“Tenemos miedo a los recortes de la derecha, no a Podemos”
Un militante, un voto; primarias abiertas para los cabezas de lista de las principales instituciones, y la elección por la militancia -mediante listas abiertas- del resto de las planchas electorales. Son las tres propuestas que han lanzado militantes de base de la Agrupación Socialista Juan Rodríguez Doreste de Las Palmas de Gran Canaria al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, a través de una carta en la que reclaman un cambio “radical y profundo” de la estructura de la organización.
Josué Íñiguez, de 28 años, es uno de los firmantes. Este “aprendiz de ferretero”, como se define en Twitter, se mueve en las corrientes más inquietas de la familia socialista canaria, convencido de que aún puede ser el PSOE quien lidere el proceso de cambio. “No tengo nada de casta”, defiende Íñiguez, que el año pasado dejó los puestos de responsabilidad que ocupaba en Juventudes Socialistas (Secretario de Empleo y Vivienda de JS en España y de Organización en Gran Canaria) para centrarse en su trabajo en el comercio.
“Toca reaccionar”, dice la carta dirigida la pasada semana a Rubalcaba. ¿Está a tiempo el PSOE de revertir la situación y evitar un nuevo descalabro en las elecciones de 2015, como ya pronostican las encuestas?
Se puede y por eso damos el paso al frente. Creemos que el PSOE es la verdadera herramienta de cambio en este país. No podemos pensar que la irrupción de Podemos, con 1,2 millones de votos y 5 eurodiputados, es más que los 14 eurodiputados y los millones de votos del PSOE. Con eso hay que trabajar, escuchar el mensaje y cambiar.
¿Qué fórmulas proponen para abrir el partido a la sociedad?
Planteamos tres cosas. La primera es revitalizar el mensaje, las propuestas y las ideas con principios que se asientan en la Revolución Francesa, en la Revolución Americana. Un socialismo adaptado al siglo XXI. En el ámbito interno, dotar al militante de más poder, participando en una democracia mucho más directa. Y, hacia fuera, que los candidatos del PSOE sean candidatos de la ciudadanía, que esta participe también, mediante unas primarias, en la elección de los candidatos. Creemos que, a través de esas tres cosas, el partido se puede orientar hacia fuera, que es lo que hace falta, retomar la toma de tierra que hemos perdido.
Plantean un giro a la izquierda, el “espacio natural” del PSOE. De entre los candidatos que ya se han postulado a la secretaría general, ¿quién representa mejor esos valores del socialismo clásico?
No me veo en condiciones de mencionar a un candidato por todos los compañeros que firmamos esta carta. Yo tengo mi preferencia personal, que es Eduardo Madina. Pero esto va más allá de un candidato u otro, lo que reclamamos es un cambio en el partido. Creo que el proceso ya se ha abierto, que el PSOE ha abierto un camino, van a votar 200.000 militantes y esto hace quince días o tres semanas era una cosa completamente imposible. Y eso ya va a ser introducir cambios gane quien gane.
En julio toca Congreso para elegir secretario general y en noviembre, primarias para decidir quién será el candidato a la presidencia del Gobierno. ¿Cree que una bicefalia restaría operatividad al partido?
Es una cosa que tenemos que decidir. Hay partidos que viven con la bicefalia sin ningún problema. El PSOE se ha adaptado a cosas tan duras como el exilio o la clandestinidad. Son cosas que hay que probar, ver, debatir y decidir. No tengo miedo a una bicefalia.
¿Qué sintió al ver como diputados del PP aplaudían a Rubalcaba por reivindicar el pacto constitucional y la monarquía después de decir que el PSOE tiene alma republicana?
Como militante de base me sentí apenado al ver a mis compañeros. A nadie se le escapa la imagen de muchos compañeros votando con la cabeza gacha la abdicación del rey. Entiendo en parte cuál fue la postura de Alfredo Pérez Rubalcaba, pero creo que esta cuestión entroncaba con la identidad ideológica y que se podría haber actuado de otra manera.
¿Echó en falta más gestos como el de Odón Elorza, que se abstuvo en la votación a la ley orgánica de abdicación?
Tampoco podemos trasladar el mensaje de que el PSOE está roto, dividido. Es una situación compleja. La dirección debería haber optado por un proceso de reflexión más que por coronar a la carrera a Felipe VI.
Con apenas tres meses de vida, Podemos se convirtió en la cuarta fuerza más votada en Canarias y en la tercera en Las Palmas de Gran Canaria. En este municipio, a tan solo cuatro puntos del PSOE. ¿Cómo valora la irrupción de esta formación?
