Román Rodríguez cree que el año político en Canarias ha tenido “más sombras que luces”

Román Rodríguez, presidente de Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-bc), considera que 2024 ha sido un año “con más sombras que luces” en la política canaria. El dirigente destaca como positivos “el resurgir de la preocupación ciudadana con el territorio, el medio ambiente y el modelo de desarrollo, expresada en las masivas movilizaciones celebradas el 20 de Abril, así como la solidaridad de nuestro pueblo con los migrantes que llegan a las Islas”. Y en el lado negativo sitúa “el fracaso migratorio, el deterioro de los servicios públicos y la persistencia -pese al crecimiento económico- de bajos salarios, elevada pobreza y exclusión social”.

En su opinión, el crecimiento económico canario ha estado muy vinculado a los datos del sector turístico, no solo respecto al número de visitantes, sino también con relación al incremento del gasto que estos efectúan. Un turismo que considera que se hace preciso modular “para que sea sostenible y para que sus beneficios sean percibidos claramente por la población canaria”. Esa preocupación motivó las movilizaciones del 20A con gran participación ciudadana y con exigencias como la moratoria en las islas saturadas, la aprobación de una tasa sobre las estancias turísticas o la regulación adecuada del alquiler vacacional, además de las mejoras laborales y salariales.

El Gobierno de CC y PP “desoye esas razonables reclamaciones que buscan un turismo más sostenible”, según Rodríguez, rechazando en el Parlamento la implantación de un impuesto a las pernoctaciones turísticas y con una ley sobre el alquiler vacacional que, al no plantear una moratoria mientras se elaboraba, multiplicó exponencialmente las inscripciones de nuevas viviendas vacacionales.

Educación

En 2024, Canarias profundizó, además, “en una fiscalidad injusta, que beneficia a las rentas más altas, a una minoría de la población, mientras castiga a los que tienen ingresos medios y bajos, es decir a la inmensa mayoría de los hombres y mujeres de Canarias”, explica Rodríguez. Para el presidente de NC, los presupuestos de la Comunidad Autónoma “condenan al retroceso a nuestros servicios públicos”, como en educación, que, recuerda el líder nacionalista, llegó a disponer de una inversión equivalente al 4,63% del PIB al final de la anterior legislatura y ahora apenas supera el 4%, incumpliendo la Ley de Canaria de Educación.

Rodríguez considera que 2024 también fue un año “perdido” en materia de vivienda. “Urge implementar actuaciones firmes, entre otras el impulso a la construcción de más vivienda pública y la adopción de medidas para la incorporación al mercado una parte de las viviendas hoy vacías, más de 200.000 en nuestra comunidad”.

Migraciones

Respecto a las consecuencias de los fenómenos migratorios, el líder de NC califica de “dramáticas” las cifras dadas a conocer estos días, que estiman que unas 9.800 personas perdieron este año la vida en la ruta canaria. Y asegura que la situación no remitirá en las próximas décadas por la explosión demográfica en muchos estados de África, por la persistencia de conflictos bélicos y de regímenes represores y por la crisis climática, que acentuará las condiciones negativas para el desarrollo de la vida en muchas regiones.

Para el dirigente canarista “es lamentable el bloqueo de la derecha española a la hora de modificar el artículo 35 de la Ley de Extranjería para facilitar una mejor atención a los más de 6.000 menores que se encuentran en las Islas, mediante su distribución obligatoria por el conjunto de las comunidades autónomas”. Y apuesta por “una acción global a nivel mundial que posibilite movimientos migratorios regulados y seguros, que posibilite oportunidades de alcanzar una vida digna a millones de personas y, al tiempo, cubra la falta de mano de obra de distintos sectores económicos en los estados receptores”.

En el ámbito global, Román Rodríguez destaca la continuación de la guerra en Ucrania y el genocidio que Israel está llevando a cabo en Palestina, así como la preocupación por la extensión de la ultraderecha, coronada con la victoria de Trump en noviembre, y sus consecuencias por su discurso “reaccionario, negacionista de la crisis climática, xenófobo y machista”.