Sanidad amañó las bases del concurso de hemodiálisis para que pudiera participar Lifeblood

El concurso fue amañado. La secretaria general técnica del Servicio Canario de Salud, Lourdes Quesada, modificó el pliego de cláusulas administrativas del concurso para la prestación del servicio de hemodiálisis en los hospitales Doctor Negrín, de Gran Canaria, y Doctor José Molina,de Lanzarote, de manera que pudiera amoldarse a él la empresa que finalmente ha resultado adjudicataria, Lifeblood.

Así lo atestiguan técnicos de la Consejería de Sanidad conocedores del expediente y así se desprende de la lectura del pliego de bases por el que se rigió el concurso y del borrador inicial que elaboraron técnicos del Servicio Canario de Salud al que ha tenido acceso este periódico. En concreto, la secretaria general técnica rebajó los requisitos de solvencia exigible para optar al contrato, valorado en 125 millones de euros, eliminando toda referencia a la experiencia, y a su vez, sustituyendo la exigencia de un mínimo de patrimonio empresarial por la suscripción de un seguro.

El borrador del pliego, elaborado por los técnicos de los servicios centrales del Servicio Canario de Salud, decía textualmente que “los licitadores deberán acreditar que la empresa dispone de un patrimonio neto igual o superior al 8% del importe máximo anual del contrato, según el balance correspondiente al último ejercicio de las cuentas anuales aprobadas, respecto de la fecha en que se publique la licitación”.

Esta cláusula hubiera dejado fuera automáticamente a Lifeblood, que es una sociedad sin actividad alguna desde su constitución en agosto de 2006 dentro de un lote de empresas inscritas por un experto en mercantiles opacas que ha vendido unas cuantas de ellas a la trama Gürtel de corrupción del PP en el Levante español.

En lugar de esa exigencia de solvencia económica, el Servicio Canario de Salud introdujo la de “la suscripción de un seguro de indemnización por riesgos profesionales o de responsabilidad civil profesional, cuya cobertura mínima anual no sea inferior a tres millones de euros”, algo al alcance de cualquier empresa o empresario.

Pero también invalidaba por completo a Lifeblood la otra cláusula manipulada por la secretaria general técnica, la referida a la experiencia mínima exigible a los concursantes. El párrafo en cuestión fue suprimido por completo por Lourdes Quesada: “Los licitadores deberán cumplir como requisito de solvencia técnica el haber gestionado servicios de hemodiálisis, en el ámbito público o privado, durante al menos seis meses en los últimos tres años”.

Lourdes Quesada fue la responsable de recoger el borrador elaborado por los técnicos del Servicio Canario de Salud y, previa modificación de estos capítulos, convocar el concurso de prestación del servicio de hemodiálisis en el Área Norte de Gran Canaria y en Lanzarote. Además, Quesada presidió la mesa de contratación que adjudicó el contrato a Lifeblood tras recibir los informes, entre otros, de la jefa de Nefrología del Hospital Doctor Negrín, Leo Palop, jubilada a los pocos días.

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