“Tiene que haber un Gobierno capaz de frenar al oligopolio, porque la política energética en España ya no se sabe quién la hace”
Fundador de Equo, Juantxo López de Uralde defiende que la formación política que mejor está representado el ecologismo en España es Unidas Podemos. En ese espacio decidió quedarse a pesar del acuerdo al que su partido llegó con Más País de cara a las próximas elecciones generales del 10 de noviembre. El candidato por Álava al Congreso pretende crear un espacio verde dentro la formación con la que se presenta a los comicios. A su juicio, este país necesita un Gobierno capaz de frenar al oligopolio, porque “la política energética en España ya no se sabe quién la hace”.
Teme que ante la llegada de una crisis económica, de nuevo, las políticas medioambientales se vean afectadas. “Siempre se utiliza el chantaje de los puestos de trabajo para justificar cualquier aberración medioambiental”, sostiene el candidato. Además, se sorprende de que Canarias, territorio vulnerable a la amenaza del cambio climático, experimente un atraso en la implantación de energías renovables si se compara, por ejemplo, con Baleares.
Sostiene que es prioritario crear una empresa pública de Energía y apostar por la movilidad sostenible, entre otras medidas, y hacer así frente a la amenaza del cambio climático y a la pobreza energética. “El ecologismo no se dice, se hace”, asegura De Uralde en esta entrevista con Canarias Ahora.
¿En qué cree que falló Equo o Unidas Podemos para que no se pudiera evitar la ruptura que ha desembocado en que, probablemente, por ejemplo en el caso de Las Palmas, Unidas Podemos pierda una diputada y Más País no obtenga ninguna?
Es consecuencia de una fractura interna de Podemos y afecta a todo el espacio del cambio. Yo creo que es una mala noticia lo que está pasando. Siempre he sido defensor de la unidad y, además, desde 2015, cuando Equo se unió a Unidas Podemos, pues gracias a eso conseguimos los mejores resultados que nunca había tenido el ecologismo político en España. Ni Los Verdes ni nadie había tenido la presencia institucional y la influencia en las políticas que habíamos tenido hasta entonces. Yo simplemente estoy donde estuve, donde estaba y donde creo que hay que estar, que es en el espacio de Unidas Podemos, el que mejor está representando el ecologismo político en este momento.
¿Es posible un partido verde representativo y potente al estilo de Los Verdes alemanes dada la dispersión que hay entre PACMA, Los Verdes, Equo...?
Yo no creo que sea imposible, lo que pasa es que el voto verde en España tradicionalmente ha sido muy pequeño. En general, en todo el arco mediterráneo, el voto verde ha sido muy pequeño y no hemos conseguido históricamente una representación significativa. En este momento, y a salvo que en el futuro ese voto verde crezca, la mejor opción para el ecologismo político es esta, confluir, sumar y estar con otras fuerzas en este espacio del cambio y es esa suma la que está consiguiendo en estos últimos años una representación importante.
¿Cómo es posible que existiendo esa mayor conciencia del ecologismo, básicamente por la alerta climática, esos partidos no tengan tanto predicamento electoral? ¿Es porque partidos como Podemos están incluyendo en su programa su sensibilidad por el cambio climático y el ecologismo, o porque basta con ser de izquierdas para ser ecologista?
Yo creo que en España se ha dado una circunstancia histórica. Quizás, el hito más notorio fue el 15M, en el cual realmente hay una revolución ciudadana en contra del bipartidismo. Eso hizo que aquellas distintas líneas ideológicas que actualmente podrían estar separadas, a partir del 15M y de la aparición de Podemos, pues se abrió un espacio, que se llama genéricamente espacio del cambio, donde tenemos la capacidad como ecologistas de influir en las políticas que se desarrollan. Es decir, cuando hemos estado en un ayuntamiento como Madrid y desarrollamos Madrid Central, eso se asume como una propuesta puramente ecologista dentro del espacio que era entonces Ahora Madrid. Y lo mismo puede decirse del trabajo que hacemos en el Congreso y en otros lugares. Por lo tanto, estamos representados en ese gran espacio que es donde creo que se pueden desarrollar y donde se están desarrollando políticas verdes, ecologistas, y eso hace que a lo mejor lo que antes no había, que eran esas políticas verdes, ahora sí existen.
