El atunero canario apresado el lunes en Azores ha quedado este jueves libre tras pagar más de 22.000 euros por la compra del pescado que había capturado sin licencia y el pago de una pequeña multa, informó el portavoz de la Organización de Productores de Túnidos (Optuna) de Lanzarote, Andrés Cedrés.
A primeras horas de la mañana, la asociación a la que pertenece el Zeruko Erregiña, con base en la cofradía de San Ginés, de Lanzarote, hizo la transferencia bancaria para la liberación del barco pesquero, que fue capturado el pasado lunes a cien millas de la isla de Santa María, en Azores.
Según explicó Andrés Cedrés, además de pagar una multa de unos 700 euros, la asociación de productores de túnidos de Lanzarote decidió adquirir en una subasta el pescado confiscado en el barco, más de 21.000 kilos, al precio de un euro por kilogramo de captura.
Gracias a este acuerdo con las autoridades portuguesas y de la loja de San Miguel, en Azores, el atunero canario puede regresar a Lanzarote con la pesca que había apresado en aguas lusas y que quedó confiscada tras el apresamiento del barco.
El barco fue interceptado mientras pescaba a unas 100 millas de la Isla de Santa María, al sur de San Miguel, y se encontraba atracado en el Puerto de Punta Delgada, aunque los tripulantes fueron autorizados a desembarcar y circular sin restricciones, según fuentes oficiales.
El Zeruko Erregiña de 33 metros de eslora, pertenece a la cofradía de San Ginés, de la isla canaria de Lanzarote, y cuenta con 11 tripulantes, ocho de ellos españoles y tres marroquíes.
El atunero fue interceptado por el navío de la Marina portuguesa “João Roby”, que lo detuvo bajo la acusación de que su permiso para faenar ya no estaba en vigor, pues había caducado a final de junio.
El atunero, que tenía prevista su salida a mediodía de hoy desde Punta Delgada, tardará tres días y medio en llegar a Lanzarote.
“Una detención injusta”
Por otro lado, Cedrés comentó que el estado de ánimo de la tripulación es “bastante bueno”, aunque “sienten estar lejos de sus casas pero sin ningún tipo de problema”. Además, “se sienten afectados porque nos han hecho perder una mancha de pescado que llevamos un mes pescando y que se ha perdido y no se podrá recuperar. El pescado que estaba debajo es incalculable lo que se podía haber cogido”, apostilló.
“Siempre hemos creído que no ha sido para nada justa la detención, la patrullera vino mal informada: primero dijo que no podían estar dentro de las 200 millas y el patrón respondió que el barco tenía licencia con Azores hasta el día 30 y luego la tenía con Madeira quince días”, justificó Cedrés, que hizo especial hincapié en que “el armador manifestó a la Policía que lo de las 200 millas no es para barcos comunitarios, que pueden estar a cien millas de las islas de Madeira, Azores y Canarias, pero ellos dijeron que no conocían esa ley”.
Dos normativas
No obstante, la delegada del Gobierno en Canarias, Carolina Darias, informó el pasado martes que el atunero canario Zeruko Erregiña fue apresado por autoridades portuguesas por incumplir dos normativas que le impedían faenar en esta zona.
Según un convenio firmado entre España y Portugal en 2008, y que entró en vigor en mayo del presente año, determinados pesqueros portugueses podían pescar en aguas canarias y, a cambio, pescadores canarios podían faenar en aguas de Madeira y Azores.
En todo caso, la delegada del Gobierno aclaró que los pesqueros canarios sólo tenían permiso para pescar en aguas de Azores hasta el 30 de junio, de manera que la embarcación retenida se encontraba pescando en esta zona cuando había terminado el permiso para poder hacerlo. Este convenio permite, sin embargo, pescar en aguas de Madeira del 1 al 15 del presente mes.
Además, si bien el Gobierno de Canarias informó este miércoles de que el pesquero se encontraba faenando entre las 200 y las 100 millas náuticas, donde está permitido faenar a toda embarcación con bandera comunitaria. Darias aseguró que en el momento de ser retenido se encontraba dentro de las 100 millas, tal y como confirmó el Centro de Información Satelital del que dispone el Gobierno central gracias a la caja azul de la embarcación, que permite indicar la posición de un barco vía satélite en todo momento.