La situación anima a que surjan este tipo de movimientos. Creyendo que el PSOE es la verdadera herramienta de cambio, tampoco me asusta que aparezca un partido a la izquierda que pone nuevos planteamientos sobre la mesa. De hecho, parte de la revolución del PSOE es por el meneo que la dirección ha sentido. Ahora bien, también hay que tener en cuenta las circunstancias. Es la tercera fuerza en Las Palmas de Gran Canaria en unas elecciones en las que no concurre Nueva Canarias, en las que no concurre Compromiso y en las que hay muy baja participación. Es decir, no estamos hablando de unas elecciones municipales. Dudo mucho que puedan repetir ese resultado en unas elecciones municipales porque los ambientes son distintos. Ahora bien, no hay ni que minusvalorarlos, como han hecho algunos compañeros, ni reírse de ellos, como han hecho otros. Simplemente son unos actores nuevos, a nuestra izquierda supuestamente, con los que hay que debatir igual que con el resto.
“El miedo ha cambiado de bando”, aseguraron en su primera asamblea en Gran Canaria tras las elecciones. ¿Tiene el PSOE miedo a Podemos?
Los militantes socialistas no tenemos que tenerles miedo. El socialismo llegó a España para quedarse y nosotros damos un paso al frente ahora como militantes porque creemos en eso. El verdadero miedo es el de la derecha, de los recortes. A eso sí le tengo miedo y es lo que tenemos que combatir y combatimos. A Podemos no le tenemos miedo.
¿Qué futuro le augura a esta formación? ¿Lo ve como un fenómeno efímero o como un proyecto con una base sólida?
Están empezando a tener sus primeros problemas, como es normal, es una organización que acaba de nacer. La tarea que tienen por delante es complicada. Una cosa es concurrir con una lista nacional y con un cabeza de lista que sale mucho en la tele en unas elecciones de baja participación y otra cosa es montar una estructura, con un programa en pueblos, municipios, y que eso también tenga su correlación con una política autonómica o nacional. Creo que lo van a tener francamente complicado, que no lo van a tener tan fácil como lo han tenido hasta ahora.
Según la encuesta de Celeste-Tel publicada recientemente por eldiario.es, el 32,5% de los votos de Podemos proceden del PSOE. ¿Cómo se puede recuperar la confianza de estos ciudadanos?la encuesta de Celeste-Tel publicada recientemente por eldiario.es
Con las tres fórmulas que hemos puesto sobre la mesa. Ese es el camino. El PSOE es un partido con vocación de mayorías y eso también tiene que guiarnos, pero creemos que un giro a la izquierda y una apertura de la sociedad hacia el exterior y a la ciudadanía es el camino.
En caso de que Podemos consiga acceder a las instituciones canarias, ¿sería partidario de buscar un acercamiento con ellos para conformar mayorías de izquierda?
La vocación del PSOE es hablar casi con todos, entendiendo que nos movemos en un margen de centro-izquierda y que de ese margen no nos vamos a mover. ¿Entra Podemos? Sí. El PSOE no va a tener problemas en hablar con otras formaciones. Los problemas los van a tener otros, no nosotros.
¿Qué opinión le merece la acción de los consejeros socialistas en el Gobierno de Canarias?
En Canarias no se está sintiendo la crisis de la misma manera que se está sintiendo en otras comunidades autónomas y eso es fruto de la presencia de los compañeros del PSOE en el Gobierno. Pero eso no es suficiente. El PSOE tiene que ser motor de cambio. Los compañeros tienen que dar un paso al frente y generar un cambio. No basta con hacer de dique. Es una realidad constatable que en Canarias no hay mareas blancas ni verdes, porque hay un PSOE que hace contrapeso a las políticas de la derecha, pero hay que dar un paso y proponer ese cambio.
¿Fue un error pactar con CC?
Somos hijos de nuestro tiempo. Se tomó esa decisión pensando que era lo mejor para Canarias y lo único seguro es que, en un pacto CC- PP, los canarios vivirían peor de lo que viven ahora.
¿Cree que ha manejado bien la dirección regional las crisis abiertas en La Palma y Tenerife?
Estamos viviendo un tiempo muy convulso, en el que no basta con ganar congresos, sino que hay que tener, aparte de ese poder, autoridad. Ni unos ni otros están actuando de manera correcta. No entiendo esas deslealtades tan abiertas, ya no a la dirección, sino al partido, pero también creo que la dirección podría haber sido un poco más flexible con algunos temas, tener un poco más de cintura.
Recientemente doce partidos firmaron el Pacto por la Democracia en Canarias para tratar de modificar el sistema electoral. El PP se borró a última hora y el PSOE y CC no respondieron a los promotores. ¿Deben estar los socialistas en esa lucha?doce partidos firmaron el Pacto por la Democracia en Canarias
Es un debate que está sobre la mesa. Todos los partidos van a acabar hablando y hay un síntoma: los cambios en el partido producen cambios hacia fuera. Si en el PSOE vamos a votar al candidato a la presidencia del Gobierno de Canarias entre todos los canarios, no solo militantes, en una circunscripción única, más pronto que tarde alguien dirá: Si entre todos votamos al candidato, también tiene lógica que entre todos votemos al presidente. Es un debate que surgirá con toda naturalidad.