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Sin reacciones alérgicas a la vacuna contra la COVID-19 en Canarias

Enfermera prepara una vacuna contra la COVID

Efe

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El jefe de sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública Amós García, y la alergóloga del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias, Paloma Poza, han confirmado este viernes que en Canarias no se ha registrado caso alguno de reacción alérgica tras la administración de la vacuna contra la COVID-19.

El también presidente de la Asociación Española de Vacunología y la vocal de la Sociedad Española de Alergología han participado este viernes en un encuentro digital centrado en resolver dudas sobre las posibles reacciones alérgicas y contraindicaciones que pueden tener estas vacunas en algunas personas.

Los facultativos han recordado que los efectos secundarios descritos para estas vacunas son los habituales y se dan en cuadros leves: febrícula, dolor muscular, inflamación y dolor de cabeza, entre otros, se explica en un comunicado de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

Amós García ha señalado que las vacunas contra la COVID-19 “son seguras y efectivas”, ya que cuentan con la validación y autorización de agencias internacionales encargadas de velar por la seguridad de los medicamentos.

Además, ha insistido en que la vacuna cuenta con la autorización de la Unión Europea, siguiendo el procedimiento establecido por la Agencia Europea de Medicamentos por el que se determina si cada vacuna es segura y eficaz para su uso en la población.

En este contexto, Paloma Poza ha explicado que las vacunas que se están dispensando tienen, en principio, las mismas reacciones que cualquier otra: febrícula, dolor muscular, inflamación y dolor de cabeza, entre otros, y sólo está contraindicada en personas con alergia conocida de base a algún componente de la vacuna.

“En ningún caso se debe dejar de vacunar de forma general a las personas porque hayan tenido reacciones graves a fármacos o alimentos”, ha añadido.

Y ha señalado que, en el caso de que alguna persona sea alérgica, a alguno de los excipientes de una vacuna en concreto, se estudiará su caso y se buscarán alternativas que no contengan ese componente.

Poza también ha dicho que los pacientes con alergias alimentarias o respiratorias pueden recibir estas vacunas, ya que no se han descrito contraindicaciones ni riesgo de reacciones alérgicas en este caso.

“Para recibir la vacuna de la COVID-19, como con la de cualquier otro tipo, hay que tener la enfermedad de base controlada (como el asma o la urticaria) para evitar problemas en forma de empeoramiento de éstas y manifestándose como reacciones adversas producidas por la vacuna”, ha matizado Poza.

También ha explicado que el protocolo establece que, en el caso de personas con alguna alergia de base, el tiempo de observación tras recibir la vacuna se extiende a los 45 minutos en lugar de los 15 habituales, pues es el tiempo que se estima que se puedan producir este tipo de reacciones.

Amós García ha incidido en que la estrategia nacional de vacunación se recomienda consumir paracetamol el día previo a la administración de la vacuna de AstraZeneca para minimizar las posibles reacciones, como se hace habitualmente con las vacunas de otras enfermedades.

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