La portavoz socialista de Cultura en el Parlamento regional, Encarna Galván, ha pedido al Gobierno de Canarias “colaboración” para impedir el derribo de la Biblioteca Pública del Estado de Las Palmas de Gran Canaria, inmueble sobre el que pesa desde hace 11 años una sentencia de demolición que, pese a los sucesivos intentos del Ayuntamiento de la ciudad, no ha podido ser enmendada. “Sin entrar en de quién es la competencia, solicito al Gobierno autonómico que se implique para evitar el derribo de ese inmueble”, afirma Galván, para quien ahora “lo importante no es entrar a buscar las responsabilidades o los motivos de que se haya llegado a esta situación, sino que todos colaboremos para evitar la desaparición de este centro”.
Como explica la portavoz socialista de Cultura, estas bibliotecas “prestan un importante servicio público en todas las comunidades autónomas, más en estos tiempos de crisis”, por lo que llama a las administraciones implicadas a “no resignarse” y “a trabajar para garantizar supervivencia de las bibliotecas”. En este sentido, Encarna Galván anuncia que el PSOE pedirá también al Ejecutivo regional que interceda ante el Estado para solicitar una dotación económica “suficiente” para la viabilidad de las bibliotecas del Estado en Canarias, instituciones cuya financiación para adquisición de fondos bibliográficos ha quedado “reducida a una aportación testimonial en los actuales presupuestos nacionales”.
El Grupo Socialista Parlamentario Canario, a instancias de Galván, llevará al pleno del Parlamento una proposición no de ley en esta línea, iniciativa que buscará el apoyo de los grupos parlamentarios y del Ejecutivo regional para llevar esta petición a Madrid. “Mi principal preocupación es la ausencia de una dotación de fondos para la adquisición de fondos bibliográficos en unas bibliotecas, las del Estado, que cada vez tienen más demanda de usuarios”, apunta Galván. Según ella, no es de recibo el “recorte brutal” en educación y cultura que está llevando a cabo el Partido Popular, una reducción que en el caso del dinero para fondos bibliográficos “ha pasado de una dotación económica en 2010 que transfería a las comunidades más de 18 millones a una aportación que en 2013 está abierta simbólicamente con 100.000 euros”. “Hay que hacer ver al Gobierno central la importancia de la labor que están llevando a cabo las bibliotecas”, concluye.