¿Por qué solo la gente de izquierdas tiene esa sensibilidad verde? ¿Porque en la derecha no existe? ¿Cuál es el trasfondo de que la situación de alerta en la que estamos no sea transversal?
La sensibilidad ante el Medio Ambiente es transversal. Todo el mundo, sea de derechas, de izquierdas o de centro, puede tener o no sensibilidad hacia el Medio Ambiente, hacia el deterioro ambiental o hacia los animales. Eso es así. Lo que ocurre es que cuando hay que hacer políticas para proteger ese Medio Ambiente, puesto que es la parte más frágil y la más débil, requiere de una acción pública relevante. Las acciones más efectivas en política ambiental han tenido un gran componente público, es decir, son los parques nacionales o las prohibiciones de sustancias tóxicas contaminantes, por ejemplo. Los gobiernos son los que pueden defender el Medio Ambiente frente a las corporaciones que defienden sus propios intereses. Y eso siempre lo ha representado la izquierda, porque la derecha, desgraciadamente, está defendiendo —y así lo ha hecho en España mientras estaba gobernando el PP- los intereses corporativos frente al interés común.
¿Y esa transversalidad no debería traducirse en un Gobierno progresista en el que exista en vez de un Ministerio de Transición Ecológica, una vicepresidencia que obligara a que todas las decisiones del Gobierno fueran transversales?
Nosotros entendemos que debería haber una vicepresidencia que coordinase todas las políticas ambientales porque la crisis ecológica es muy profunda y tiene muchas derivadas. No es solamente el cambio climático, es la pérdida de biodiversidad, los efectos sobre el agua, la disminución de las reservas de agua, los incendios forestales... Hay muchísimos elementos que conforman esa crisis y, por tanto, hacerle frente requiere necesariamente de una acción de gobierno que incluya a muchos departamentos y por lo tanto muy transversal. Por eso entendemos que sería necesaria esa vicepresidencia desde el punto de vista de la gobernanza, y así lo planteamos en nuestro programa.
¿Cree que la sociedad está suficientemente concienciada con el cambio climático o las políticas negacionistas están influyendo en la la percepción que tenga la sociedad sobre ello?
Hay una conciencia social creciente y además que está en este momento manifestada por los jóvenes que están saliendo a la calle. Creo que la manifestación del 27 de septiembre, la huelga general climática, fue una manifestación espectacular. Yo no recuerdo, quizás desde los tiempos de las viejas manifestaciones antinucleares en los años 80, manifestaciones ecologistas con tanta participación y eso es síntoma de que, efectivamente, como ocurre con el 8M con el feminismo, el ecologismo ha cuajado en la sociedad. La sociedad está por delante de la clase política en este aspecto y es la que está tirando del carro, afortunadamente.
Se lo preguntaba sobre todo por discursos como el de VOX, que son tan negacionistas. ¿Estas posiciones pueden tener algún impacto negativo?
Bueno, es tremendo que haya un partido político que además tiene buenas expectativas electorales y sea anti ciencia, porque realmente lo que está diciendo no se sostiene. Cuando defendimos en el Congreso la propuesta de declaración de Emergencia Climática leí una serie de datos científicos sobre cuestiones específicas sobre el aumento de las temperaturas de los mares, el aumento del nivel del mar, la reducción de las reservas de agua, que no son opiniones, que son datos basados en el seguimiento de muchos años. Entonces, dije que si había alguien que negara el cambio climático debía dar datos. Es decir, no está en discusión que las temperaturas están aumentando, por ejemplo. En el área mediterránea, además, están aumentando más que en el resto del mundo; es una región especialmente sensible. Las temperaturas de las aguas, la llegada de especies exóticas invasoras por los cambios ambientales... es algo que es tan visible que a mí me parece increíble que un partido que niega todo esto y que dice que es una milonga, como dicen algunos de sus portavoces, pueda sostener este discurso. Y encima, que la gente lo vote, Me parece que es de una irracionalidad absoluta.
