Podemos, la fiesta que al final no fue

Alicia Justo

Las Palmas de Gran Canaria —

Lo que se antojaba como una fiesta comenzó a torcerse a medida que iba aumentando el escrutinio de los votos. En un principio, una carpa colocada por simpatizantes de la coalición de izquierdas en la misma arena de la playa daba la bienvenida al hotel Exe Las Canteras, el cuartel general donde los líderes de la formación esperarían el desenlace electoral.

Tras el escrutinio de más del 80% de los votos, la secretaria general de Podemos en Canarias, Meri Pita, confesó sentirse preocupada y en estado de “shock” con unos resultados que demuestran que el votante del PP no castiga a los corruptos. “Nada le pasa factura al PP, ni las cuentas en Panamá, ni Rita Barberá, ni el ministro de Interior; es terrible”, lamentó.

Por ello, reclamó hacer un profundo análisis desde la autocrítica y la coherencia, ver en qué se ha fallado y cómo llegar a esa parte del electorado que pasa por alto la situación de los populares.

Pita resumió con una sola palabra qué ha podido influir en la subida de escaños de los populares: miedo. “El miedo como herramienta de hacer política, que al final incide al voto más conservador”. Además, lanzó críticas contra las encuestas que consagraban a Unidos Podemos como segunda fuerza en el Congreso. “Nosotros decimos que son apuestas, no se explica que las encuestas se hayan equivocado todas de una manera tan evidente”, dijo.

En cuanto a la formación de un nuevo gobierno, la secretaria general anunció que Pablo Iglesias ya le había mandado un mensaje a Pedro Sánchez para iniciar el proceso de negociación y reiteró que siguen apostado por un gobierno de progreso.

El desánimo comenzó con el recuento de los votos

La decepción se hizo patente con las primeras declaraciones de la noche que vinieron a cargo del teniente de alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, y de la parlamentaria Conchi Monzón. Doreste quiso agradecer en primer lugar a los apoderados que han vigilado que fuera un “proceso limpio y democrático” al tiempo que llamó a la calma mientras durara el escrutinio e hizo hincapié que aún quedaba el recuento del voto por correo. Por su parte, Conchi Monzón coincidió con su compañero y pidió prudencia hasta que se cerrara el recuento.

La sala contigua al espacio reservado para la prensa recibió a un par de simpatizantes que mostraban su desánimo, algunos que otros abrazos que intentaban transmitir ánimos, varios lamentos e invitaciones a la reflexión, como la petición del concejal de Participación Ciudadana de Las Palmas de Gran Canaria, Sergio Millares, a los mismos periodistas.

A la salida del hotel ya la carpa había desaparecido de la arena. También con ella las ganas de celebrar.

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