La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) ha conmemorado este viernes el acto central de su 30 aniversario, en el que su rector, Rafael Robaina, ha lamentado que “este magnífico instrumento generador de innovación y conocimiento esté aún poco aprovechado por el sistema productivo”.
Robaina ha subrayado que, desde su nacimiento, en 1989, la ULPGC, donde estudian este curso 22.000 alumnos en alguna de sus cien titulaciones, ha formado a más de 65.000 titulados.
Además, el rector ha destacado que las áreas de Turismo, Veterinaria, Ciencias del Mar y Economía de la ULPGC han sido reconocidas en 2018 en el ránking Shanghai, “el más prestigioso de cuantos miden la actividad universitaria”.
Para conseguir el objetivo prioritario de “generar economía mediante la innovación, convirtiendo en dinero y empleo el conocimiento que genera su personal docente e investigador”, la ULPGC pondrá en marcha, según ha anunciado este viernes Robaina, un programa de captación de inversiones con las que sufragar “investigaciones emergentes”, ya que hay empresas interesadas en ello.
El rector de la ULPGC ha concluido su intervención en este acto asegurando a los representantes institucionales presentes en el Paraninfo, donde se ha desarrollado, que “han hecho una buena inversión creando y manteniendo” esta institución académica pública.
Antes que Robaina ha intervenido, para ofrecer la conferencia inaugural del evento, titulada “La Universidad y su papel transformador de la sociedad”, el escritor peruano y miembro de la Cátedra Vargas Llosa de la ULPGC Alonso Cueto, quien ha disertado sobre la importancia que tienen estos centros de enseñanza e investigación, que “ofrecen muchas veces lo que la sociedad nos niega: un lugar y un tiempo donde detenernos a pensar, contemplar, imaginar, crear y vivir una vida más y plena que la que está, con frecuencia, lejos de sus paredes”.
El también profesor universitario Alonso Cueto, elegido en 2009 miembro de número de la Academia Peruana de la Lengua, ha rememorado a Carlos Gatti, un profesor suyo, para resaltar que “cada vez tenemos menos tiempo, menos espacio y menos silencio para ser más conscientes de lo que nos rodea, de nuestro pasado y nuestro futuro, de nosotros mismos”.
Por eso, ha considerado que “una institución universitaria fuerte nos ofrece un bien precioso, un lugar donde estar con nosotros mismos y pensar en la vida y el mundo, no solo en el de hoy, sino en el de todos los tiempos”.
Para Cueto, las universidades, los museos y las iglesias se parecen porque “se han diseñado para detenerse y profundizar en la experiencia. Son espacios de refugio y, a la vez, de proyección, devoción y búsqueda”, ha dicho.
El escritor peruano ha manifestado que “hoy en día la universidad está siendo saqueada por muchas consideraciones en torno a ella”, ya que “algunos dicen que debe ser más popular, que debe ser más sencillo, que la educación debe ser más práctica”.
Cueto ha opinado que, tal y como afirma Vargas Llosa en su artículo “Reflexiones sobre una moribunda”, “la misión de la universidad no es rebajar los niveles de exigencia y enseñanza para satisfacer criterios demagógicos o populistas de la educación”, sino “elevar sus estándares de enseñanza e investigación al nivel más alto posible, para que los alumnos puedan encontrar un desarrollo al máximo potencial de sus habilidades”.
El galardonado este año con el II Premio de Narrativa Alcobendas Juan Goytisolo por su novela “Palabras de otro lado”, ha recalcado que “las universidades son el refugio de la literatura y el pensamiento”.
“Son el refugio de las palabras, el lugar donde éstas no tienen un fin puramente utilitario. El lugar donde apuntan a verdades que nos trascienden”, ha referido.
Alonso Cueto ha confiado en que la ULPGC “siga acompañando a españoles e hispanoamericanos siempre” y ha deseado “que su luz se una a las de las universidades de nuestras vidas”.