Y ya que habla de datos, ahora que estamos en Canarias, ¿cómo afecta el cambio climático al carácter insular?; ¿son territorios más vulnerables?
Indudablemente, las islas son mucho más vulnerables porque dependen de recursos muy limitados y, por lo tanto, cualquier afección a esos recursos lógicamente puede tener impactos devastadores. La realidad es que precisamente por ser islas, la conciencia y la reacción debía ser mucho mayor.
Los efectos del cambio climático sobre el continente africano van a influir en las migraciones forzadas por sus consecuencias sobre la agricultura, la sequía... ¿Existen datos actualizados? Se ha hablado de 85 millones a 200 millones de personas desplazadas por esta causa. ¿Esa falta de precisión puede convertir en poco creíbles esas previsiones?
No hay datos actualizados porque una de nuestras reivindicaciones es que se reconozca el carácter de refugiados ambientales, es decir, que sean legalmente reconocidos. Eso no existe en este momento. Por lo tanto, muchas de las corrientes migratorias que se producen pueden tener una primera causa, un origen puramente ambiental. Sin embargo, estas personas se pueden contabilizar como cifra de refugiado económico o incluso de refugiado político. La sequía se habló en su momento de que podría ser una de las causas de la guerra en Siria. Es decir, que existe una relación entre el deterioro ambiental y otro tipo de conflictos y, desde luego, la pobreza y la dificultad de tener una forma de vida digna. Entonces, esta es la enorme dificultad y por eso nosotros hemos planteado en el Congreso la necesidad de que se reconozca el deterioro ambiental como una causa que puede obligar a la gente a moverse, a huir, a emigrar. Eso, entre otras cosas, facilitaría o pondría cierta claridad en los datos.
Ante la inminencia de una crisis económica como la que nos están amenazando, ¿cree que van a sacrificarse políticas ambientales por salvar a las grandes corporaciones, como siempre ocurre en la crisis globales, o hay mayor concienciación ahora para que se tenga en cuenta el factor ambiental para la salida de la crisis si es que llega?
Es verdad que la experiencia lo que viene a demostrar es que el Medio Ambiente siempre es pagano. Es decir, siempre pagan los más débiles, y como el Medio Ambiente, ni siquiera tiene voz, es fácil que pague. Entre otras cosas, porque siempre se utiliza el chantaje de los puestos de trabajo para justificar cualquier aberración medioambiental, sea una mina a cielo abierto, o sea lo que sea. Siempre se dice que va a generar empleo, ¿pero realmente cuánto va a destruir? Muchas veces esto no se tiene en consideración y menos en situación de crisis económica, en la cual todo se justifica. Entonces, en una situación de crisis hay un riesgo mayor.
Y, volviendo a Canarias, aquí podríamos ser referentes de energías renovables por todos los recursos que existen como las horas de sol. Llama mucho la atención que en Alemania sí se aprovechen recursos como este y en Canarias no. ¿Qué plantea Unidas Podemos?
Es un tema que llevamos reclamando desde hace tiempo. Llama la atención realmente el atraso de las energías renovables en Canarias, incluso, por ejemplo, las Islas Baleares están mucho más adelantadas en lo que se refiere a legislación propia. Han aprobado una ley por la cual se prohíben los vehículos de combustión en el año 2023, si no recuerdo mal, tienen una ley de cambio climático muy avanzada, es decir, que ni siquiera el hecho insular justifica la pasividad. Al contrario, precisamente por lo que decíamos antes, por tener más impactos, deberían ser más activos. Y creo que las Islas Baleares, en ese sentido, son un ejemplo de pasos que se están dando para aprovechar las condiciones ambientales que indudablemente tienen en las islas, en las que no hay combustibles fósiles, pero sí mucho sol y viento.
