Los grupos nacionalista y socialista lograron este martes con sus votos que el pleno del Parlamento de Canarias tomara en consideración su propuesta para un nuevo Estatuto de Autonomía, pero tramitarán la reforma en solitario, al anunciar el PP, Nueva Canarias y el PIL que no participarán en el proceso.
El PP votó en contra de la toma en consideración de la propuesta de reforma porque se plantea al final de la legislatura como una cortina de humo, como una frivolidad irresponsable que busca centrar el debate político en un asunto ajeno a los intereses de los ciudadanos, que lo que demandan al Gobierno de Canarias son soluciones ante la situación económica. El grupo mixto (Nueva Canarias y PIL) se abstuvo, pero anunció que no estará en la ponencia para no ser comparsa de una maniobra “inútil, extemporánea y oportunista, condenada al fracaso”, planteada desde una óptica partidista y no por una voluntad real de cambio político.
Tanto el PSOE como el grupo nacionalista insistieron sin éxito en apelar a la responsabilidad de la oposición para participar en un debate en el que todos son necesarios. El diputado del PSOE Julio Cruz afirmó que la reforma del Estatuto es uno de los retos que se planteó el pacto de gobierno con vistas a la actualización de los instrumentos del autogobierno.
“No pretendemos eludir el debate sobre la reforma electoral”, aseguró el representante del PSOE, sino abordarlo en el marco del Estatuto de Autonomía. Afirmó que se trata de un estatuto más social y democrático, que “blinda” jurídicamente el Régimen Económico y Fiscal (REF) y que es más integrador, al establecer el principio de modulación de las políticas estatales para las islas.
Las competencias en costas, en transporte aéreo y en aeropuertos deben ser asumidas por la Comunidad Autónoma, según Julio Cruz, quien defendió también que se dé al Gobierno de Canarias la posibilidad de dictar decretos ley o que se pueda disolver el Parlamento regional anticipadamente. A los diputados del PP, Julio Cruz les dijo que una cosa es discrepar sobre el contenido de esta propuesta y otra excluirse de su debate, porque “no sobra nadie”, y pidió que quien no quiera participar al menos no intente frenar la reforma con la excusa de que no está consensuado.
José Miguel Ruano, del grupo nacionalista, dijo que el propósito es contar con todos los grupos del Parlamento de Canarias. “Queremos estar cómodos en el Estado para ejercer nuestras competencias con suficiencia y promover el desarrollo económico y social del archipiélago”, porque el marco vigente “no es suficiente”, dijo Ruano, que contrastó esta posición responsable con los desafíos que plantean otras comunidades autónomas.
Los grupos nacionalista y socialista están planteando un escenario de acuerdo, y quien no lo vea así, quien no quiera actualizar el Estatuto, hace “un flaco favor” al encaje de Canarias en el Estado, dijo Ruano.
“Ni voluntad compartida ni necesidad objetiva”
Sin embargo, el representante del grupo Popular, Asier Antona, dijo que no hay “ni voluntad compartida, ni necesidad objetiva, ni consenso político, ni sentido de la oportunidad” para reformar el Estatuto y sostuvo que la propuesta es una cortina de humo para desviar la atención hacia asuntos ajenos al interés de los ciudadanos, que lo que demandan son respuestas del Gobierno de Canarias ante la crisis económica y social.
Consideró insólito que se plantee reformar el Estatuto de Autonomía sin contar con el primer partido en Canarias y en España, el PP, y sin dialogar con cabildos, ayuntamientos o agentes sociales. “Tratar de situar el Estatuto en el centro de la agenda política es un desatino, una frivolidad y una irresponsabilidad”, dada la situación económica y social, sostuvo Antona, quien mostró su sorpresa por el apoyo del PSOE a un texto que “nace de las entrañas más rancias del nacionalismo canario”.
Román Rodríguez dijo en representación del grupo mixto que no van a ser “comparsas de nadie” ni a participar en una maniobra que no busca cambiar el Estatuto, ni mejorar las cosas, sino utilizar la reforma de forma partidista para perseguir el poder por el poder. “Claro que es necesario más autogobierno, pero sobre todo es necesario un mejor gobierno”, y el ejecutivo canario no lo está haciendo bien, dijo.
PSOE y CC se niegan a cambiar el sistema electoral, un debate que sí es demandado por la ciudadanía, no así el del Estatuto, denunció Román Rodríguez. Acusó a Coalición Canaria de utilizar históricamente la reforma del Estatuto como una estampita que saca o retira en función de que le garanticen mantenerse en la presidencia del Gobierno de Canarias por exclusivas razones de poder.
Justificó la abstención porque el debate se plantea para eludir el debate de la reforma electoral y anticipó que CC volverá a retirar la reforma si les hace falta de nuevo conservar el poder. Román Rodríguez afirmó que “si ahora hay un Estatuto de segunda categoría es porque cuando hubo ocasión de cambiarlo en 2007 alguien sacrificó esa posibilidad para conseguir ser presidente”.