Sanidad vuelve a dejar fuera de sus inversiones el equipo contra el cáncer que reclaman los profesionales del Hospital Insular

El consejero de Sanidad del ejecutivo regional, José Manuel Baltar, charla con la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, al comienzo de un Consejo de Gobierno. EFE/ Ángel Medina G.

Iván Suárez

Las Palmas de Gran Canaria —

El superávit de la Comunidad Autónoma de Canarias en 2018, cifrado en 300 millones de euros por el Ejecutivo regional, tampoco servirá para financiar el equipo para la detección y tratamiento del cáncer que los profesionales del servicio de Medicina Nuclear del Hospital Insular de Gran Canaria llevan reclamando durante años. El Gobierno de Canarias se ha vuelto a olvidar del denominado PET-TAC (siglas en inglés de Tomografía por Emisión de Positrones- Tomografía Axial Computarizada) en la relación de inversiones financieramente sostenibles previstas para el próximo ejercicio. El Consejo de Gobierno celebrado el miércoles 22 de mayo aprobó un crédito extraordinario de 25 millones de euros para financiar, con cargo a ese remanente de tesorería, equipamiento tecnológico para el Servicio Canario de Salud (SCS). Del PET-TAC, que tiene un coste estimado de 1,4 millones, sigue sin haber rastro en el plan de renovación sanitaria para el periodo 2018-2022.

La exclusión de esta máquina de la lista de inversiones sanitarias allana el camino a la continuidad del negocio privado de la Medicina Nuclear en Gran Canaria. Y es que la prestación del servicio seguirá al 100% en manos de la principal clínica privada de la isla, el grupo Hospitales San Roque, del que procede el actual consejero, José Manuel Baltar.

Ante la ausencia en el Insular de este equipamiento clave para detectar los tumores y su extensión, Sanidad deriva cada año una media de 1.500 pacientes de la zona sur de Gran Canaria al hospital de referencia del norte, el Doctor Negrín, donde son atendidos en un servicio gestionado por la empresa privada Diagnósticos Médicos Especiales (Dimec), filial de San Roque, gracias a un contrato que debió expirar, prórrogas incluidas, en 2015, pero que se ha mantenido vigente hasta la actualidad mediante la fórmula de los expedientes de nulidad (facturación del servicio mes a mes), un procedimiento administrativo que, como ha advertido la Audiencia de Cuentas en varios informes de fiscalización, debe tener un carácter excepcional.

Durante el primer año de Baltar al frente del departamento, la clínica privada facturó por esta externalización del servicio de Medicina Nuclear 4,57 millones de euros, lo que representa un incremento del 82% con respecto al ejercicio anterior.

Gran Canaria cuenta en la actualidad con solo dos PET-TAC. El primero de ellos, de titularidad pública, está instalado en la última planta del Hospital Doctor Negrín, aunque lo explota San Roque, grupo que cuenta con el otro equipo de estas características en la isla, al que se derivan los pacientes cuando se avería el primero o cuando se dispara la lista de espera. El hospital privado adquirió el aparato por un millón de euros en 2016, el mismo año en el que el anterior consejero, el socialista Jesús Morera, planteó dos medidas encaminadas a terminar con esta externalización de las pruebas. La primera de ellas, la reversión del servicio de Medicina Nuclear del Hospital Doctor Negrín a manos públicas, una decisión que, según un informe elaborado por el entonces gerente del complejo, conllevaría un ahorro de 800.000 euros para las arcas de la administración regional. La segunda, la compra del ansiado PET-TAC para el Insular, iniciativa recogida en el plan de renovación tecnológica que dejó proyectado a través de un cronograma ante las demandas de los trabajadores, que organizaron incluso una campaña de recogida de firmas.

La ruptura del pacto de gobierno entre CC y el PSOE a finales de 2016 y la expulsión de los consejeros socialistas, precisamente con el conflicto sanitario como excusa, frustró las dos acciones. El nuevo equipo, con Baltar a la cabeza, encargó otro informe sobre la externalización del servicio en el Hospital Doctor Negrín, con resultados totalmente opuestos a los que defendía el anterior gerente en el estudio de 2016, un documento que ridiculizó el actual consejero al reducirlo a una mera “hoja de Excel”. El nuevo estudio sentenciaba que el modelo privado del Negrín era más económico que la gestión pública de La Candelaria (Tenerife), aunque para ello introdujo ciertos elementos que distorsionaban los datos, como incluir entre los costes del sistema de gestión directa unas pruebas que en el privado no se computaban, puesto que se presta en otro servicio, lo que condiciona los resultados. Sanidad anunció que volvería a sacar a concurso el servicio, pero sigue sin haber noticias de licitación.

El equipo de Baltar ha demostrado durante este periodo que la compra del PET-TAC para el Insular no figura entre sus prioridades. El consejero llegó incluso a verbalizarlo en un pleno del Parlamento de Canarias en el que anunció que no estaría disponible al menos hasta 2020. Su exclusión en la relación de inversiones financiadas con el superávit de 2018 supone la quinta negativa de Coalición Canaria (CC) a instalar el equipo demandado.

Después de incumplir el cronograma que dejó programado el anterior consejero en su Plan de Renovación Tecnológica, el Servicio Canario de Salud quitó sin explicación y por sorpresa el PET-TAC de la primera lista que había confeccionado con los 17 millones de euros procedentes de la donación de la Fundación Amancio Ortega. También desapareció de la relación incluida, a través de una enmienda del PSOE, en el crédito extraordinario de 340 millones de euros aprobado en julio de 2017 por unanimidad en el Parlamento. En los dos últimos ejercicios, el Gobierno de Canarias ha tenido la oportunidad de financiar la compra a través de los sucesivos superávits, ya que se trata de una inversión financieramente sostenible, pero no lo ha hecho. El año pasado la Consejería anunció una inversión de 25 millones de euros en equipamiento sanitario con cargo al superávit de 2017 (la misma cantidad que este año), pero solo ejecutó 9 millones en la adquisición de los polémicos robots Da Vinci para los cuatro hospitales de referencia del Archipiélago.

Inversiones para el Insular y ciclotrones

Según anunció el portavoz del Ejecutivo, José Miguel Barragán, tras la celebración del último Consejo de Gobierno, la Consejería de Hacienda ha autorizado la compra para el Hospital Insular de un angiógrafo digital (un aparato para el diagnóstico de patologías neurovasculares), un equipo de resonancia magnética, un neuronavegador, la digitalización de las salas de diagnóstico por imagen, o un microscopio electrónico.

Vinculado a los servicios de Medicina Nuclear, el Gobierno de Canarias ha anunciado además la adquisición por 2,2 millones de euros de dos ciclotrones, equipos que producen los radiofármacos necesarios para realizar las pruebas con los equipos PET-TAC. Hasta la fecha estos medicamentos, que se inyectan una hora antes de la prueba, permiten detectar la extensión del cáncer (es una especie de glucosa radiactiva) y tienen una vida útil muy corta, son trasladados cada día en avión desde la Península. La Consejería de Sanidad no ha informado dónde se instalarán estos ciclotrones, aunque todo indica que se hará en los dos únicos hospitales públicos que cuentan con PET-TAC en Canarias: La Candelaria y el Doctor Negrín.

Etiquetas
stats