El uso de gasóleo en Juan Grande y Granadilla tiene un sobrecoste de 190 millones de euros que, si no se implanta el gas, “algún día va a haber que transferir a la tarifa eléctrica, cosa que el Gobierno canario no quiere bajo ningún concepto”.
Así lo afirmó hoy el consejero de Industria del Ejecutivo canario, Jorge Rodríguez, quien insistió por ello en la necesidad de implantar el gas y solucionar el costo que significa mantener el uso de gasóleo, que “es el doble de caro que el gas y lo va a ser siempre”.
Reconoció que la capacidad de las regasificadoras previstas en Gran Canaria y Tenerife es superior a la demanda, pero explicó que son plantas con medidas estándares definidas por el Gobierno estatal.
Si el territorio canario fuera continuo bastaría con una, pero dada su fragmentación es necesaria al menos una en cada isla capitalina, aseguró.
Por la necesidad de ahorrar 190 millones de euros, acercar a Canarias la tecnología del gas, y reducir del 30 al 50 por ciento las emisiones de CO2 a la atmósfera, el Gobierno canario ha planificado estas plantas y ya ha “hecho los deberes” y está a la espera del informe de impacto medioambiental que debe emitir el Ministerio del área, por el que se espera hace “dos años y medio”, y por el permiso del Ministerio de Industria.