crisis financiera fue “enormemente agresivo para la economía y la población de las islas y España”, y está por ver cuál es el que acabará teniendo la pandemia de COVID-19.

La tendencia del saldo vegetativo es decreciente, es decir, que cada vez hay más muertos que nacidos, y el saldo exterior, el cociente entre las personas que se marchan y las que vienen, es positivo; y si se atiende a los movimientos entre comunidades autónomas, es neutro desde hace diez o quince años.

Hubo una excepción significativa en esta tendencia en 2020, coincidiendo con la peor parte de la pandemia.

Municipios como Haría, Betancuria, Agulo, Hermigua, Alajeró, La Frontera, El Pinar o Garafía, espacios menos densamente poblados, vivieron un auge en esos meses de encierro, mientras que todas las capitales de Canarias, sin excepción, arrojaron ese año un saldo migratorio interior negativo.

Ese efecto, que fue común en toda España, se ha ido “desinflando”, ha observado la experta.

Estructura demográfica en Canarias

En cuanto a la estructura demográfica de Canarias, ha advertido sobre la tendencia al envejecimiento, que “se pondrá más de manifiesto en un futuro inmediato”.

En estos momentos, el sector de población más numeroso es el comprendido entre los 45 y los 50 años, seguido por el tramo entre 50 y 54 años.

Ese envejecimiento de la población, ha subrayado la experta, no se produce solo en los espacios rurales, sino también en los urbanos, lo que ha ligado a los niveles de renta bajos, sobre todo en barrios construidos en los años 60 del siglo pasado que “envejecen mal”.

La evolución de la pirámide poblacional en Canarias, ha indicado Domínguez, “dependerá de cómo se alimente la población juvenil del impacto de inmigración” y de lo que hagan los migrantes “enjevecidos”, aquellos que puedan optar por retornar a sus países de origen, o bien de los que se fueron y pueden regresar a las islas.

En este punto, ha asumido que la presión demográfica procedente de África se seguirá produciendo, aunque ha indicado que muchos de los inmigrantes que llegan a Canarias piensan en el archipiélago como un “trampolín”, y, de hecho, Cataluña tiene proporcionalmente mucho mayor de población del continente vecino.

El diputado del Grupo Nacionalista (CC-PNC-AHI) José Miguel Barragán, ha puesto sobre la mesa “la contradicción” que supone que en Canarias haya “200.000 parados” -183.160 según las cifras de diciembre de 2022- y sigan llegando inmigrantes que en su mayoría buscan empleo en sectores dinámicos como servicios o turismo.

Barragán también ha pedido que el debate sobre el reto demográfico no se limite a la cuestión de la segunda residencia, lo que a su juicio “sería un error”, un asunto sobre el que ha puesto el acento Luis Campos (Nueva Canarias).

Josefina Domínguez ha replicado al diputado nacionalista que al hablar de tasas de paro “hay que pensar en términos cualitativos del empleo” que se ofrece, y que también se da el fenómeno del éxodo laboral por la falta de oportunidades en determinados sectores.

Manuel Marrero (Sí Podemos Canarias) ha expresado su preocupación por el impacto demográfico de los nómadas digitales, por el fenómeno de la gentrificación, la carestía de la vivienda y los desahucios, y se ha preguntado cuántos turistas puede soportar Canarias.

El PP, en contra de poner límites

Carlos Ester (Grupo Popular) ha expresado su “estupor” por las cifras que ilustran el envejecimiento de la población en Canarias y se ha mostrado en contra de “poner límites poblacionales” porque teniendo en cuenta los riesgos de Canarias como “un territorio con una economía variable” podría darse una situación de “vacío laboral” llegado el caso.

También ha dicho que el movimiento migratorio “es fundamental” en Canarias, pues “permite mejorar la economía” y aporta “mano de obra” en determinados sectores.

Iñaki Lavandera (PSOE) se ha preguntado “qué motiva a una persona para comprar una segunda residencia en Canarias”, si el clima o “la rentabilidad aparejada”, o ambas cosas, y ha opinado que “es imposible una ordenación territorial mientras no abordemos este fenómeno de exclusión de espacios para que viva la población”.

También ha indicado que “el problema de fondo subyace algo que debemos poner en la mesa: nuestro modelo turístico”.

Jesús Ramos (ASG) se ha preguntado por su parte si en Canarias alguna vez se ha seguido un modelo de crecimiento o “se ha ido improvisando en función del modelo turístico”, teniendo en cuenta que hoy por hoy solo un tercio de los municipios tiene su ordenamiento actualizado. 

