Las Unidades de Atención a las Drogodependencias (UAD) en Canarias atendieron en 2014 a un total de 12.295 pacientes, de los cuales 10.308 fueron hombres y 1.987 mujeres, lo que supone un descenso de un 9,4% con respecto al año anterior, según recoge la memoria de la Consejería de Sanidad.
La principal droga que motivó la asistencia fueron los opiáceos con un total de 4.401 pacientes --enfermos crónicos-- (4.492 en 2013), seguida de 2.546 pacientes por alcohol (2.914 en 2013), 2.507 por cannabis (2.971 en 2013) y 1.910 por cocaína (2.164 pacientes en 2013).
Así, con respecto al año 2013, en Canarias se ha producido un descenso de pacientes atendidos de un 15% en cannabis, 12% en alcohol, 11% en cocaína y 2% en opiáceos.
Las Unidades de Desintoxicación Hospitalaria (UDH), atienden los usuarios que por sus características no pueden ser desintoxicados en las UAD, y garantizan así la continuidad del proceso terapéutico en la red asistencial.
Estas unidades atendieron 626 pacientes en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), en Tenerife, la UDH del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín y la Unidad del Hospital Doctor José Molina Orosa de Lanzarote. En el año 2013 se atendieron a 418 pacientes en estas unidades, lo que supone un aumento de un 49% en este año 2014.
Otros centros de tercer nivel son las Unidades Residenciales de Atención a las Drogodependencias (URAD), que atendieron a 498 pacientes (501 en 2013), mientras que las Unidades Semiresidenciales de Atención a las Drogodependencias (USAD) atendieron a 330 pacientes (486 en 2013). En los pisos de apoyo al tratamiento (PAT) se atendieron a 34 pacientes. (44 en 2013).
El indicador de admisiones a tratamiento es uno de los parámetros que permite conocer el perfil del paciente atendido. Este indicador recoge los datos individualizados sobre admisiones a tratamiento ambulatorio por abuso o dependencia de sustancias psicoactivas, y se define como el número de personas admitidas a tratamiento ambulatorio por abuso o dependencia de cada una de las sustancias psicoactivas, durante un año.
En el año 2014, en la red de atención a las drogodependencias de la Comunidad Autónoma de Canarias, se produjeron 5.200 admisiones a tratamiento, de las cuales 4.346 fueron hombres y 854 mujeres, lo que supone un 5% menos con respecto al año 2013 (5.472 en 2013).
La provincia de Las Palmas registró el 54% de las solicitudes, mientras que la provincia de Santa Cruz de Tenerife registró el 46%.
Por isla de residencia, Gran Canaria con 2.208 admisiones se sitúa al frente con un 42,5% de las demandas, mientras que la isla de Tenerife obtiene el 40,8% de las demandas (2123), Lanzarote con el 7,6% (394), La Palma, el 4,1% (211), Fuerteventura el 3,1% (162) y el Hierro el 0,2% (12).
Las Palmas de Gran Canaria, a la cabeza
El municipio canario del que mayor demanda recibieron los centros asistenciales fue Las Palmas de Gran Canaria, con 1.085 admisiones (20,9%), seguido por Santa Cruz de Tenerife con el 609 nuevas admisiones (11,7%).
Según la nacionalidad del paciente, los españoles representan el 91% de las demandas, seguido por venezolanos con un 1,2% y colombianos y marroquíes con el 1,1%. El resto de hasta un total de 56 países completan el 6,7%.
Según la sustancia que motivó la admisión, el cannabis y sus derivados motivaron 1582 admisiones (1.647 usuarios en 2013), seguido por el alcohol con 1.400 demandas (1.407 usuarios en 2013), la cocaína con el 996 pacientes (1.106 en 2013) y los opiáceos con 870 pacientes (891 en 2013) completan las principales sustancias demandadas.
