La Guardia Civil se ha personado en la sede de la Sociedad Municipal de Gestión Urbanística (Geursa) de Las Palmas de Gran Canaria para recabar documentos relacionados con una denuncia de la asociación vecinal Rehoyas Avanza sobre posibles delitos de prevaricación urbanística y malversación de fondos públicos en unas permutas de suelo en Tamaraceite Sur.
El fiscal delegado de la Fiscalía de Medio Ambiente de Las Palmas, Carlos Fernández Seijo, que investiga los presuntos delitos denunciados por Rehoyas Avanza, dio instrucción al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) para que visitara las oficinas y obtuviera la documentación relacionada con ese asunto, según han confirmado fuentes de la investigación.
Las diligencias preprocesales indagan sobre unas presuntas actuaciones urbanísticas que dieron lugar a una serie de permutas de suelo sobre unos terrenos supuestamente “inexistentes” en Tamaraceite Sur y que no disponían, según los denunciantes, de referencia catastral.
El colectivo vecinal cree que el excoordinador general de Urbanismo del Ayuntamiento José Manuel Setién, de acuerdo con un empresario, “cometieron pelotazos urbanísticos” en Tamaraceite Sur a partir de 2002 y hasta 2021, según la documentación que disponen y que han aportado la Fiscalía, ha informado a EFE el secretario y portavoz de las Rehoyas Avanza, Marcos Hurtado.
Según sostienen en su denuncia, se produjo una doble matriculación de una parcela inexistente a cambio de la cual se le cedió al empresario suelo comercial en Tamaraceite Sur.
El propietario de la parcela inexistente, de 50.000 metros cuadrados, donó en 2002 el terreno a una asociación, con fines solidarios, y cuatro años después, cuando comenzaron las expropiaciones en Tamaraceite Sur por el plan parcial para crear la nueva zona comercial, un empresario llegó a un acuerdo con la asociación para compensarle con más de 1 millón de euros, según el citado colectivo.
El empresario compensaría a la asociación al concluir los proyectos que planeaba en la zona, ademas de entregarle 39.000 euros en metálico, si bien una técnico del Ayuntamiento se dio cuenta en diciembre de 2012 de que el terreno no existía, lo que dio lugar a una denuncia ante los juzgados por parte de su nuevo propietario.
A partir de 2013 y hasta 2021, pese a la inexistencia del terreno que fue objeto de denuncia por el empresario, desde Geursa se llegó a varios acuerdos de permuta con ese terreno a cambio de suelo comercial cedido por el Ayuntamiento, según la asociación.