La empresa de aguas de Las Palmas de Gran Canaria, Emalsa, ha negado este lunes que ocultara al Ayuntamiento de la capital los vertidos derivados la depuradora de Barranco Seco que han obligado a desaconsejar el baño durante este fin de semana en la playa de La Laja.
En un comunicado, Emalsa relaciona lo sucedido con los problemas que sufre el emisario submarino del saneamiento de la ciudad desde que los temporales de enero rompieron parte de su estructura y dice que los hechos se han “manipulado” con el objetivo de “justificar” la intervención de la empresa por parte del Ayuntamiento.
La rotura del emisario, explica, ha obligado a retrasar unas operaciones de mantenimiento en los decantadores de la depuradora de Barranco Seco, para ver si era posible reparar antes las conducciones que llevan los vertidos del saneamiento de la ciudad mar adentro.
Como esa reparación no fue posible, se decidió realizar el mantenimiento de los decantadores de la depuradora el pasado día 12, en unas tareas que duraron dos jornadas, hasta el 14.
Emalsa asegura que comunicó por correo electrónico a los técnicos del ayuntamiento que iba a hacer vertidos como consecuencia de esas operaciones y que estaba realizando tomas de muestras diarias en siete puntos para controlar cualquier posible afección.
Según su versión de los hechos, el día 13 de marzo se conocieron los resultados del análisis de las muestras tomadas el 11 (el procedimiento empleado requiere de 48 horas) y se observó que existían “valores elevados en los parámetros microbiológicos”.
“Esa circunstancia fue puesta en conocimiento del Servicio Municipal de Aguas en la mañana del día siguiente, viernes día 14, con la recomendación de que alertara a la Concejalía de Playas”, dice.
Emalsa asegura que sus trabajos de mantenimiento en Barranco Seco terminaron este viernes, por lo que “es de esperar” que la concentración de contaminantes en el vertido haya disminuido “considerablemente” a partir del sábado.
“No ha existido, pues, en ningún momento ocultación de incidencia alguna y en ningún caso se ha privado de información a los responsables del servicio”, dice la compañía, que sostiene que está siendo víctima de “una torpe maniobra de manipulación de la realidad, con el objetivo de justificar su intervención”.
Emalsa es una compañía participada en 34 por ciento por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, pero en la que la mayoría accionarial (66 %) corresponde a sus dos socios privados.
Preside su consejo de administración el alcalde de la ciudad, Juan José Cardona (PP), quien ha criticado públicamente su gestión y se ha mostrado partidario de que sea intervenida por el Consistorio.