El denunciante del caso floteros, que investiga la justicia por presunto fraude a la Seguridad y a la Hacienda Pública, el taxista Expedito Suárez , denunció este jueves ante la Policía Nacional haber sido víctima de una embestida voluntaria mientras conducía su taxi por parte de otro profesional “implicado” en la investigación.
Según la denuncia, los hechos ocurrieron a las cuatro de la tarde en la calle Juan Zaraza Ortiz, justo en el momento en el que Expedito Suárez iniciaba con su taxi la marcha al ponerse en verde un semáforo. Instantes después, una furgoneta, conducido por Sebastián Santana Mayor, le embistió fuertemente por la izquierda causando graves daños a la puerta del conductor del vehículo contrario.
Santana Mayor es uno de los floteros perjudicados por la denuncia que interpuso Expedito Suárez para que se investigara la actividad de ese grupo de empresarios que alquilan licencias de taxis a herederos de titulares fallecidos mediante un procedimiento en el que presuntamente puede haber fraude a la Hacienda Pública y a la Seguridad Social, además de posibles delitos contra los derechos de los trabajadores. Las pesquisas están siendo dirigidas por la titular de Instrucción 8 de Las Palmas de Gran Canaria, la magistrada Victoria Rosell.
En su denuncia ante la Policía, Expedito Suárez relata que ha sido objeto en el pasado de amenazas por parte del conductor del coche que le embistió este miércoles, amenazas que sin embargo nunca había denunciado, aunque sí puso en su momento en conocimiento de los inspectores de la Agencia Tributaria –que llevan la investigación- “por si me pasara algo”.
Por ello, en el atestado policial se recoge la voluntad del denunciante de que por parte de la autoridad judicial se decrete una orden de alejamiento del flotero Santana Mayor respecto a él.
No es la primera vez que Expedito Suárez sufre las consecuencias de haber sido el denunciante del caso floteros. A las amenazas e insultos enviados a su teléfono vía WhatsApp, se sumaron pintadas amenazantes que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tardó semanas en borrar.
Del percance de tráfico se hizo cargo la Policía Local.