Un hombre de Pedro Martín para reconducir la crisis del PSOE en uno de los grandes municipios turísticos de Canarias
El PSOE ha elegido ya al encargado de pacificar la organización en Arona, municipio tinerfeño motor del turismo y la actividad económica en Canarias. Los órganos dirigentes socialistas a nivel insular, regional y federal han compartido la designación de David Pérez como presidente de la comisión gestora del PSOE tinerfeño, según ha confirmado este digital de fuentes cercanas a la toma de decisiones. Pérez, hombre de confianza de Pedro Martín -presidente del Cabildo de Tenerife y secretario general del PSOE tinerfeño-, es consejero delegado de la empresa pública insular Turismo de Tenerife y secretario de Turismo de la Comisión Ejecutiva insular socialista.
Como se recordará, el partido acordó el 1 de agosto (en un comunicado conjunto de las tres direcciones) la apertura de expediente para la constitución de una gestora en la localidad sureña, una vez comprobado el enquistado enfrentamiento interno y la literal fractura en dos mitades de una hasta hace poco solvente mayoría absoluta del PSOE en la alcaldía. En la conflictiva situación se combinan divergencias políticas y conflictos empresariales relacionados con intereses urbanísticos, que ha deparado en un cisma con un relevante protagonismo del alcalde José Julián Mena y del que fuera concejal de Urbanismo, Luis García, según el bando.
Casi dos semanas han transcurrido desde el anuncio de constitución de la gestora, y a la espera de su creación formal –con la disolución de la estructura orgánica previa, ejecutiva local incluida-, el PSOE ha estudiado nombres y fórmulas que propicien la estabilidad y el consenso para encabezar la gestora, en una designación coparticipadas por sus instancias insular, regional y federal, aunque la iniciativa de proponer corresponde a la organización en Tenerife. Pérez no ha sido el único en liza para un puesto para el que igualmente se barajó a la también aronera Yolanda Mendoza Reyes, diputada en el Parlamento autonómico.
David Pérez resultó elegido concejal de Arona en las elecciones locales de mayo de 2019, en el undécimo lugar de una lista del PSOE encabezada por el alcalde José Julián Mena. Repitió así como responsable de las áreas municipales de Turismo y Comunicación, además de Relaciones Institucionales -que ya ejerció en 2015 también con Mena-, pero a los pocos meses, en septiembre, renunció al acta de concejal al ser reclamado para la política insular por Pedro Martín, presidente del Cabildo, como consejero delegado de Turismo.
Este cambio de papel y destino permitió a Pérez esquivar el epicentro de la batalla del PSOE aronero y el cruce de acusaciones intestinas desatado en el grupo municipal a partir del último trimestre del pasado año. Distanciarse de los acontecimientos y evitar posicionamientos claros se han convertido en un valor con el que cuenta Pérez ante su nueva y complicada tarea de recomponer el partido que recogió casi la mitad de los votos de los aroneros en las últimas elecciones.
A David Pérez se le reconoce un perfil conciliador, conocedor de los entresijos de la organización, buenas relaciones con Mena –quien le abrió el Ayuntamiento- y muy cercano a Pedro Martín también secretario general del PSOE tinerfeño. Martín entiende prioritario garantizar la paz y el control sobre el futuro inmediato de una plaza clave en términos de poder municipal, y en Pérez tiene puesta su confianza.
El 11 de julio fue cuando las direcciones del PSOE en Tenerife, Canarias y Madrid (la Federal) lanzó un ultimátum para la resolución del contencioso que pasaba por la renuncia a sus actas de concejales del alcalde José Julián Mena y del concejal Luis García. El comunicado del partido ese día adoptaba esta tajante medida “tras numerosas conversaciones e infructuosos intentos por reconducir el problema”, y con el fin de conformar un nuevo equipo de gobierno “que permita desarrollar el proyecto socialista para el municipio de Arona”.
Los resultados no fueron los esperados:
Mena había cesado a García como responsable de Urbanismo el 22 de junio tras detectar, así expresó, irregularidades en la gestión de diversos expedientes urbanísticos, destacando el de la construcción de un centro comercial en la punta de El Camisón que incumple el planeamiento municipal y la Ley de Costas. La guerra se desencadenó a continuación con Luis García conformando un bloque con siete de los 14 concejales y compareciendo ante la Fiscalía en calidad de testigo y denunciante en un expediente abierto sobre otra denuncia anterior, en donde García entregó documentación que supuestamente avalaría la denuncia de actuaciones indebidas por parte del alcalde y su entorno, incluyendo grabaciones.
Mena reaccionó revocando y rescatando para sí la delegación de diez competencias que había cedido en favor de la Junta de Gobierno Local relativas a materias económicas, urbanísticas, de contratación y de personal.
En los hechos, el alcalde rechazó renunciar a la Alcaldía, mientras García anunció que acataba dejar el acta de concejal en manos del partido, pero en la práctica continúa ejerciendo como tal.
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