Por sexos, los porcentajes son muy similares a los del año 2013. Así, en el caso de las mujeres el alcohol es la sustancia que más demanda tratamiento con un 5,2%, seguida de cannabis con un 4,2%, cocaína con el 2,4% y opiáceos con un 2,2%.
En los varones, sin embargo, es el cannabis la droga que más demanda tratamiento, con un 26,3%, seguida de alcohol con un 20,3%, cocaína un 16,8% y opiáceos el 14,6%. Porcentajes similares al 2013.
Por edades, el grupo con más demandas de tratamiento se situó, en el rango 40-44 años, con el 13,5% de las demandas, seguidos por el grupo de entre 30 a 34 años con el 12,9%.
Diferenciando entre adultos y jóvenes, los jóvenes menores de 30 años (rango 15-30 años) son el 32,4% de los demandantes de tratamiento, mientras que los adultos entre 39 y 49 años suponen el 50,8% de las admisiones y sólo un 6,8% de los demandantes se situaban en el rango de edad de entre 50 y más de 65 años.
La droga secundaria más frecuente fue el tabaco con un 13,2% seguida por el cannabis 6,4%, el alcohol 6,3%, cocaína 6,2% y los hipnóticos sedantes con el 1,9%.
La frecuencia de consumo diaria se sitúa en el 60,5% de las demandas, el consumo de dos o tres veces por semana el 12,9% y el 12,6% no consumió en el último mes.
En cuanto a la ocupación laboral de los pacientes, el 52,3% estaba desempleado pero había trabajado antes, el 12,6% tenía un contrato indefinido o autónomo, el 10,6% opositando o estudiando, el 9,5% tenía un contrato temporal, el 8,5% eran pensionistas y el 6,5% parado sin haber trabajado antes.
El nivel de estudios alcanzado por el 38,4% de las admisiones era haber finalizado la primaria obligatoria, mientras que el 18% no finalizó esta etapa. Asimismo, el 28,5% finalizó la educación secundaria obligatoria, el 11,7% finalizó el bachillerato o ciclo formativo de grado medio y solamente un 2,7% tenía estudios superiores, un 0,70% es desconocido este dato.
La principal fuente de referencia, es decir, la derivación hacia los centros se produjo como iniciativa propia en el 43,3% de los casos frente al 19,1% que acudió derivado por los servicios legales o policiales
La mayoría de los pacientes admitidos a tratamiento convivían habitualmente con los padres o la familia de origen (89,4%) en casas, pisos o apartamentos propios.
El estado serológico frente al VIH era desconocido para el 60,1% de las admisiones, un 34,7% negativo, un 1,3% positivo y un 3,9% pendiente de resultado.
Perfil del consumidor
El perfil de persona demandante de tratamiento durante el año 2014 es la de un varón de entre 40 y 44 años, de nacionalidad española, parado y con estudios primarios acabados, que acude por iniciativa propia, convive con sus padres o familia de origen en una casa propia, es consumidor diario, por vía pulmonar, principalmente de cannabis y alcohol, como droga principal, y tabaco como droga secundaria.
En lo que respecta a las actuaciones de prevención desarrolladas en materia de drogodependencias y adicciones, éstas se encuentran enmarcadas en un ámbito general de promoción y educación para la salud, tendiendo a la creación de mecanismos de protección de la población canaria frente a las drogas, potenciando la sensibilidad social y el fomento de la responsabilidad individual sobre la propia salud y la de la comunidad, desarrollando hábitos y costumbres sanos.
Se rechazan pautas de comportamiento que no conducen a la adquisición de un bienestar global, todo ello con acciones de información, formación, difusión en materia de prevención, pasando por la elaboración de programas preventivos, hasta llegar a la implicación de otras Administraciones Públicas y Entidades pertenecientes a la Comunidad Canaria.
Los ámbitos de actuación en los que se han desarrollado estas actuaciones, han sido el educativo, familiar, laboral, ocio-tiempo libre y comunitario y medios de comunicación.