Repensar el futuro de las Islas

Desde el pasado mes de septiembre el Parlamento canario acoge la comparecencia de diferentes expertos en la comisión sobre el reto demográfico, cuyo principal objetivo es evaluar el impacto del crecimiento poblacional en las Islas y sus efectos sobre el empleo, el territorio y la economía. El pasado mes de noviembre fue el turno del presidente del Consejo Económico y Social (CES), José Carlos Francisco, quien instó a mejorar la planificación de Canarias y a “dimensionar todo” ante el incesante crecimiento demográfico del archipiélago, con 2,5 millones de habitantes previstos para 2033. En su intervención, apuntó que hay analizar los recursos sanitarios, educativos o los recursos naturales y evaluarlo por islas o comarcas dado que la realidad no es la misma: “El crecimiento de la población no es homogéneo, dentro de cada isla es distinto”.

Francisco incidió en que el crecimiento migratorio es “constante” en Canarias en los últimos años (más de 20.000 al año) dado que la tasa de natalidad es muy baja y ha apuntado que se debe empezar a trabajar también en su “integración” pues en 2050, la población de origen foráneo rondará ya el 30%. Aquí, explicó que el fenómeno migratorio en Canarias adopta muchos perfiles, como jubilados europeos residentes, profesionales del alto valor añadido, retornados de América, etc. que en muchos casos desempeñan trabajos que no ocupa ocupa la población local, caso de la población sudamericana que hace cuidados de familiares y dependientes.

Vivienda vacaciones y aumento de la población residente

Ya en 2023, Nueva Canarias, uno de los partidos impulsores de la comisión, planteó que esta extienda su análisis a los efectos del alquiler vacacional en el Archipiélago. Su portavoz parlamentario, Luis Campos, mantuvo que una de las derivadas del incremento poblacional es la dificultad de acceder a una vivienda a precios razonables, que aumenta con la desaparición del mercado residencial de miles de pisos o casas para ser reconvertidas en una modalidad de explotación turística. El dirigente de NC afirmó que este tipo de negocio es “legítimo” pero se mostró partidario de evaluar su repercusión en los problemas para comprar o alquilar una vivienda.

En su condición también de presidente de la comisión, hizo hincapié en el importante problema residencial existente en Canarias, que se acrecienta por el aumento de la población y la presión ejercida sobre el mercado, lo que dificulta el acceso a una vivienda, ya sea en propiedad o para ser arrendada.

Para el diputado de NC, los problemas para disponer de una residencia habitual, además de estar asociados al crecimiento demográfico y a la falta de oferta pública por la ausencia en la última década de política alguna (“hoy por suerte retomada” con la ejecución del plan canario para el periodo de 2020 a 2025 del Gobierno de progreso), están afectados por la actividad del alquiler vacacional.

Compra de vivienda por parte de extranjeros

Los últimos datos publicados por el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana señalan que en Canarias la compraventa de viviendas por parte de extranjeros (tanto residentes como no residentes en las Islas) ascendió a 9.067 operaciones, un 75,3% más que en el mismo período del año anterior.

Solo en el tercer trimestre de 2022 (de julio a septiembre), estas transacciones crecieron hasta las 2.808 operaciones, frente a las 1.888 registradas en el mismo periodo de 2021. Esto supone casi el doble, concretamente un 48,7% de compraventas realizadas por extranjeros en las Islas.

Teniendo en cuenta solo a los extranjeros residentes en España, las operaciones realizadas entre julio y septiembre en las Islas Canarias se situaron en 1.132, un 43,2% más que las 790 contabilizadas por el Ministerio en ese período de 2021. Los extranjeros no residentes en el país realizaron 1.676 compraventas, frente a las 1.098 del tercer trimestre de 2021, lo que supone un incremento del 52,6%.

Más de 2,5 millones de habitantes

El pasado mes de octubre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) afirmó que el número de hogares en Canarias se incrementará en 187.273 entre 2022 y 2037, superando la cifra del millón de hogares residentes en el archipiélago (concretamente, 1.057.881). Esto supondrá un aumento del un 21,5%.

En el mismo periodo (los próximos 15 años) la población residente en las Islas aumentará en 349.464 personas (un 15,5%). Estos dos datos juntos significan que se reducirá el número de personas que vive en cada hogar, al pasar de las 2,57 actuales a solo 2,44 en 2037, es decir, aumentará el número de hogares con una sola persona residente.