¿Y cuáles son propuestas más inmediatas de Podemos en esta materia?
Precisamente, nuestro primer punto del programa, que se llama Horizonte Verde, es una propuesta muy ambiciosa de reducción de las emisiones y que hay que trabajar en tres grandes planes: un plan para llegar al 100% de fuentes renovables en la producción de energía, un plan para impulsar el ahorro de energía en los edificios (y eso además generaría muchísimo empleo, nosotros calculamos que unos 600.000 puestos de trabajo) y un plan de movilidad sostenible, mucho más basado en la electrificación y en los transportes colectivos.
Además, esto lo complementaríamos con herramientas. Entendemos que el problema que tiene el sector energético en España es su modelo, es un oligopolio que controla. Después de darle muchas vueltas, creemos que la única forma de contrarrestar las políticas oligopólicas que tenemos en España es crear una empresa pública de energía, que ya la hubo en su día, pero que Aznar la privatizó. La defendemos por muchos motivos: para reducir la factura de la luz, para poner por delante el interés de las personas que tienen pobreza energética frente al interés de las empresas eléctricas, para hacerse cargo de las hidroeléctricas que tienen que revertir al Estado porque la concesión ha terminado... Hay un montón de razones por las cuales hace falta una empresa pública de energía, que es una de las propuestas más relevantes de nuestro programa.
¿Creen que los oligopolios lo van a permitir?
No se trata de que los oligopolios lo permitan. Se trata de que tiene que haber un Gobierno fuerte, capaz de frenar al oligopolio e impedir las puertas giratorias y todo lo que está pasando, porque la política energética en España al final ya no se sabe quién la hace. Da la impresión de que con tanta puerta giratoria como hay y tantos políticos trabajando en las empresas eléctricas, que son las eléctricas, las que hacen las políticas y eso debe terminar.
¿Por qué es mejor votar a Unidas Podemos que a Más País, teniendo en cuenta que de la escisión de Equo que se ha ido a Más País hay un programa electoral muy parecido? ¿Qué le diría usted a esos votantes que ahora se quedan con una sensación de ruptura Matrimonial?
Nosotros decimos que el ecologismo no se dice, el ecologismo se hace. Llevamos muchos años trabajando en Unidas Podemos en propuestas concretas, en el ámbito municipal, regional y nacional, de lucha contra el cambio climático y también en solitario. Cuando nosotros estábamos en el Congreso en 2015, por ejemplo, la Comisión de Cambio Climático ni siquiera era legislativa y no se había acordado el acuerdo de París. En fin, hay muchísimas cosas que hemos hecho en solitario. Fundamentalmente, yo creo que Unidas Podemos es quien realmente está representando el ecologismo político en España y todo el mundo tiene derecho legítimo a presentarse a las elecciones, pero quizás sean ellos los que deban explicar cuál es la diferencia que justifica que vayan por otro camino, porque eso es lo que no queda muy claro viendo el programa, donde hay reflejadas muchas de las ideas que hemos trabajado en este tiempo.
¿Cuál es el futuro de Equo?
Realmente, lo importante es cuál es el futuro del ecologismo político. Yo creo que el futuro del ecologismo político tiene que estar en Unidas Podemos y además tiene que tener una herramienta propia. Nosotros, mucha gente que antes estaba en Equo y que ahora no, vamos a conformar un nuevo espacio dentro de Unidas Podemos, un espacio verde, porque la opinión pública nos reconoce a Unidas Podemos, lo dicen las encuestas, como digamos la fuerza política más ecologista. Eso es lo que las encuestas dicen y nosotros no vamos a renunciar a ese espacio. El ecologismo no se dice, se hace y nosotros lo estamos haciendo y no vamos a renunciar a ese espacio porque es fundamental en el siglo XXI, porque no se pueden hacer políticas sin hacer frente a la crisis ecológica, no tiene sentido y porque hemos sido los que con más fuerza lo hemos hecho y lo vamos a seguir haciendo.