Un embargo bancario acaba con la casa-museo Cho Zacarías

Un embargo bancario de alrededor de 1,7 millones de euros está acabando estos días con la casa-museo Cho Zacarías, de la Vega de San Mateo, ante la inoperancia de las administraciones públicas y la impotencia de la familia propietaria. Operarios de una empresa de mudanzas vaciaban este martes el único museo etnográfico del municipio, que ha sido también uno de los restaurantes más celebrados de las medianías de Gran Canaria y más recientemente hotel rural.

La casa-museo de Cho Zacarías, con más de 45 años de funcionamiento, inició su ocaso a raíz de las desavenencias familiares surgidas en la empresa explotadora del restaurante de igual nombre. Una parte de la propiedad decidió hace varios años llevarse el nombre y la industria al barrio capitalino de Vegueta y dejar las instalaciones en manos de la otra parte discrepante. De este modo, el establecimiento pasó a denominarse La Cantonera, pero nada fue igual y el negocio acabó naufragando.

A raíz de esa ruptura, un embargo bancario que afecta al inmueble en favor de La Caixa por valor de 1,7 millones de euros ha obligado a los propietarios a abandonar el edificio. José Cabrera, portavoz de la familia propietaria, se mostraba la tarde de este martes consternado e indignado con La Caixa y con las instituciones, si bien indicó que este miércoles habrá una reunión con responsables del Cabildo para tratar de encontrar una solución.

Cabrera indicó que La Caixa se ha quedado con el edificio, de unos 1.900 metros cuadrados, tras una subasta y que no ha permitido la continuidad del museo, “a pesar de todo lo que dicen de obra social y leche de cacharro”. El portavoz familiar indicó a su vez que recientemente hubo un intento de adquisición por parte de una empresa de restauración local pero todo fracasó por la negativa de la banca a apoyar la operación.

Se estima que el valor de las piezas etnográficas que se encontraban hasta este martes en la casa-museo puede alcanzar los 1,5 millones de euros. Cabrera destacó que cada una de las dieciocho habitaciones que componen el hotel rural “eran un museo en sí mismas”. Todo el material ha sido almacenado en dependencias propiedad de la familia Cabrera, que explota supermercados y locales comerciales en la Vega de San Mateo.

El alcalde de la localidad (7.650 habitantes), Gregorio González, eludió este martes las llamadas de CANARIAS AHORA. El regidor conoce la situación del inmueble y algunas fuentes no oficiales aseguran que ha hecho algunas gestiones para tratar de salvar el museo, pero sin éxito conocido.

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