Soria ve ahora “esenciales” a los inmigrantes que expulsó a manguerazos siendo alcalde de Las Palmas
El exministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, ha afirmado este lunes en Las Palmas de Gran Canaria que el “gran reto” al que se enfrenta Europa es el envejecimiento de la población, por ello, no ve “otro camino” que la inmigración para compensar esta situación. La considera “absolutamente esencial”. En su primer acto público en suelo español desde que abandonara la política hace casi un año, Soria recalcó que “el gran reto de Europa es el aumento demográfico porque hay un incremento de la esperanza de vida. Si hay cada vez más personas que van a estar en las clases pasivas recibiendo pensión y no quieren perder calidad respecto a lo que hoy ofrece el estado del bienestar, solo hay una opción”, diagnosticó, para agregar que en ese sentido “la inmigración no es que sea necesaria, es que es esencial”.
Quien pronunció tales sentencias es la misma persona que, siendo alcalde de Las Palmas de Gran Canaria (1995-2003), dio órdenes en 2001 para que fueran expulsados a manguerazos doscientos inmigrantes del parque de Santa Catalina de la ciudad para enviarlos a Madrid en el vuelo nocturno de Iberia (03:00 horas) sin coordinarse con las autoridades ni organizaciones sociales de la capital de España.
El exministro español protagonizaba este lunes su primera aparición pública en España desde que renunciara a todos sus cargos como consecuencia de su aparición en los papeles de Panamá participando como panelista en una edición del Free Market Road Show, un foro ultraliberal auspiciado por el Centro Austriaco de Economía y financiado por el estadounidense Liberty Fund donde trató el El Proteccionismo en el Siglo XXI.
Tan solo una treintena de personas, contando a los siguientes intervinientes y a los organizadores, ocuparon parte del salón de actos de la Cámara de Comercio de Gran Canaria. Sólo un destacado cargo público del PP entre el público: el diputado regional Miguel Jorge Blanco, uno de los amigos más allegados al exministro. En la sala sólo estaba un miembro de la nueva dirección regional del partido en las islas, concretamente su vicesecretario de Comunicación, Bernardo Sagastume, uno de los organizadores del Free Market.
Soria, que el sábado había participado en un foro internacional en la ciudad saharaui de Dajla, donde defendió el modelo sostenible de la isla de El Hierro, llegó acompañado de escoltas y de quien fuera su responsable de Protocolo en el Ministerio de Industria, Turismo y Energía, Ángel Ramón García, que atajó en todo momento el más mínimo intento de que se le acercara cualquiera de la docena de periodistas que le esperaban en la Cámara de Comercio de Gran Canaria.
Sin pronunciar una sola palabra, Soria accedió al edificio y, una vez en su interior, ante cinco cámaras de televisión, se le escuchó comentar “vaya expectación genera este foro” a otros sonrientes asistentes, entre los que se encontraba el vicesecretario de organización de Comunicación y Redes Sociales del PP de Canarias, Bernardo Sagastume (uno de los organizadores del foro), el presidente del Consejo de Vigilancia de Ifa Hotels & Touristik AG, Santiago de Armas (en sustitución de José Sánchez Tinoco, presidente de la Cámara de Comercio de Gran Canaria), el director del programa de radio La Gaveta, Antonio Salazar (moderador de la mesa), o el presidente de la Confederación Canaria de Empresarios, Agustín Manrique de Lara.
Durante su intervención, de aproximadamente media hora de duración, Soria, que ha fundado una consultoría dedicada a asesorar a las empresas en su expansión exterior, se posicionó, al igual que el resto de panelistas, en contra del proteccionismo económico, al que considera “empobrecimiento para todos”, porque limita la libertad para poder comprar “cosas que no se hacen aquí”.
Donald Trump
Soria criticó la reunión del G-20 celebrada este fin de semana en Alemania, donde Estados Unidos no condenó al proteccionismo, algo que achaca a las medidas de Donald Trump como presidente, de quien cree que “no ha empezado bien”.
“Se podría pensar que si se queda en la rebaja de impuestos y el programa de gastos -infraestructuras y Defensa-, probablemente esto le vendría muy bien a la economía, pero todo lo contrario. Lo primero que ha hecho es romper el Tratado de Libre Comercio con el Pacífico; el tratado con México y Canadá lo ha aparcado y con el Tratado de Libre Comercio del Atlántico ha hecho exactamente lo mismo”, ha apuntado Soria.
En una analogía entre Donald Trump y Ronald Reagan, presidente en los 80, Soria cree que el “temor generalizado” que provocaron tras sus victorias ha sido similar, si bien, a juicio del exministro canario, Reagan, que se caracterizada por la desregularización del sistema financiero o por la mano dura con los sindicatos, fue un gran líder, mientras con que al actual mandatario del país norteamericano no cree que ocurra lo mismo.
Canarias
Soria también habló sobre el proteccionismo desde un prisma canario, rompiendo una lanza a favor del mismo si se utiliza hacia la protección de la industria naciente para que, a la larga, pueda continuar por sí sola.
“Es como el niño que aprende a caminar, pues se le pone un taca taca, pero si está con eso toda la vida, cuando tenga 30 años se le quita y se cae. No puede caminar”, ejemplificó.
Así, enlazó con el Régimen Económico y Fiscal (REF) e hizo un repaso histórico a esta medida; en concreto recordó las reformas que tuvieron lugar en los años 1991 -la parte fiscal- y 1994 -la parte económica-.
En su opinión, el problema es que algunos instrumentos contemplados en aquel REF de 1991 y 1994 se han convertido en herramientas de carácter permanente.
“Y eso puede explicar la falta de competitividad de la industria canaria. Puede estar explicando una debilidad estructural que hace que en el Archipiélago el nivel de desempleo no baje tanto como en otras Comunidades Autónomas. Debemos plantearnos si con todas las medidas contempladas en el REF, particularmente aquellas relacionadas con el proteccionismo, en el sentido del intervencionismo, estamos en el camino adecuado”.
Al término de su intervención, Soria tampoco respondió a ninguna pregunta de los periodistas que le esperaban pese a ser perseguido por las cámaras mientras bajaba cinco plantas por las escaleras y caminaba por la calle en dirección a su vehículo, acompañado por sus escoltas, que entraron al mismo coche después del exministro.