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El Servicio Canario de Salud paga 5 millones al año a un hospital sin homologar gracias a un concierto de 1983

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El Servicio Canario de Salud (SCS) paga más de cinco millones de euros al año a un centro sanitario que opera como hospital de media y larga estancia sin disponer de la homologación obligatoria para poder recibir pacientes derivados de la sanidad pública. Lo hace a través de las prórrogas al concierto de hospitalización firmado en 1983 entre el extinto Insalud (Instituto Nacional de Salud) y la Residencia Médica Asistida Nuestra Señora del Mar de La Garita, que ahora se denomina Hospital ICOT Ciudad de Telde. La última cláusula de revisión de precios, el mecanismo utilizado por el Gobierno regional para mantener esos conciertos al margen de la Ley de Contratos del Sector Público, fue suscrita en 2013, con Brígida Mendoza como consejera de Sanidad y Juana María Reyes como directora del SCS.

El Juzgado de Instrucción 2 de Telde investiga este concierto tras la denuncia presentada por una empresa competidora. La magistrada Virgina Peña ya ha citado a declarar en calidad de investigados a los representantes legales del SCS y del hospital para tratar de determinar si existen indicios de la comisión de los delitos de prevaricación y malversación de fondos públicos. Los denunciantes han alertado de la “inaudita derivación directa y en exclusiva de pacientes de la Seguridad Social” hacia este centro “sin fundamento ni justificación contractual”.

El Gobierno de Canarias desarrolló en julio de 2006, a través del decreto 105/2006, el régimen jurídico de los conciertos sanitarios y estableció la homologación como uno de los requisitos indispensables para que las clínicas privadas puedan recibir derivaciones de pacientes de la sanidad pública. Para ello, es necesario que cumplan una serie de condiciones técnicas estipuladas. En el caso del grupo de hospitalización y subgrupo de media estancia, este decreto se concretó en una orden publicada en noviembre de ese mismo año.

Según consta en la respuesta dada por el Servicio Central de Inspección y Conciertos de la Dirección del SCS a una pregunta parlamentaria formulada por el diputado de Podemos Juan Márquez, Canarias sólo cuenta, más de una década después, con tres centros con homologación en media estancia, uno en Tenerife (Hospital Parque) y dos en Gran Canaria (Hospiten Clínica San Roque San Agustín y Hospital San Roque Maspalomas).

El Hospital ICOT Ciudad de Telde, que se promociona como la mayor clínica privada de Canarias, con 241 camas, y el primer centro “monográfico” del Archipiélago para pacientes crónicos de media y larga estancia, no dispone de esa homologación. En la última prórroga del contrato, en 2013, la Consejería de Sanidad especifica que el centro está clasificado desde los años ochenta como hospital quirúrgico del grupo II y nivel II, es decir, como centro de media estancia destinado a la atención de enfermos afectados por procesos que requieren ingresos medios superiores a los 25 días. Su actual gerente, José María Cabrera, inspector en situación de excedencia y anterior responsable del Centro Sociosanitario de El Pino, defiende, en cambio, que el ICOT Ciudad de Telde es un hospital de larga estancia (no media) acreditado por el SCS y precisa que la sanidad canaria se encuentra en un “periodo de transición”, a la espera de que la Consejería saque a concurso los nuevos contratos de hospitalización, y que, mientras tanto, el centro que gestiona se rige por los antiguos conciertos.

El contrato con la antigua Residencia Médica Asistida Nuestra Señora del Mar es uno de los que la Consejería de Sanidad arrastra desde hace décadas. Firmados con el extinto Insalud cuando las competencias en la materia residían en el Gobierno central, sobrevivieron a las transferencias a la comunidad autónoma y se han mantenido hasta ahora. A principios de 2016, los anteriores gestores de Sanidad (Jesús Morera -consejero- y Roberto Moreno -director del SCS-) constituyeron un equipo técnico para revisar los conciertos, con prioridad para los de hospitalización y con el objetivo de adaptarlos a la Ley de Contratos del Sector Público, que obliga a sacarlos a concurso, limita el número de prórrogas e impide que la duración de las mismas sea superior a la fijada en el contrato inicial, además de obligar a justificar su idoneidad. Ya entonces, marzo de 2016, los máximos responsables de la Consejería advirtieron de que esta tarea se prolongaría por un mínimo de 18 meses. De momento, no se ha convocado ningún procedimiento para la renovación de esos conciertos sanitarios, aunque fuentes del SCS han anunciado que la primera fase del trabajo finalizará en breve.

