El comercio minorista en Canarias mantuvo su tendencia alcista en el segundo trimestre de 2024 con un aumento de ventas del 3% en el segundo trimestre y del 4,2% en el acumulado del año, y del 3% en empleo, a pesar de la “muerte silenciosa” de los pequeños negocios.
Según se recoge en el informe sectorial elaborado por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, a cierre del pasado junio había registradas en el archipiélago 193 empresas menos que hace un año, una cifra que consolida el proceso de concentración que el sector comercial viene experimentando desde 2019.
En total hay en Canarias 13.602 empresas, descontados los autónomos, una cifra inferior al peor momento de la pandemia de COVID-19.
La vicepresidenta de la Cámara de Comercio, Victoria González, ha explicado en rueda de prensa que son varias las causas que concurren en esta dinámica de concentración, desde el aumento de los precios de los alquileres a la ampliación de los horarios comerciales, pasando por las dificultades para el relevo generacional.
También ha aludido al peso creciente del comercio electrónico y a la creciente implantación de franquicias y multinacionales.
Ha apostado por ahondar en la formación, en la digitalización de los pequeños negocios, por mantener campañas como los bonos consumo y porque se pague el IGIC en origen en las compras del comercio electrónico para acabar con la “competencia desleal” que sufren las empresas de las islas.
La pérdida de empresas es “la única mancha en el expediente” de la buena marcha en general del sector comercial en Canarias, ha verbalizado Manuel del Castillo, director general de Cajasiete, quien ha apelado a “la responsabilidad” de los clientes a la hora de hacer sus compras y colaborar con la economía circular y de cercanía.
La directora de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Lola Pérez, ha puesto de relieve que el turismo y las cifras globales de empleo en Canarias han ayudado a que el sector presente unas cifras de ventas superiores a la media nacional: en las islas han crecido un 4% frente al 0,5% del conjunto del país.
Ahora bien, ha apreciado una “desaceleración” del ritmo de crecimiento, que se refleja en el análisis desagregado del segundo trimestre: en abril aumentaron las ventas un 5,4%, en mayo, un 4,7% y en junio, un 1,9%.
Otro dato que refuerza esa sensación de “estabilización” es el de la confianza empresarial, que retrocede un 1,7%, lo que Pérez ha achacado a que “venimos de periodos muy positivos”.
El 83,1% de las empresas consultadas prevé mantener las cifras de empleo en la campaña de verano y el 77,4% los precios, con algunos productos como la ropa, el calzado o los muebles, que empiezan a experimentar bajadas.