El Instituto Geográfico Nacional (IGN) registró este viernes un temblor de intensidad 2,9 al noroeste de La Frontera que pudo ser sentido por la población. Según los datos que se manejan hasta el momento, el movimiento sísmico se produjo a las 11.55 horas, a 22 kilómetros de profundidad.
Según se tiene constancia, otro de la misma magnitud fue detectado dos horas antes, con el mismo epicentro aunque producido a 16 kilómetros de profundidad.
El tercero en intensidad desde el 2,5 de la pasada madrugada se produjo a las 12.33 horas de este viernes, a 19 kilómetros de profundidad y epicentro también al noroeste de La Frontera. Por otro lado, desde las 09.20 de esta mañana se han producido ya más de una docena de movimientos sísmicos.
Terremotos durante la noche
El Hierro registró durante la madrugada y primeras horas de este viernes un total de 16 seísmos de baja magnitud -entre 1,5 y 2,5 grados en la escala de Richter-, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN).
La mayoría de los movimientos sísmicos tuvieron lugar al noroeste de La Frontera, municipio del norte de la isla, y a una profundidad de entre 19 y 23 kilómetros bajo el mar.
Respecto a la mancha, se observa “poco” burbujeo en la zona de cabecera y se reporta la aparición de fragmentos de lava en la superficie pero en aproximación a la zona en la lancha de la Guardia Civil no se ha podido observar ninguno.
Composición química
Por su parte, científicos del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), organismo dependiente del Cabildo Insular de Tenerife, y en la actualidad formando parte del Instituto Volcanológico de Canaria (Involcan), han informado al Pevolca de los resultados de las investigaciones de la composición química e isotópica de los gases disueltos en las aguas del Mar de las Calmas para detectar y delimitar las masas de aguas afectadas por las descargas volcánico-magmático-hidrotermales procedentes del volcán submarino al sur de La Restinga.
Así, los perfiles geoquímicos verticales realizados por científicos del Involcan en el Mar de las Calmas, próximos a la zona dónde existe un mayor burbujeo de gases volcánicos, reflejan enriquecimientos “muy significativos” de helio (He) y dióxido de carbono (CO2) disueltos en el agua de mar.
Estos enriquecimientos se acentúan a unos 100 metros de profundidad en los perfiles geoquímicos verticales más próximos al burbujeo localizado al sur de La Restinga como consecuencia de la profundidad de la boca eruptiva submarina, la magnitud de su descarga volcánica-magmática-hidrotermal y la corriente marina predominante.