Tiempos convulsos estos que la pandemia ha traído a la hostelería por todo el país. Muchos de los restaurantes que trabajaban por sacar adelante sus proyectos llevan más de un año y medio con medidas restrictivas, cierres, reaperturas y demasiados vaivenes, que guste o no han hecho daño a las economías de esas casas de puertas adentro.
Y esto ha sucedido también en el restaurante Texeda, del que se aparta la persona que lo levantó y puso en pie, vinculando la marca a su nombre personal e incluso llevándolo a sus otros negocios familiares. Borja Marrero, por diferencias entre los diferentes socios que se han sumado al negocio en los últimos años por necesidades de refinanciación, (recordemos que para más inri, la finca de Borja fue afectada por los incendios de 2019 y su restaurante se salvó in extremis), ha sido apartado de la gestión gastronómica y empresarial.
Sin entrar a valorar las razones de dicha división, lo que está claro que aquí hay un perdedor claro, que es el pueblo de Tejeda, considerado uno de los más bonitos de España. Tejeda pierde la peculiar visión y esfuerzo que Borja Marrero había impreso y que los había llevado a estar incluido en la Guía Michelin y en la Guía Repsol por su decidida apuesta en torno al producto local y autoconsumo que se servía allí. Recordemos que casi el 70% de los ingredientes de su cocina salía de su finca o de otras con las que tenía acuerdo directo. No podemos dejar de tener en cuenta que el próximo mes de diciembre el restaurante Texeda sonaba con fuerza para conseguir una posible Estrella Verde Michelin (que premia la sostenibilidad del establecimiento) y esto queda completamente descartado en cuanto a que la finca de donde salía el producto que allí se cocinaba ya no forma parte del restaurante actual, con otro equipo de cocina casi nuevo en su totalidad.
Por lo pronto, lo que este periódico ha podido saber es que Borja Marrero deja de tener cualquier tipo de responsabilidad en la gestión de los restaurantes Texeda, el Pintxe Tacos (ubicado en la capital) y la cerveza Texeda. Sin duda, golpe muy duro para el pueblo en el que muchos gastrónomos procedentes de media España habían puesto sus focos, acudiendo al mismo con intención de probar su cocina y con eso sumar un poquito más en dinamizar toda la zona.
Pero no todo son malas noticias, cuando una puerta se cierra siempre se abre una ventana y por lo que hemos podido saber, Borja Marrero tiene ultimado traer su concepto gastronómico con el producto procedente de su finca en Tejeda a un nuevo enclave ubicado en Las Palmas de Gran Canaria, que con este desembarque sumará un nuevo punto más de interés a una ciudad que cada día coge más fuerza como la auténtica capital gastronómica de toda Canarias por la cantidad, variedad y potencia de su oferta al comensal. Si todo transcurre como debería, antes de final de año en los altos de un hotel de nueva apertura en la ciudad y que apostará por la sostenibilidad como parte de su razón de ser, la huerta y fogones del chef grancanario volverán a brillar con fuerza.