Más de 200 fumadores dejan al año la adicción tras tratarse en Hospital de la Candelaria

EFE

0

Más de 200 pacientes tratados anualmente en la Unidad de Cesación Tabáquica del Hospital Universitario de la Candelaria, en Tenerife, ha logrado dejar de fumar, ha informado este martes la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias.

Los especialistas tratan la adicción de forma comprensiva y sin estigmas, educando sobre la dependencia y ofreciendo soluciones efectivas y a largo plazo. Estos expertos que conforman la unidad señalan que el proceso comienza ayudando a los pacientes a entender su adicción y los motivos que le llevan a continuar fumando, a pesar de conocer los riesgos y, en muchos casos, sufrir una patología relacionada. Explican a los pacientes que la adicción no es una elección consciente, sino una enfermedad y, una vez iniciado el proceso, se ofrecen opciones de tratamiento, incluyendo medicamentos para tratar los síntomas de abstinencia. “No es un hábito, sino una enfermedad. Ellos no son los culpables, sino las víctimas de una adicción”, explican los responsables de la unidad.

Usualmente, las personas que acuden a este programa padecen enfermedades graves derivadas del tabaquismo y presentan una dependencia física elevada a la nicotina. El acompañamiento no termina tras el alta del paciente, pues pueden seguir contactando con la unidad a través de correo electrónico. Los expertos aseguran que las recaídas son comunes y parte del proceso de cesación, “nosotros vemos el tabaquismo como una enfermedad crónica y lo que buscamos es poder estar el mayor tiempo posible libres de ella. Un día sin fumar es un día ganado”.

Los neumólogos advierten de que es importante la prevención para acabar con el tabaquismo, y apuntan que la edad generalizada para iniciar el consumo de tabaco son los 14 años. En esta etapa crucial del desarrollo, el cerebro es particularmente vulnerable a la dependencia, y asimismo, se trata de una de las sustancias más normalizadas, ya que no manifiesta cambios en el comportamiento, como el alcohol u otras sustancias. También hacen referencia a la creciente seducción tecnológica de los dispositivos de vapeo y las nuevas técnicas de fumar. Explican que la industria tabacalera ha desarrollado estrategias de marketing que se popularizan a través de redes sociales, atrayendo a los jóvenes.

Esta tendencia presenta un desafío adicional, ya que las nuevas formas de consumo, incluso aquellas que no contienen tabaco, plantean riesgos significativos para la salud, debido a la presencia de sustancias desconocidas, lo que subraya la necesidad urgente de concienciar sobre estos peligros.