Los directores del colegio Kaizen Montessori, Dácil Martín y Ricardo de Armas, convocaban este martes 9 de abril a las familias del alumnado para comunicarles el cierre para el próximo curso de esta escuela, situada en Tafira. Una decisión que ambos tomaron a raíz de que el arrendador que alquila las instalaciones (La Hermanad de las Adoratrices) haya encontrado un comprador y deban desalojarlas. Se trata de una noticia que “cayó como una bomba”, según traslada Melanie Ramos, una de las madres de los alumnos afectados y quien decidió movilizar a los padres y madres a través de un grupo de Whatsapp para frenar esta acción y salvar el colegio.
Una movilización que ha permitido a los directivos conocer que cuentan con el apoyo de las familias para que el proyecto del colegio siga adelante y que les ha hecho plantearse la idea de cambiar su centro de ubicación en lugar de cerrarlo. La directora pedagógica de la institución, Dácil Martín, señala que la reacción de los familiares ha sido “abrumadora a nivel positivo” para ella y Ricardo de Armas, y que aún están “recolocando las emociones”.
Melanie Ramos expone que las familias no creen que durante los dos meses que restan de curso puedan encontrar una alternativa a la que desplazarse para el siguiente año, aunque tienen “mucha confianza” en que alguien les escuche. Por su parte, Dácil Martín, directora pedagógica del colegio Kaizen Montessori señala que les “encantaría encontrar otro lugar”, pero indica que es complicado conseguir unas instalaciones con las condiciones que necesita una escuela para que sea homologada y que lo ideal, y lo que quieren intentar, sería poder acceder a un colegio vacío que ya esté homologado.
Según informa la directora, empezar un nuevo centro de cero sería “tremendo”, ya que explica que para homologar su escuela tardaron “muchísimo tiempo” porque era novedosa y porque la infraestructura tiene que cumplir unos requisitos específicos, entre los que se encuentran: tener un determinado número de aulas, unos baños adecuados, etc. Asimismo, apunta que para poder empezar en septiembre tendrían que encontrar una solución antes de junio para mudarse en verano, una mudanza que confía en que sería “sencilla y rápida” si encontrasen un centro que ya esté acondicionado acorde a ley, porque solo tendrían que trasladar las aulas de un lugar a otro.
Igualmente, los directivos del centro han aconsejado a los familiares que matriculen a sus hijos en otros colegios por si finalmente no se pudiese llevar a cabo el próximo curso. Una cuestión que, según Melanie Ramos, tiene “súper angustiados” a los padres, porque apunta que ninguna opción se asemeja ni en un 10% al colegio Kaizen Montessori.
Actualmente, este centro es el único en la Isla que aplica el método Montessori desde la etapa educativa de infantil hasta la de primaria. Además, este método se basa en un tipo de enseñanza que respeta los procesos de aprendizaje del niño, explica Dácil Martín, y con la que se trabaja de manera individualizada atendiendo niño por niño en función de como están preparados o de sus intereses. Por todo ello, Melanie Ramos, madre afectada, comenta que buscar otra escuela con una metodología tradicional supone un “desastre” y tirarle todos sus “esquemas abajo”, tanto a los padres como a los menores, ya que considera que un cambio a un colegio de enseñanza tradicional les puede “costar mucho y repercutir en su desarrollo académico” sin un periodo de adaptación.