Joaquín Sagaseta, candidato número 3 de la candidatura de la coalición Alternativa Ciudadana Sí Se Puede al Parlamento de Canarias afirma que el Gobierno regional es, en términos sociológicos, un bloque conformado “por poderes caciquiles decadentes, propios del mundo de gatopardo, una burguesía depredadora, especuladora y que no crea riqueza, sino que adora al becerro del oro, que busca por encima de todo la ganancia aquí y ahora, pero que no tiene ninguna estrategia para el desarrollo de Canarias”.
En su opinión, en Canarias “tenemos una caricatura de presidente puesto que hablamos de la cabeza visible de un Ejecutivo que ha realizado una chapuza de gestión, que ha llevado a las Islas a la cola de todos los rankins positivos y a liderar los negativos, además de que se trata de un político que trató de influir en un concurso de oposición para favorecer a un familiar suyo, concretamente a una sobrina para que accediera a la policiía local de Arona”.
Denuncia Sagastea que “desgraciadamente Canarias está gobernada por el mundo de los negocios lumperiles que ni siquiera crean riqueza en las islas, ya que hablamos de un mundo de negocios especulativo, por lo que insiste en que realmente no estamos gobernados por los políticos sino por los grandes poderes económicos”.
Para el abogado laboralista, ese bloque que gobierna en las Islas “tiene diversas expresiones políticas con un aire de familia particular, de tal modo que como en toda buena familia, existen desavenencias y tensiones, pero se da el hecho de que todos solucionan sus problemas en los consejos de administración y en el mundo de los negocios, expresiones políticas representadas en los cuatro grandes partidos (PSOE, PP, CC y NC) que antes de que se produzcan los comicios del 22-M, por lo tanto antes de que se pronuncien los ciudadanos, ya están hablando y especulando sobre los pactos futuros en donde se repartirán el pastel”.
“Coinciden en lo principal”
El candidato de Sí Se Puede advierte que “esas expresiones políticas del lumpen de la burguesía que gobierna en Canarias mantienen abierto esos pactos porque son bloques que en el fondo, aunque se presenten diferentes ante los ojos de los ciudadanos, coinciden en lo principal, en sus intereses materiales, aspecto que se ha convertido en decisivo”.
Desde su punto de vista, “ese pegamento del poder es el que gobierna en Canarias, donde estamos ante un mundo completamente lumperizado, tremendamente penetrado de la corrupción político-empresarial y que lo conforman esos cuatro segmentos, desde una burguesía rapaz, unos poderes caciquiles totalmente decadentes, una alta burocracia corrupta hasta el tuétano, que después tienen sus prolongaciones políticas en los partidos que se reparten las instituciones como si fueran cromos”.
En definitiva, Joaquín Sagaseta afirma que “entre ese mundo de los negocios que apesta y el regímen político no existe solución de continuidad porque hablamos de una prolongación aunque se dividan, tengan sus conflictos, tengan sus distintas expresiones políticas, pero al final llegan a un entendimiento como hemos visto durante los últimos treinta años”.