Educación admite carencias en la atención al alumnado con necesidades específicas, que se triplicó en dos años
La Consejería de Educación del Gobierno de Canarias atiende este curso a 4.689 alumnos y alumnas con necesidades específicas de apoyo (NEAE), 1.689 más que en año anterior (3.000) y el triple que en 2022 (1.500). Así lo ha puesto de manifiesto este viernes en comisión parlamentaria el consejero del área, Hipólito Suárez (Partido Popular), en respuesta a una pregunta de Carmen Hernández, diputada de Nueva Canarias (NC), sobre las quejas formuladas por familias de Lanzarote ante la falta de personal en el inicio del curso.
“No puede haber alumnado de primera y alumnado de segunda. Usted manifiesta sensibilidad respecto a este colectivo, pero no basta con la sensibilidad. Necesitamos eficacia y eficiencia”, ha interpelado Hernández a Suárez, a quien ha invitado a trabajar de la mano de las familias y a crear dentro de la Consejería un “equipo específico, implicado”, para trabajar y resolver las carencias en la atención al alumnado NEAE.
“Hay muchos errores y estamos trabajando para modificarlos y corregirlos”, ha admitido el consejero, quien, no obstante, ha recordado que el servicio se está prestando “de la misma manera que en la anterior legislatura”. Es decir, a través de su externalización a una empresa, Aeromédica, que resultó adjudicataria del concurso de 2016 y que mantiene el contrato pese a que venció el 31 de marzo de 2021.
Según los datos facilitados por la propia consejería, en este curso hay 1.076 profesionales no docentes que atienden al alumnado con necesidades específicas de apoyo. La mayoría, a través de Aeromédica. Educación ha aumentado el número de auxiliares de enfermería (de 169 a 215), de adjuntos de taller (de 96 a 108) o de especialista en lengua de signos (de 7 a 18), aunque, según Suárez, la empresa está teniendo dificultades para conseguir “el perfil necesario” en algunos casos, lo que demora la contratación. “Tenemos las manos atadas”, ha dicho.
El consejero dice entender las “quejas y reclamaciones” de las familias, pero ha reivindicado la profesionalidad del personal de la Consejería. “Cuando vamos a una consulta nunca cuestionamos lo que pueda decir un médico, pero sí cuestionamos lo que nos puede decir un docente”, ha señalado con respecto a las críticas vertidas por Hernández sobre los últimos cambios introducidos en la gestión de este servicio.
Suárez ha explicado que el objetivo era “facilitar el trabajo a los directores y directoras, que a veces les costaba tristemente llegar a la Consejería y se tardaba mucho tiempo”. “Ahora, tienen línea directa con la inspección educativa, con la inspección de sus centros y es la inspección la que nos informa y, sobre la marcha, y si hubiese personal”, se contrata a los trabajadores.
Suárez ha defendido que al inicio de curso habían sido nombrados más de 600 auxiliares, con más antelación que en los cursos precedentes, cuando había que esperar “hasta noviembre o diciembre”, ha dicho. El consejero considera necesario “actualizar la normativa NEAE”, que es de 1995, y “sacar a licitación el nuevo contrato de personal”.
El contrato adjudicado en 2016 a Aeromédica está vencido desde hace más de tres años. Se factura a través de expedientes de nulidad. Suárez espera poder publicar los pliegos del nuevo concurso en 2025. Eso permitiría, según el consejero, poder financiar el contrato en un 85% con fondos europeos y, de esta manera, “poder llegar a más niños y niñas”.
El año pasado Aeromédica facturó 16 millones de euros por este contrato, tres más que en el curso precedente, seis más que en 2020 y trece más que en el inicio del contrato, en el año 2016, según Educación.
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