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Lloret aplaza su afiliación a CC para evitar la fuga de militantes en Fuerteventura

Canarias Ahora

Las Palmas de Gran Canaria —

Sergio Lloret, portavoz de Asambleas Municipales de Fuerteventura en el Cabildo hasta principios de octubre, ha solicitado aplazar su afiliación a Coalición Canaria hasta después de las elecciones locales y autonómicas de mayo de 2005.

En un comunicado difundido este jueves, Lloret explica que ha adoptado esta decisión ante la amenaza de determinados cargos públicos de abandonar el partido si se enrolaba en el mismo.

Quien fuera feroz opositor a las políticas del nacionalista Mario Cabrera, presidente del Cabildo de Fuerteventura, suspende la tramitación de su afiliación “en aras de mantener la cohesión del proyecto de Coalición Canaria en Fuerteventura, así como la estabilidad de las instituciones de la isla”.

Lloret señala que su solicitud de afiliación “solo tenía una motivación”, incorporarse al proyecto nacionalista de CC “y así poder participar en los debates internos, con el fin de impulsar, junto con el resto de compañeras y compañeros, el progreso socioeconómico de nuestra isla, siempre dentro del marco de la sostenibilidad de Fuerteventura”.

El consejero ha querido mostrar su agradecimiento a quienes han impulsado la idea de su incorporación a la formación nacionalista, “en especial a la agrupación de CC de Tuineje”. “A todos quiero comunicarles que me tienen a su entera disposición, con el firme convencimiento de que proseguiremos trabajando juntos por el bienestar de Fuerteventura y por la unidad nacionalista”, concluye Lloret.

La decisión del secretario general de CC en Fuerteventura, José Juan Herrera Velázquez, de avalar la afiliación al partido del que hasta entonces era la bestia negra del presidente del Cabildo provocó la petición de baja de más de 125 militantes de los municipios de Puerto del Rosario, Antigua, La Oliva y Pájara, entre los que se encontraban los concejales nacionalistas en esos ayuntamientos y los consejeros de la primera corporación insular. Incluso el propio Mario Cabrera amenazó con irse.