Dos tortugas 'boba', han sido puestas en libertad este fin de semana en la Playa de la Cebada, en Morro Jable, en un acontecimiento que congregó a decenas de turistas y vecinos. Según ha informado el Cabildo de Fuerteventura ambas tortugas 'boba' (Caretta caretta) se encontraban en perfecto estado de salud tras permanecer unas semanas bajo vigilancia veterinaria en la Guardería de Tortugas.
La suelta contó con un charla dada por Érica Gutiérrez, una estudiante del Programa de Prácticas del Cabildo, que explicó a los presentes la situación de las tortugas marinas, los peligros que las aquejan, y las medidas más adecuadas que cualquier persona pueden adoptar para protegerlas.
Durante su estancia en la Guardería de Tortugas, los dos ejemplares fueron bautizados con los nombres de Nemo y Lulú. En el momento de su liberación, Nemo pesaba 6,2 kilos, y Lulú 9,9 kilos.
La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura recuerda la importancia que tiene la colaboración ciudadana a la hora de localizar animales marinos que aparecen accidentados en las costas de la Isla o en aguas cercanas al litoral.
Paraíso de tortugas
Además de la tortuga 'boba', en las aguas de Canarias hay, al menos, cinco especies de tortugas marinas. Así, es fácil encontrar ejemplares de la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga golfita (Lepidochelys kempii) y la tortuga laúd (Dermochelys coriacea).
En el caso de la isla majorera, es común que se encuentre tortugas accidentadas que son socorridas por parte de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura. Muchas de ellas necesitan la intervención del personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, en Gran Canaria. Las causas más comunes de ingreso son los enmallamientos, ingestión de anzuelos y plásticos, las manchas de petróleo y las fracturas de caparazón.
La mayoría de las causas por las que se accidentan las tortugas están relacionadas con el hombre, que debe ser consciente del medio ambiente y no tirar basuras o plásticos en las playas o desde las embarcaciones, no abandonar trozos de redes en el mar, no comprar souvenirs o artículos fabricados con caparazones o restos de tortugas, no liberar tortugas que encuentran vivas con anzuelos, enmalladas o heridas y notificar todos los varamientos.