Otra más. El vicepresidente del Gobierno de Canarias, José Manuel Soria, ha vuelto a cosechar una sonora derrota en los tribunales en sus inacabables intentos por meter en cintura a periodistas incómodos. El magistrado Tomás Martín, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Las Palmas de Gran Canaria, acaba de decretar el archivo de una querella del también presidente del PP contra el periodista Carlos Sosa, director de CANARIAS AHORA, y contra el empresario Rafael González Bravo de Laguna, a los que acusaba de proponer testigo falso y de falso testimonio en juicio oral, respectivamente.
La denuncia de Soria tuvo su origen en el juicio por el llamado caso Isolux, por el que el vicepresidente se había querellado por injurias y calumnias contra el periodista Carlos Sosa por afirmar que aquella adjudicación de unos fallidos módulos de desalación a esa empresa por parte de Pepa Luzardo eran un encargo heredado de su antecesor en la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria, el hoy vicepresidente del Gobierno canario.
Soria montó en cólera al escuchar el testimonio del empresario Rafael González Bravo de Laguna, que en el juicio reconoció haber recibido presiones del político para que su empresa, Idagua, retirara sus recurso contencioso-administrativo contra aquella llamativa adjudicación, realizada tras encargar Pepa Luzardo un llamativo informe a un técnico no competente en la materia.
El periodista fue absuelto de los cargos que se le imputaban por los que Soria pedía dos años de prisión y 700.000 euros de multa. El vicepresidente recurrió la sentencia ante la Audiencia Provincial de Las Palmas, que la ratificó en su integridad y condenó al político al pago de las costas judiciales.
Acto seguido, Soria ordenó a su abogado y a su procuradora, Mari Carmen Benítez, su esposa, que interpusieran querella por proponer testigo falso y por falso testimonio contra el periodista y el testigo, respectivamente. Tras varios años de instrucción, el juez ha decretado el archivo no sin afear a Soria algunas falsedades vertidas por él durante este proceso. Entre otras cosas, el vicepresidente dijo al juez Martín que sólo conocía a González Bravo de Laguna de vista y de saludarlo esporádicamente; pero el empresario declaró ante el juez que eso era imposible porque la esposa de Soria, la referida procuradora, es madrina de una de sus hijas. Mari Carmen Benítez lo ratificó ante el juez al instante por encontrarse presente en el momento de ese interrogatorio al imputado.
Esta es la última querella que quedaba viva en los tribunales del vicepresidente del Gobierno contra CANARIAS AHORA, tras las de La Favorita, el caso Chalet, el caso Isolux y el caso Grupo Europa (de la que se acaba de apartar el PP). En todas ellas, Soria ha solicitado las máximas penas de prisión para el director del periódico y sumas multimillonarias en indemnizaciones.
De todas esas acciones penales, Soria sólo consiguió condena por La Favorita, al considerar la Justicia que el director de CANARIAS AHORA lo había acusado de delinquir al vender ese inmueble por tres veces su valor en el mercado y por la existencia de una cuenta en Suiza, a nombre de una empresa del Grupo Santana Cazorla, que jamás fue investigada. A Suiza viajó un día antes de aprobar el pliego de condiciones de la compra-venta de ese inmueble la mano derecha del entonces alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, el concejal de Hacienda, Francisco Fernández Roca.
El resto de las querellas se han saldado con la absolución del periódico y del periodista y con la condena a costas de José Manuel Soria en los casos Isolux y Chalet.