El Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC) -Intersindical Canaria (IC) denunció este martes que la Consejería regional de Educación “persigue y coacciona” al profesorado que se encuentra en baja médica para que se incorpore a sus puestos de trabajo, al tiempo que asegura que los docentes no cogen “caprichosamente y sin motivos” dichas bajas y que tienen “derecho a enfermar”.
Así lo manifestó a los medios la portavoz de STEC-IC, Juani Sosa, en una concentración delante de Inspección médica educativa en la capital grancanaria, acompañada por una quincena de personas que denunciaron en su protesta el “acoso laboral” de la Inspección al personal docente, acto que coincide en el día de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
“No son ciertos los números de baja”, “respeto a los enfermos”, “la inspección acosa al profesora”, “no al acoso laboral”, “no al desprestigio de la educación”, “adaptación de puestos de trabajo” constituyeron algunos de los gritos que profirieron los manifestantes, que portaban igualmente una pancarta con la frase “Inspección médica igual a acoso laboral”.
Sosa afirmó que “desgraciadamente hoy es el Día de la Seguridad y Salud en el Trabajo” y mostró su “solidaridad con las víctimas que mueren en el trabajo y con las personas que enferman”.
Ley de Prevención Laboral
Informó de que actualmente hay en el archipiélago unos 27.000 docentes de los que el STEC-IC estima que “un dos por ciento, unas 2.000 personas”, están de baja médica. En este sentido, agregó que la protesta tiene como fin “denunciar el talante represivo coaccionador de la Consejería de Educación que se atreve a decir que las bajas médicas del profesorado son elevadas y encima fraudulentas”.
En opinión de la dirigente sindical, “lo que tiene que hacer la Consejería es aplicar la ley de prevención de riesgos laborales, que no la está aplicando y se trata de una normativa que plantea evaluaciones de riesgo, vigilancia de salud periódica, formación y garantizar la participación de trabajadores”.
En este sentido, rechazó que “se hable de grandes cifras de personas de baja, en torno al 17 por ciento, y de ser bajas fraudulentas” y no se aporte a los sindicatos dichos datos para corroborarlos.
Añadió que son muchos los casos en que las bajas médicas vienen producidas por el ejercicio de la profesión docente y los riesgos que ello conlleva: problemas de la voz, estrés, hipertensión, “síndrome del quemado”, depresiones, dolores de espalda, cuello y extremidades.
Núcleo de la “miseria de la sociedad”
Se une a esto también la concentración en los centros de todas “las miserias de esta sociedad”, con familias desestructuradas, exclusión social, pobreza, entre otros, a la que los profesores aseguran que no pueden dar toda la respuesta que quieren, ya que no cuentan con los medios económicos, humanos y de organización del trabajo necesarios, “consecuencia clara de la política de recortes de la Consejería de Educación, provocando todo esto más sobrecarga emocional en los docentes. No tenemos herramientas para enfrentarnos a no enfermar”, argumentó Sosa.
Además, hizo especial hincapié en que los docentes “no están de baja médica por un capricho”. “Tenemos derecho a enfermar y que se nos proteja ante la enfermedad y derecho a la prevención, hay que invertir en recursos económicos y humanos para que no enfermemos y analizar y tomar medidas preventivas, no atacar al profesorado constantemente”, apostilló.