MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Un nuevo hallazgo, publicado en la revista 'Current Biology', muestra que las exploraciones sofisticadas del cerebro pueden ser utilizadas para predecir con precisión la edad de una persona. Este descubrimiento puede tener profundas implicaciones para la ciencia del cerebro, y la medicina.
“Hemos descubierto en el cerebro una firma de la maduración biológica que capta eficazmente las diferencias de edad, independientemente de otros tipos de diferencias que existan entre los individuos”, afirma Timothy Brown, de la Universidad de California, en San Diego (UCSD).
Junto con Anders Dale y Terry Jernigan, de la UCSD, e investigadores de otras nueve universidades, Brown utilizó imágenes de resonancia magnética estructural (MRI) para escanear los cerebros de 885 personas, de edades comprendidas entre los 3 y los 20 años. Estos escáneres cerebrales se utilizaron para identificar 231 biomarcadores de la anatomía del cerebro que, al combinarse, pueden determinar la edad de un individuo con una precisión de más del 92 por ciento -más allá de lo que ha sido posible con cualquier otra medida biológica.
Aunque otros investigadores ya habían analizado algunos de estos 231 marcadores biológicos en el pasado, uno por uno, la clave era encontrar una manera de combinarlos para captar la naturaleza multidimensional de la anatomía del cerebro, y los patrones característicos de cambio en el desarrollo con la edad. Según Brown, “el hecho de que hayamos encontrado un conjunto de medidas del cerebro que capta con exactitud la edad de una persona, significa que el desarrollo del cerebro o, al meno,s ciertos aspectos anatómicos del mismo, están ahora más controlados de lo que sabíamos antes. La regularidad en esta madurez métrica entre los niños de desarrollo típico sugiere que podría ser sensible a la detección de anomalías”.
Aun no está claro aún cómo estos cambios anatómicos en el cerebro se relacionan con la madurez en términos de comportamiento humano, que no se refleja necesariamente en la edad cronológica. Sin embargo, según los investigadores, la anatomía y la fisiología de estas dinámicas, que interactúan en los sistemas neurales, pueden dar cuenta de los cambios en el desarrollo psicológico humano, aunque todavía estamos intentando averiguar exactamente cómo lograrlo“.