Según los datos facilitados por la dirección del Área de Salud de Gran Canaria, el centro sanitario ubicado en la localidad teldense de La Garita, que abrió como residencia geriátrica, ha recibido de 2009 a 2015 un total de 46,66 millones de euros solo por los servicios de hospitalización de media y larga estancia. En concreto, facturó 4,78 millones en 2007; 5,02 en 2008; 5,16 en 2009; 5,35 en 2010; 5,19 en 2011; 5,21 en 2012; 5,33 en 2013; 5,30 en 2014, y 5,29 en 2015. Durante estos ejercicios el número de ingresos de pacientes de la sanidad pública ha oscilado entre los 63 de 2015 y los 182 de 2009. A ello hay que sumarle los entre 500.000 y 800.000 euros que recibe cada año por las sesiones en el hospital de día y por las ambulatorias. Y es que, aparte del mencionado concierto, el ICOT Ciudad de Telde firmó en 2014 otro, a través de un acuerdo marco, para prestar servicios de rehabilitación ambulatoria.

Las clínicas privadas que operan en la isla de Gran Canaria recibieron en el año 2015 un total de 71 millones de euros de los conciertos con la Sanidad Pública. Según datos del programa Privados de Salud, de Despiertos TV, nueve grandes hospitales, entre los que se encuentra el ICOT Ciudad de Telde, se embolsaron de las arcas públicas más de cinco millones de euros hasta un total de 62 (el 87% del total), mientras que el 13% restante se repartió entre otros 19 centros sanitarios.

Los informes de fiscalización del área de Intervención de la Comunidad Autónoma correspondientes a los años 2015 y 2016 remarcan que el centro de La Garita atiende a pacientes de larga estancia con un perfil sociosanitario. Sin embargo, la clínica no se encuentra en la red de centros y servicios de Dependencia al no haber obtenido la acreditación para operar en este ámbito, que está regulado por el reglamento aprobado a través del Decreto 67/2012 de la Consejería de Políticas Sociales del Gobierno canario.

Proyecto de interés estratégico

En agosto de 2016, el Gobierno de Canarias declaró el proyecto de ampliación y dotación del Hospital Ciudad de Telde de interés estratégico, un mecanismo para agilizar la tramitación de los procedimientos con el objetivo de facilitar una inversión que el grupo ICOT cuantifica en diez millones de euros. “Cuando cogimos el centro, en 2015, comenzamos un proyecto millonario, que va a crear 150 puestos de trabajo y va a diversificar la economía en Telde”, ha explicado a este periódico José María Cabrera, que ha reconocido que el edificio es antiguo y presentaba “muchas carencias”. “No se cambia de un día para otro, llevamos dos años y dentro de poco ya veremos el final, estamos pendientes de acabar cuatro cosillas para estar homologados”, añade.

Para el gerente del Hospital ICOT Ciudad de Telde, se trata de un asunto complejo, no sólo porque el proceso de homologación requiere adaptarse a normativas aprobadas con posterioridad a la firma de esos contratos suscritos hace décadas y aún en vigor, sino porque en esa fase de adaptación “hay pacientes que están ingresados y a los que hay que seguir atendiendo”. “Las clínicas actuales están encorsetadas en estructuras. Para una habitación te piden tantos metros... Después están los temas de accesibilidad o del aire especial de filtrado, una serie de normativa que requiere una inversión millonaria. Hemos tenido que hacer unas obras con personas dentro, respetando el antiguo edificio. Es bastante complejo, tenemos cinco plantas y ni una sola reclamación”, mantiene el gerente del centro hospitalario.

Cabrera asegura que la mayoría de las clínicas privadas se encuentra en la misma situación con respecto a la homologación. “En 2006 sacaron una normativa para los centros de media estancia. Era requisito previo para concertar. Hicieron un concierto específico para la zona sur de Gran Canaria. Meloneras y Clínica Roca. Esos son los dos únicos centros que se homologaron. Todos los demás están en la misma situación, no se homologaron en su momento porque tampoco se sacaron concursos (...) Estamos en el periodo transitorio hasta que saquen la nueva normativa y los nuevos pliegos. Nosotros estamos acreditados, porque esa es otra cosa distinta, como larga estancia. De un concierto de una época muy antigua”, afirma el director del hospital ICOT Ciudad de Telde.

En el proceso judicial abierto ya fueron citados a declarar como investigados el propio Cabrera y el actual director del SCS, Conrado Domínguez, como responsable legal del organismo autónomo. Sin embargo, las comparecencias se suspendieron porque las partes no habían tenido aún acceso al expediente completo sobre el concierto sanitario. El gerente del hospital considera “una locura” que este asunto haya acabado en la jurisdicción penal y lo atribuye a un acto de “desesperación” de la competencia.