La Policía Nacional sigue investigando el presunto secuestro acaecido este miércoles en la zona de San Agustín, en el municipio grancanario de San Bartolomé de Tirajana, a pesar de que hasta el momento no hay constancia de la presentación de una denuncia por desaparición en esa zona.
Todo comenzó en la tarde del miércoles, a las 15.30 horas, cuando el padre de un menor de 13 años alertó que su hijo había visto cómo se producía el supuesto rapto de una niña de entre 16 y 18 años en la calle Las Retamas, en la zona de San Agustín.
Según el relato de este joven, la chica, rubia, de complexión delgada y que vestía pantalón corto y bikini azul, iba caminando por la acera, momento en el que paró bruscamente una furgoneta de color marrón con dos individuos. Del vehículo se bajó el acompañante, que llevaba la cara tapada con una malla que le comprimía el rostro, quien se abalanzó sobre la joven, introduciéndola por la fuerza en el furgón que despareció a toda velocidad en dirección sur.
Este relato podría ser una falsa alarma ya que, tal como se apuntaba en la primera información publicada por este periódico, la inconsistencia y vaguedad del relato del menor, que había afirmado a los agentes que “cree haber visto”, desde una distancia de unos cien metros, cómo se llevaban a la adolescente, junto a los testimonios de personas que estaban a esta hora en la zona, ha generado la duda ya que, aparte de no existir una denuncia, es el único relato que se tiene.
Además, los agentes recuerdan que que se han dado casos anteriores que han resultado ser interpretaciones erróneas, por lo que aseguran que no hay motivos para la alarma.
Por su parte la Guardia Civil confirmó a Europa Press que la declaración del menor se ha considerado “veraz”, de ahí que se decidiera impulsar un dispositivo de búsqueda aunque el hecho en sí aún está por confirmar, al no existir denuncia de familiar o persona directamente relacionada con la supuesta víctima.