La dura recuperación del incendio en los municipios que forman la Gran Canaria 'vaciada'
Artenara y Tejeda son los municipios grancanarios que cuentan con menor número de personas censadas de toda Gran Canaria. Ambas localidades de la cumbre han sufrido importantes pérdidas por los incendios que se produjeron en la isla en solo doce días. En el Artenara hay censadas 1.090 personas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes a 2018. Sin embargo, de ellas, solo la mitad reside en ese pueblo realmente. “El número va variando” y es “difícil de concretar”, explican desde el Ayuntamiento. En el caso de Tejeda, son 1.921 las que se mantienen censadas, según el dato oficial, pero la cifra desciende cada año. A pesar de ello, ambos municipios albergan gran parte de la zona de la isla declarada como Reserva de la Biosfera, donde el sector primario es el principal aliado para mantener los bosques con vida.
Los pequeños ganaderos y agricultores de la zona alegan que el relevo generacional es uno de los principales temores a los que se enfrentan ya que los jóvenes llevan décadas marchándose de estos pueblos en busca de mejores oportunidades laborales, principalmente las ligadas al turismo y a la construcción, que despuntaron en otras zonas de la isla, como el sur. Las condiciones de trabajo en el campo tampoco han mejorado con los años. De hecho, estos profesionales solo se quedan con un 40% del precio final al que se venden sus productos frescos, según los datos de COAG Canarias. Por ello, el colectivo defiende que hacen falta más políticas que animen a la juventud a trabajar en el campo con unas condiciones dignas.
Los residentes en Tejeda, por ejemplo, tienen una edad media que ronda los 50 años y el alcalde, Francisco Perera (Agrupación de Electores de Tejeda), asegura que le preocupa el envejecimiento de la población y la falta de políticas para que los jóvenes se queden en el pueblo, ya que cada año se pierden más habitantes ante la falta de oportunidades laborales.
Con dar un paseo por la cumbre es fácil percatarse de que las zonas de cultivo no han sufrido tantos daños por las llamas, ya que los agricultores suelen tener limpio su terreno de malezas. La alianza con el sector primario se hace patente para combatir los incendios, como defienden a su vez desde el Cabildo. No obstante, en estos pueblos también se demanda que se genere otro tipo de economía que anime a la sociedad a visitarlos y que no caigan en el olvido. Esta es una de las apuestas que se ha tomado muy en serio la asociación Edarte, que engloba a pequeños empresarios de Arterana. El colectivo confía en una economía que no esté ligada únicamente al sector primario y que abarque otros como el sector servicios y el turismo.
Para que la economía funcione en estas localidades, también deben dejar de perder población. En el año 2008, por ejemplo, Arterana contaba con 1.301 personas censadas y Tejeda con 2.206, una cifra algo superior a la actual y que se teme que se acrecentará en un futuro. Además, en el municipio de Tejeda, por ejemplo, solo hay 60 menores en el colegio y en el de Artenara solo había diez el año pasado y aún no cuentan con los datos de este año.
Servicios públicos y comunicaciones
Uno de los principales problemas de vivir en las zonas más alejadas de los núcleos urbanos es que en las islas se tiene otra percepción de las distancias que en la Península. Además, por la orografía, algunos pueblos de la cumbre no están tan bien comunicados, especialmente con transporte público. Habitantes de la zona cuentan cómo se han ido mermando servicios en algunos pueblos. Por ejemplo, en Artenara solo existe un cajero en el casco del pueblo y en Tejeda ocurre lo mismo.
Cada una de estas dos localidades cuenta con un centro educativo. El CEO de Tejeda imparte clases hasta 4º de la ESO. Este curso cuenta con 60 alumnos, aunque en 2013 tenía 90. En Artenara, solo hay un colegio, donde se imparte Educación Infantil y Primaria. Ambos pueblos cuentan con centros de salud, pero con horarios limitados y que se comparten entre ambos. Por las tardes y fines de semana a veces hay que trasladarse a Valleseco.
Se da la circunstancia de que ambos municipios pueden presumir de reconocimientos importantes. Artenara ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco al albergar uno de los principales asentamientos prehispánicos de toda Canarias, mientras que Tejeda forma parte de la red de pueblos más bonitos de España. Además, en el amplio territorio que ocupan como Reserva de la Biosfera se encuentran importantes puntos como el Pinar de Tamadaba, Tirma o la Caldera de Tejeda. Reflejo del repunte del turismo en los últimos años en esas zonas, fruto de su valor paisajístico, es también la proliferación de viviendas de alquiler vacacional. No obstante, el incendio ha paralizado parte de la vida de estos vecinos y vecinas, además en un mes como es agosto en el que se celebran multitud de fiestas que animan a los residentes de otras zonas a acercarse a pasar unos días.
En las redes sociales no se para de compartir un cartel en el que se pide a la población de la isla que suba a la cumbre, que se ayude a que Artenara y Tejeda recuperen el ruido en sus cafeterías, llenen sus parques, sus museos... El alcalde de Tejeda insiste en que lo importante es que “todo vuelva a la normalidad” ahora que el incendio ha pasado a nivel 1 y que se puede subir a la cumbre con precaución. La concejala del área de Turismo, Cultura y juventud de Artenara, Dina González, señala que las viviendas aún se están recuperando de los daños y que aún hay muchas zonas del municipio sin agua y sin teléfono porque las tuberías y los cables se han quemado. Para los próximos días, el Ayuntamiento irá recogiendo información en la biblioteca municipal sobre los daños que ha sufrido cada residente.
El alcalde de Tejeda insiste en que ya no solo se vive del sector primario ya que el Turismo y el sector de los Servicios copa bastante espacio en su pueblo. Además de ayudas por parte del Cabildo y del Gobierno de Canarias, este alcalde insiste en que es necesario que los visitantes y residentes tomen conciencia de la importancia de cuidar el medio ambiente, de reciclar y no realizar imprudencias. La concejala de Artenara se reafirma en la importancia de fomentar un turismo sostenible y consciente con el valor natural que representa este municipio que roza las nubes.