El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha reconocido este jueves la “gravedad” del impacto del coronavirus en la economía del archipiélago, especialmente en el sector turístico, pero ha dejado claro que preservar la salud “está por delante”.
En declaraciones a los periodistas en el patio del Parlamento, ha apuntado que “lo primero” en la actual situación es “no lamentar pérdidas humanas” y por ahora no hay fallecidos en Canarias, aunque no ha descartado que los pudiera haber como en otras comunidades autónomas.
Torres ha señalado que la suspensión de actos de más de 1.000 personas en Canarias “no es una recomendación, es una prohibición”, al tiempo que ha advertido a cabildos y ayuntamientos de que las que aprueben dentro de sus competencias tienen que ser “restrictivas” y comunicadas a la Consejería de Sanidad.
Además, ha recordado que Canarias fue la primera comunidad en registrar un caso --en La Gomera el 31 de enero-- y la primera en poner un hotel en aislamiento, subrayando que se está “respondiendo” con la fortaleza del sistema sanitario público a una pandemia que afecta a más de 100 países.
Ha insistido en que el archipiélago “no es zona de riesgo” pero avisa de que no se descartan nuevas medidas a las aprobadas ayer en Consejo de Gobierno pues todo depende de la actualidad de los acontecimientos.
Torres ha señalado que este caso de salud pública es “inédito” y hay que responder “con contundencia” ya que la preocupación generaliza es que el coronavirus “repunte” y pueda haber dificultades para atender los casos más graves.