Dedicará la Sagrada Familia en una ceremonia íntima, comparado con el baño de masas del Camp Nou
BARCELONA, 7 (EUROPA PRESS)
Benedicto XVI presidirá la esperada ceremonia de dedicación al culto de la Sagrada Familia en un acto íntimo, justo 28 años después del baño de masas de Juan Pablo II en el Camp Nou, pero cuya proyección mundial se calcula que alcanzará una audiencia de 150 millones de personas.
La del actual Pontífice será una visita relámpago que durará escasamente 22 horas teniendo en cuenta que ha aterrizado en el Aeropuerto de El Prat sobre las 21 horas del sábado, para pernoctar en el Palacio Arzobispal, y partirá a las 19.15 horas del domingo, tras una despedida oficial del Rey.
La jornada comenzará con un recorrido en Papamóvil por el centro de Barcelona hasta el templo expiatorio de Antoni Gaudí, uno de los monumentos más visitados de la ciudad, y proseguirá con un almuerzo con obispos y cardenales, y una visita a la Obra Benéfica Niño Dios, conducida por hermanas franciscanas que atiende a niños discapacitados físicos y psíquicos.
Recordada por el importante aguacero que marcó la visita de Juan Pablo II el 7 de noviembre de 1982, la visita del Papa polaco, que entonces contaba con 62 años, comenzó en Montserrat, donde veneró la imagen de la patrona de Catalunya, y depositó un rosario, como recuerdo de su presencia en el santuario.
Montserrat, Montjuïc, el Camp Nou y la Sagrada Familia fueron los escenarios escogidos para la visita apostólica de Karol Wojtyla hace casi 30 años, que se enmarcó en un intenso viaje de diez días a España --el primero de un Papa al Estado--, en que recorrió 16 ciudades y varios monasterios.
La avanzada edad de Joseph Ratzinger, que cuenta con 83 años, y su ya apretada agenda en Barcelona han obligado a descartar una visita al Monasterio de Montserrat, importante símbolo religioso catalán, como ha explicado el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, y el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, que por estos motivos no llegó a dirigirle una invitación.
Más de 15.000 personas le esperaron entonces en los alrededores de la Sagrada Familia, donde frente a la fachada del Nacimiento, en que Benedicto XVI rezará el Ángelus, Juan Pablo II fue recibido por el alcalde Narcís Serra y también rezó la devoción mariana.
A diferencia del Papa actual, Juan Pablo II almorzó con una comitiva íntima, representada por el entonces cardenal arzobispo de Barcelona, Narcís Jubany, y otros seis comensales; mientras que Benedicto XVI estará acompañado por un centenar de obispos y cardenales y su séquito.
Como en 1982, Benedicto XVI también degustará la tradicional crema catalana --típico postre catalán--, y como novedad será obsequiado con una gran figura de chocolate de la Sagrada Familia, detalle del Gremio de Panaderos y Pasteleros de Barcelona.
En el Camp Nou, el Papa Wojtyla fue recibido por más de 100.000 personas, que escucharon un mensaje de vida cristiana, que se espera que Benedicto XVI realice en la Sagrada Familia --ante casi 7.000 personas-- basándose en la vida de Antoni Gaudí y su vocación por la cultura y la arquitectura.