La presencia de las patrullas aeronavales europeas coordinadas por la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex) en las aguas de África Occidental y de Canarias bajo la denominación Hera para luchar contra la inmigración clandestina no ha provocado más muertos en comparación con años precedentes por un supuesto desplazamiento de la trayectoria de los cayucos, así lo explicó el director general adjunto de esta agencia, Gil Arias.
Arias lamentó que recientemente “algunas organizaciones” han hecho declaraciones en las que “se nos señala con el dedo como presuntos responsables indirectos de un mayor número de muertes” puesto que, debido a la presencia de las patrullas de Hera, los cayucos “se verían obligados a realizar un trayecto más largo” en su viaje hacia las costas canarias.
“Nos preocupa que este rumor pueda adquirir más dimensiones” porque desde Varsovia, donde se ubica la sede de la agencia, “sabemos que esto es alarmar y que no es cierto”, aseguró el director general adjunto quien desmintió estas afirmaciones con datos y cifras.
Gil Arias argumentó, en primer lugar, que las “cifras” demuestran que a lo largo de 2007, cuando las patrullas europeas han estado actuando desde que comenzó el año y sin interrupciones, los “muertos y desaparecidos han sido menos que en 2006”.
En este sentido, el director general adjunto de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores indicó que, en 2006, “cuando Hera actuó sólo unos meses desde agosto y con interrupciones”, el “número de muertos y desaparecidos ascendió a 983” personas, sumando todas las fuentes. De las cuales, según Frontex, 38 llegaron muertos a Canarias mientras que 24 lo hicieron en malas condiciones y fallecieron en el Archipiélago. En total el número de fallecidos se elevó a 415, añadiendo los datos de otras fuentes (autoridades de terceros países, oragnizaciones, etc). El resto, 568, corresponde a los desaparecidos.
Los datos relativos a 2007, en particular hasta el martes 11 de diciembre, son más alagüeños puesto que 9 personas habrían llegado muertas a Canarias y 34 en malas condiciones, falleciendo posteriormente en las Islas. Los muertos ascienden a 66 al sumar los datos aportados por las otras fuentes. Otras 514 personas habrían desaparecido en su intento desesperado por encontrar una vida mejor en las aguas entre África y Canarias.
Por tanto, Gil Arias resaltó que, “sobre todo el número de fallecidos” confirmados “sigue siendo menor” en 2007 (66 personas) que en 2006 (415 personas).
A las cifras hay que añadir que, este año “sólo un cayuco estaba haciendo un viaje más largo y fue detectado a 220 millas de Cabo Verde”. En esta ocasión el número de fallecidos fue 7 y los desaparecidos 42. Por lo que, en principio 49 personas habrían dejado la vida “en ese supuesto itinerario más largo al que se dice que obliga Hera”, expuso Arias.
El resto de embarcaciones naufragadas se detectaron “a la salida en las costas africanas o próximas a las Islas Canarias”, defendió el director general adjunto quien no ocultó que en este tipo de tragedias las cifras no son nunca exactas ya que “habrá accidentes de los que nunca tendremos conocimiento”.
Más de 8.000 inmigrantes interceptados este año por Hera
Gil Arias “no” negó el “carácter policial de la operación” europea cuyo objetivo es reducir la inmigración irregular pero destacó, al mismo tiempo, que “tiene un elemento muy importante de rescate”.
En este sentido, Hera 2007 ha interceptado y devuelto, hasta el pasado martes, a un total de “8.258” inmigrantes en su salida de las costas africanas. “Este año hemos impedido que 8.258 personas salgan”, indicó el director general adjunto desde Varsovia quien consideró que de este modo, aunque se hayan “frustrado las espectativas de esa gente que quiere llegar a Europa y vivir mejor”, también “se ha salvado la vida de muchos”.
“Aún más”, añadió, “de los 11.995” inmigrantes que hasta el 11 de diciembre habían llegado a Canarias, “sólo 200 lo hicieron por su propio pie” lo cual significa que el resto (11.795) fueron rescatados.
Cuestionado por el repunte en la llegada de embarcaciones durante el pasado mes de noviembre, Arias aseguró que la “operación” Hera “no ha cesado en ningún momento” por lo que en principio achacó el incremento a este “fenómeno global” del cambio climático que ha hecho que las “condiciones del mar sean mucho mejores que en años anteriores”. A lo que hay que añadir, el factor “suerte” que ha propiciado que estos cayucos no tropiecen con las patrullas europeas.