Una jefa médica del Materno Infantil de Gran Canaria denuncia la pérdida de calidad en la atención a mujeres gestantes tras el cierre de una planta

Fachada del Hospital Materno Infantil de Las Palmas de Gran Canaria

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

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La jefa del servicio de Ginecología del Hospital Insular Materno Infantil de Gran Canaria ha remitido un escrito a la dirección del centro en el que alerta de la pérdida de calidad asistencial en la hospitalización de las mujeres gestantes como consecuencia del cierre de una de las dos plantas de las que dispone de forma habitual el complejo para este servicio, la número 7, con motivo de las medidas de reorganización acometidas por el incremento de la presión asistencial por COVID-19 a principios de agosto. Desde esa fecha, denuncia la especialista Alicia Martín, se han incumplido recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) en relación con el puerperio (el periodo inmediatamente posterior al parto), como la de no superar una tasa de ocupación del 70% en las plantas destinadas a ese fin para poder hacer frente a una sobrecarga asistencial; el uso individual de las habitaciones o la hospitalización conjunta de madres y recién nacidos en aquellos casos en los que se requiera ingreso por una patología no grave. 

La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias defiende que se trata de una medida “temporal”, adoptada en una situación de urgencia ante el aumento de los ingresos por coronavirus durante la quinta ola de la pandemia, un periodo en el que el complejo hospitalario de referencia para la ciudadanía del sur de Gran Canaria ha sufrido la mayor presión asistencial de entre los centros del Archipiélago. La intención es reabrir la planta de puerperio “lo antes posible”, aunque desde el Servicio Canario de Salud (SCS) ya estudian otras alternativas, la habilitación de otros espacios para esa finalidad, tal y como solicitan desde el servicio de Ginecología y Obstetricia del Materno Infantil. 

“Dificultar el vínculo madre-hijo, no dar facilidades a la promoción de la lactancia o no permitir el alojamiento conjunto madre-hijo ” son algunas de las consecuencias del cierre de la planta, expone la jefa de servicio en el escrito dirigido, además de a la gerencia del centro, a la dirección y subdirección médica y a la Dirección General de Programas Asistenciales. Alicia Martín sostiene que es una situación “insólita en los últimos treinta años” en el complejo y que esa atención, que considera inadecuada dentro de los estándares de calidad dictados por el Ministerio de Sanidad y asociaciones sociales como El parto es nuestro, puede enmarcarse dentro del concepto “violencia obstétrica”. 

La Consejería de Sanidad explica que el pico de incidencia de contagios en la isla coincidió con un repunte en la llegada de pateras y cayucos a la isla y que, por ello, esa planta se reservó para madres y menores migrantes que requerían atención hospitalaria o tenían que permanecer en cuarentena por haber dado positivo por COVID-19 o haber estado en contacto estrecho con un positivo. Estas personas se agrupaban “según su fecha de contagio o contacto, teniendo en cuenta la fecha de la llegada a la isla”, añaden desde el área.

En el escrito enviado a la dirección, la jefa de Ginecología apunta que el pasado viernes la planta 7 del Materno Infantil, con capacidad para 38 camas, se encontraba ocupada por solo cuatro pacientes en situación de cuarentena y fuentes internas consultadas por este periódico señalan que este lunes eran aún menos. Mientras, la planta 6, la única habilitada para las puérperas en el último mes y medio ha superado durante todo el mes de agosto una ocupación del 80% (sobre un total de 32 camas útiles), produciendo con ello una “merma de calidad asistencial” para las madres y dificultando que “se puedan cubrir los incrementos asistenciales motivados por los picos de partos”, advierte la doctora Martín. 

La jefa médica recuerda que la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) recomienda que el índice de ocupación de las plantas de puerperio se sitúe por debajo del 70% para poder hacer frente a las sobrecargas asistenciales y que las habitaciones de estas unidades sean de ocupación individual, que las madres no tengan que compartirla. “No se ha respetado la maternidad hospitalaria en relación con la asistencia a la gestante en el proceso hospitalario de control de la gestación y asistencia al parto, puerperio y recién nacido”, expone en un escrito que mantiene que tanto a las mujeres como a sus familias se les ha privado durante este periodo de una atención adecuada a sus necesidades. 

La dirección del complejo señala que el Materno Infantil de Gran Canaria es el único centro hospitalario del Archipiélago que mantiene a las mujeres que acaban de dar a luz en una habitación individual y que se trata de “una recomendación, no de una obligación, en aras de una mejor calidad de la asistencia”. “En situaciones muy puntuales algunas madres han tenido que compartir habitación”, admite la gerencia, que agradece “la solidaridad” de las mujeres ingresadas y sostiene que no ha habido quejas o reclamaciones de pacientes. 

Además del uso compartido de las habitaciones durante el puerperio y de la ocupación de las plantas por encima de lo recomendado, la jefa de Ginecología y Obstetricia del hospital remarca que en este tiempo no se ha dispuesto del alojamiento conjunto para madres y recién nacidos, una circunstancia que “afecta al vínculo madre-hijo”, “la base sobre la que se construye una infancia saludable”. También ha afectado a “actividades de promoción de la salud, como la lactancia materna, los cuidados puerperales o la planificación familiar”, lamenta Martín, que agrega que el personal sanitario se ha visto “desbordado por la asistencia básica” y que la dotación de recursos humanos en el servicio no se ha modificado “a pesar de superar la ocupación del 100% en muchos de los días previos”. 

A este respecto, fuentes oficiales de la Consejería de Sanidad remarcan que “la quinta ola y la crisis migratoria obligaron a que una parte del personal tuviera que realizar turnos dobles y posponer sus descansos”, por lo que ahora, con el descenso de la presión COVID y y de la llegada de pateras y cayucos, la dirección “ha priorizado el descanso de esos trabajadores”. “La situación pandémica está remitiendo, por lo que es previsible que en breve el centro hospitalario pueda volver a su situación habitual”, concluyen fuentes oficiales de Sanidad. 

Nuevo premio para el servicio

El servicio de Ginecología y Obstetricia del Materno Infantil de Gran Canaria ha obtenido recientemente un nuevo reconocimiento nacional. Un trabajo presentado por la unidad de Urgencias- Paritorio - Puerperio ha sido seleccionado como uno de los tres mejores del país en las distinciones que organiza el Ministerio de Sanidad en colaboración con la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA) y la Federación Española de Calidad Asistencial (FECA) con motivo del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, que se celebra el 17 de septiembre y que este año está dedicado a la atención maternal y neonatal. El proyecto galardonado es el protocolo de código rojo para el manejo de la hemorragia postparto precoz y será expuesto el próximo viernes por la ginecóloga Silvia de León. 

El servicio ya fue premiado el año pasado como el mejor de España en la categoría clínica del Área de la Mujer de los Premios Hospitales TOP 20 y se encuentra entre los 180 mejores servicios hospitalarios del mundo, según la revista Newsweek

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