La gemela que al nacer fue separada de su hermana y padres se encuentra fuera de Gran Canaria y no guarda relación con la familia legal con la que se crió al no sentirse respaldada por ella tras descubrir su verdadero origen, informó este miércoles su abogado, Sebastián Socorro.
El letrado señaló que el conflicto emocional y familiar que ha generado en ella el reencuentro casual con su hermana gemela, después de 28 años, es “grande”.
No obstante, señaló que su cliente mantiene una buena relación con su gemela, así como con la hermana de ésta que ha ocupado su lugar por un error del hospital.
José Antonio Rodríguez Pereguina, abogado que representa a las dos jóvenes que se criaron como hermanas, así como a la madre biológica de las gemelas, manifestó que sus clientas también están muy afectadas emocionalmente, pero la relación afectiva entre ellas no ha variado y no descartó que puedan existir otros casos.
Indicó que el daño moral causado a sus clientas no se puede cuantificar y que reclama para cada una de ellas 370.000 euros, y coincidió con Socorro en que la indemnización cifrada por el Servicio Canario de Salud, de 700 y poco más de 1.000 euros para cada una de las gemelas, es “absolutamente ridícula”.
Socorro solicita para su representada, que no podrá conocer a su verdadero padre porque falleció antes del reencuentro fortuito con su gemela en 2001, una indemnización de 3 millones de euros por los “terribles” daños causados.
Rodríguez informó de que los recursos que él ha presentado se han acumulado en la causa de Socorro que estudia el Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de la capital grancanaria y confió en que antes de que concluya el año se emita la sentencia.
Explicó que aún se están recabando pruebas y que están pendientes de que se realice un informe pericial psiquiátrico para valorar el daño causado a las afectadas.
Tanto Socorro como Rodríguez coinciden en que el mayor problema es el daño moral causado, pues se les ha privado de una infancia y una adolescencia con sus progenitores por un error médico que intercambió a dos de los tres bebés prematuros que se encontraban en aquel momento en la incubadora.
Rodríguez destacó que lo que es evidente es que hubo una negligencia en el Hospital del Pino de la capital grancanaria donde nacieron las niñas, el día 15 de enero de 1973 la que ocupó el lugar de la gemela, y tres días después las dos hermanas.
El letrado señaló que el reencuentro de las dos gemelas se ha producido por el hecho de ser idénticas, y porque casualmente una dependienta de un comercio que conocía a una de ellas un día la confundió con la otra.
Rodríguez se preguntó por los otros posibles cambios de bebés que no se han podido detectar, pues afirmó que en esa época en el Hospital del Pino había una “desorganización en los métodos y prácticas para la identificación de los recién nacido, que desde luego ya se han resuelto”.