Dirigentes de ERC plantean rechazar la última propuesta del PSC para investir a Illa y seguir negociando
La dirección de ERC se ha reunido este lunes desde las 9:30 con el objetivo de evaluar el estado de las negociaciones con el PSC para acabar facilitando la investidura de Salvador Illa. Se esperaba que fuese una reunión sin accidentes, en la que la ejecutiva pudiese dar luz verde al último documento cerrado con los socialistas y dejarlo a punto para el examen final ante las bases.
Pero el equipo negociador, liderado por Marta Rovira, ha encontrado varias voces críticas al pacto. En una larga ronda de intervenciones en la que todos los miembros de la dirección han intervenido, algunos dirigentes incluso han defendido devolver el documento a las mesas de negociación para seguir debatiéndolo con los socialistas en los próximos días. Tras más de ocho horas de discusión, la formación aún no ha decidido si avalar o tratar de mejorar el acuerdo.
El equipo negociador de Rovira ha llegado a la reunión después de haber recibido, en las últimas horas, las respuestas de los socialistas a sus peticiones, muy centradas en el ámbito de la financiación de la Generalitat. La ejecutiva de Esquerra evalúa los documentos intercambiados por los negociadores en su versión más reciente, acabada de cerrar este mismo domingo. De aprobarse, este documento constituiría el preacuerdo que el partido sometería a votación de sus bases en los próximos días.
Fuentes conocedoras de las conversaciones indican que la negociación se ha apurado al máximo y que este domingo a última hora aún había intercambio de papeles en materia económica. Uno de los principales nudos tiene que ver con la reclamación de ERC de cambios en la financiación de la Generalitat, lo que implica que cualquier acuerdo tenga el visto bueno de Ministerio de Hacienda.
Los republicanos reclamaban avanzar hacia un nuevo modelo de financiación para Catalunya equiparable al concierto foral vasco y navarro, mientras que los socialistas apostaban por el consorcio tributario entre Hacienda y la Generalitat contemplado en el Estatut. Sin embargo la fórmula explorada en las últimas hora tenía que ver con el traspaso de figuras impositivas a Catalunya, tanto por lo que respecta a la recaudación como la cesión de los fondos recaudados. Una vía que supondría modificar la financiación de las comunidades autónomas (LOFCA), una ley orgánica que requeriría el concurso de Junts.
Los socialistas catalanes han trabajado muy coordinados con el Gobierno central, también en lo que respecta al cumplimiento de los acuerdos anteriores, una carpeta que es capital para ERC y que la semana pasada recibió un impulso importante con la visita de Pedro Sánchez a la Generalitat.
Fuentes de la negociación indican que ERC ha tenido mucho interés en la cuestión de las garantías que puede dar el ministerio de Hacienda sobre el cumplimiento efectivo de lo que se pacte sobre financiación autonómica. El temor de Rovira es que se llegue a un redactado ambicioso sobre el papel pero que después sea complicado cumplir debido a la situación parlamentaria en el Congreso o que el propio Ministerio no lo priorice.
Además de la financiación y el cumplimiento de los pactos pasados, los republicanos reclamaban avances en materia de resolución del conflicto político, la lengua catalana y el ámbito de las políticas sociales. La negociación la han coordinado Rovira, por parte de ERC, y la vicesecretaria primera del PSC, Lluïsa Moret, pero se ha desgajado en varios equipos que se han centrado en las diferentes carpetas en liza.
Otra de las dificultades del acuerdo tiene que ver con el aval de la militancia republicana. Tanto en las cúpula de ERC como los socialistas temen que la militancia republicana pueda rechazar el acuerdo para investir a Illa, bien por la recepción del propio documento por parte de los afiliados o bien para mostrar oposición a la dirección del partido.
Esquerra ha vivido en las últimas semanas una fuerte sacudida interna debido a la polémica por los carteles insultantes contra los hermanos Maragall, que ahora se ha sabido que fue una operación interna. Un episodio que se ha sumado a las desavenencias públicas entre Oriol Junqueras, ahora apartado de la dirección de ERC pero con pretensiones de volver a postularse a liderarla en el próximo congreso, y la propia Rovira.
El PSC considera que el clima interno de ERC es especialmente desfavorable para la negociación, en la que aseguran que han sido “generosos” para tratar de encauzar el mejor acuerdo posible. Desde este lunes a primera hora, el pacto se evalúa en la mesa de Rovira y los suyos que podrían avalarlo y pasarlo a la bases pero que también tienen la opción de devolverlo a los negociadores para mejorarlo. Los socialistas, por su parte, no descartan ninguna de las dos opciones.
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