Se cumplen tres años de la tragedia del muro de la calle de Pancho Guerra, en Las Palmas de Gran Canaria, sin que las diez familias que perdieron sus casas hayan obtenido los permisos para reconstruir sus viviendas. “Volver a nuestros portales se trata de una ilusión que siempre se pospone por los trámites burocráticos”, dice el portavoz de la comisión vecinal, Rafael Morales.
Morales culpa a los “excesivos trámites y a la falta de sensibilidad de los técnicos”, que no reconocen “la urgencia” del caso. Con ellos y con los responsables de Ordenación del Territorio del Ayuntamiento y del Gobierno de Canarias, Néstor Hernández y Domingo Berriel, respectivamente, se han reunido en más de un centenar de ocasiones. Pero cuando están a punto de cumplirse 1.096 días, el lunes 23 de febrero, los vecinos no tienen “novedades” y sólo esperan que la solución llegue cuando todavía estén vivos.
El portavoz ahora es capaz de concluir que les ocurrió “una desgracia en un mundo civilizado que está atado por trámites burocráticos”. Morales explica que el próximo paso debe ser la adaptación plena del Plan General de la capital. Sin embargo, esta última revisión del actual planeamiento, el llamado 'Plan de las urgencias', debía ser presentado este mes de febrero en el Pleno, pero ha sido pospuesto a abril. Tras este consentimiento, la ordenación urbanística deberá tener el visto bueno del Gobierno de Canarias y sólo después podrán presentar el proyecto de sus futuras casas.
Los vecinos auguran que “con suerte”, podrán tener la licencia de obras en 2010, pero hasta entonces algunos seguirán viviendo con sus padres y otros de alquiler, mientras continúan pagando la hipoteca de la casa derruida. Razonan que “está claro que el único sistema infalible y rápido del Gobierno es el que utilizan para cobrar impuestos, el resto es un camino tortuoso o inútil”.
Morales se refiere, “sobre todo, al Defensor del Pueblo”, al que los afectados consideran un “instrumento inservible”. El portavoz de los vecinos afirma que acudieron a él para pedir su intermediación como “hombre bueno y rehusó el compromiso”. Como también se sintieron “impotentes” cuando fueron a buscar ayudas y subvenciones al Instituto Canario de la Vivienda y no se las dieron.
La causa judicial
Por todo ello, y por el juicio que debe buscar responsables de la caída del muro, “que todavía sigue en el juzgado que instruye la causa”, los vecinos concluyen que están “sin nada”.
Con todo, los afectados celebrarán este lunes, coincidiendo con el tercer aniversario de la tragedia, que costó la vida a tres personas y causó heridas de distinta consideración a varias más, celebrarán un acto en el lugar donde se desplomó el muro aquella fatídica mañana del 23-F de 2006.