Un total de 46 docentes y profesionales del sector han firmado el manifiesto en defensa de la riqueza natural y a favor de la conservación de los endemismos de la flora que se encuentran en Canarias, que están en riesgo por especies invasoras como la cabra asilvestrada.
Estas cabras son un problema para las especies autóctonas de la isla, se están comiendo la biodiversidad vegetal y ponen en riesgo la estrategia de reforestación emprendida por las diversas instituciones, según ha informado este martes el Cabildo de Gran Canaria.
Muchas instituciones no han actuado antes por miedo a las consecuencias sociales y el efecto que puede generar en la opinión pública, pero el control de las cabras asilvestradas es necesario y en la actualidad lo hace la Institución insular, según recoge el escrito.
Para poner fin a este problema, el Cabildo asegura, que va a utilizar todas las soluciones que tienen a su alcance, como el control del ganado para evitar sueltas incontroladas, la captura de ejemplares mediante la técnica apañada o abatirlas con armas de fuego cuando el resto de medidas sean insuficientes.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha incluido a la cabra asilvestrada entre las cien especies invasoras más peligrosas del mundo, procedentes en su mayoría de sueltas incontroladas.
Son numerosos los ejemplares que se encuentran en Canarias, por ello “el problema ha alcanzado tal envergadura”, añade el escrito.
Debido a la rapidez con la que se reproducen, unido a la orografía de algunos lugares es imposible su control mediante algunos métodos de captura.
Canarias concentra más de la mitad de la biodiversidad endémica de toda España, y se encuentra entre las 15 regiones del mundo con mayor biodiversidad, existen en las islas 600 endemismos, es decir, animales y vegetales que no se encuentran en otro lugar del mundo.
No solo la cabra asilvestrada pone en riesgo el patrimonio natural, otras especies exóticas invasoras, sobre las que también ha habido que actuar, como el rabo de gato o la culebra californiana, son problemas para las especies autóctonas de Gran Canaria.
“No podemos permitir que algunas de las zonas de mayor biodiversidad de la isla estén en riesgo por un problema que está en nuestras manos solucionar”, concluye el manifiesto emitido por el Cabildo grancanario.